Ángeles Caídos

Doce años.

FLASBACK  20 DE ENERO DE 2012.
Pablo.

Había quedado con Pablo Alborán en el estudio y estaba bastante nervioso. Era la segunda vez que nos veíamos, después aquél encuentro con David y Antonio, y tras estar hablando por teléfono durante unas semanas, acordamos en quedar para que escuchará algunas canciones mías.
No tenía discográfica, tampoco un disco completo para presentar, pero algunos grandes cantantes ya comenzaban a confiar en mí.
La puerta del ascensor se abrió y, para mi sorpresa, vi salir a Malú acompañada de dos mujeres. Malú levantó la vista y sus ojos se encontraron con los míos. Una sonrisa iluminó su rostro al reconocerme.

-¡Hola! -dijo ella acercándose-. ¿Pablo López?

+Sí. -contesté sorprendido.

-Encantada, yo soy Malú, aunque supongo que ya me conocerás. Pablo ya está arriba esperándote. Luego me pasaré que dicen que compones de maravilla.

+Genial... -dije sin quitar mi mirada de la suya, ella sonrió-. Hasta ahora.

-Hasta luego.

Cuando la puerta del ascensor se cerró, acaricié mi cabeza, nervioso y alucinando con el hecho de que la mismísima Malú me conociera.
Entré en el estudio y vi a Pablo Alborán esperándome. Me invitó a pasar y, nervioso, le enseñé mis canciones. Pablo escuchó atentamente cada una de ellas y, al final, me dijo que tenía mucho potencial y que le encantaría colaborar en un futuro conmigo. Para mi aquello fue un momento inolvidable. Al cabo de un rato Malú pasó por allí para saludarnos a Pablo y a mí.

-Le conocí abajo cuando llegaba. -le dijo a Alborán sonriendo-. Estaba hecho un flan.

+Es un compositor y un músico muy prometedor. -añadió Alborán.

-Estoy deseando escuchar tus canciones. ¿Me las enseñas? -preguntó mirándome con una sonrisa.

Me sentí halagado por la atención que me estaban prestando ambos y acepté encantado.

+Yo me bajó a comer que estoy hambriento. -dijo Alborán, antes de acercarse a mi para susurrarme-. Enséñale Vuelvo a Verte, estoy seguro de que aceptará que se la des.

Asentí y Malú se sentó a mi lado con una maravillosa sonrisa de oreja a oreja. Le enseñé cada una de mis canciones y en alguna que otra me preguntó que significaban para mí. Cuando la última canción terminó, la miré buscando su aprobación y me sonrió para después abrazarme.

+Todavía falta una, pero no va a ser para mí. -dije tímido-. Me encanta componer para los demás y bueno, hace unos días le comenté a Alboran lo mucho que me gustaría darte está canción. ¿Quieres escucharla?

-¡Claro! -dijo ilusionada-. ¿Como se llama?

+Vuelvo a verte. Te la canto que no tengo la maqueta grabada...

-¿Balada romántica?

+Sí... -dije un tanto nervioso-. Espero que te guste.

Sonrió y asintió, mirándome con interés mientras yo empezaba a cantarle la canción y tocaba la guitarra.
Me sentía como si estuviera en un sueño, cantando para una de mis artistas favoritas. Cuando llegué al final de la canción, Malú me dio un abrazo.

-Gracias, Pablo, me encanta. Es exactamente lo que estaba buscando para mi nuevo disco. -dijo emocionada.

Me sonrojé y me costaba creer que mi sueño se estaba haciendo realidad.