Viernes. 16:00. Malú.
+¿Ya está todo? -preguntó Pablo mirándome.
-Sí.
+Tres maletas para dos días. -dijo riéndose.
-El tiempo en Málaga es muy diferente y ya sabes como es Lucía... si hace mucho calor necesitará otra ropa.
+¿Nos vamos ya? -preguntó Lucía desde su asiento.
-Sí, cariño. -respondí mirando a Pablo-. ¿De verdad que no te importa que venga con nosotros?
+Claro que no, Lula. Venga vamos.
Comenzamos el viaje, eran muchas horas de viaje y a la media hora Lucía se quedó dormida. No sabía los planes que Pablo tenía para nosotros y me supo mal llevármela, no tenía con quien dejarla, su padre estaba de viaje y mi madre estaría ocupada encargándose de Mario. Al ser un regalo para dos por mi cumpleaños, Pablo se mosqueó un poco al principio, pero luego recapacitó y aceptó que ella viniera. Con ello supuse que el viaje iba a ser mucho más que un simple viaje.
Llegamos a Fuengirola a las diez de la noche. Lucía se despertó para merendar cuando hicimos la primera parada y hasta hace un rato continuaba durmiendo. Aquello significaba que por la noche no pegaría ojo y daría algo de guerra.
Nos instalamos en el hotel y bajamos a cenar con prisas antes de qué el restaurante cerrará.+¿Mañana que haremos? -preguntó Lucía mirando a ambos.
+Iremos a Benalmádena. -respondió Pablo-. Allí hay un acuario que estoy seguro que te encantará. Luego volveremos aquí para disfrutar de la playa y por la noche iremos a un restaurante muy bonito de Málaga.
+Que guay, lo tienes todo planeado. -contestó la pequeña riéndose.
-¿Me ibas a llevar a un acuario por mi cumpleaños? -pregunté curiosa.
+No. -respondió Pablo riendo-. Tenía otros planes pero finalmente he tenido que improvisar.
+¿Que planes? -preguntó de nuevo Lucía.
Pablo me miró sonriendo y yo le ordené a Lucía que continuará cenando. Cuando terminó, dejó los cubiertos sobre el plato y miró a Pablo sonriendo.
+¿Que planes ibais a hacer sin mí?
+Tenía un plan romántico con mamá. -respondió Pablo-. Pero no pasa nada, los acuarios también me gustan mucho.
+¿Hay muchos peces en ese acuario?
-Muchisimos. -respondí yo-. Te encantará.
Sábado. 12:00
La mañana había amanecido soleada, y después de un desayuno delicioso, nos dirigimos hacia Benalmádena para visitar el acuario. Lucía estaba emocionada por ver a los animales marinos, y yo disfrutaba de la sonrisa en su cara mientras recorríamos las instalaciones.
+ ¡Mamá, ven aquí! -dijo Lucía llamando mi atención-. ¡Mira a este tiburón!
-Es enorme. -dije sorprendida.
+Es impresionante. -añadió Pablo-. ¿Sabías que los tiburones tienen varias filas de dientes?
+¿En serio?
+Sí... Mira ahí hay varios pulpos. -dijo Pablo señalando otros acuarios.
Noté en él un poco de agobio, no le gustaban los lugares cerrados, y más cuando solo le separaban cristales de los animales que estaban ahí dentro. Le di mi mano y él la cogió con una sonrisa.
+¿Por qué los pulpos están sentados en la roca, mamá?
-Estaran descansando. Necesitan mucha energía para nadar y se cansan rápidamente.
ESTÁS LEYENDO
Ángeles Caídos
RomansaDos ángeles caídos en un mundo de amantes inocentes ❤️🩹 Novela inventada.