El libreto.

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Una semana después.

Malú pasó el fin de semana en Algeciras, disfrutando del calor del sol y del aire fresco del mar. Estuvo por la playa, disfrutó un poco del agua con Lucía y disfrutaron de sus familiares y amigos. Aquel tiempo de calidad con su gente le permitió olvidar temporalmente las penas del pasado.
Mientras estuvo allí, Malú decidió visitar la playa donde estuvo con Pablo el verano pasado. Fue un momento difícil, se sentó en la arena, mirando hacia el mar, y dejó que las olas se llevaran sus lágrimas y su dolor.
El domingo, regresó a Madrid con una sensación de paz que no había sentido en mucho tiempo, y hoy, lunes, tras un fin de semana corto, había decidido volver al estudio para continuar con su disco y escribir nuevas canciones a raíz de su última experiencia amorosa. Dejó a Lucía en el colegio, dio un paseo con Curro y cuando llegó a casa, se fijó en el buzón, cogió las cartas que habían junto a un paquete y entró en casa. Cuando abrió el paquete, sacó una especie de libreto y tragó saliva, bastante nerviosa, lo dejó en la mesa y se sentó en una silla sin quitarle ojo. Era un libreto de Pablo.

"Lo que hay aquí escrito es lo más real que he sentido en toda mi vida. Siento mucho como han pasado las cosas, me encantaría qué habláramos pero está es la única forma de comunicar contigo."

Con tan sólo leer la primera página se derrumbo por completo. No podía creerle, no quería creerle, pero una parte de ella sentía que lo que había ahí escrito podía ser real. Intentó contactar con Alborán, explicarle lo ocurrido y que fuese a ayudarla pero no consiguió una respuesta.
Después del aquél SMS con aquella canción, donde no hubo una respuesta por parte de ella, creía que se había dado por vencido pero no fue así.
El día que tenía planeado para hoy se cayó por completo y tras una larga mañana en casa, observando el libro, intentando no abrirlo y leer lo que había escrito, finalmente cayó rendida en la primera página.

"Voy a serte sincero, alguien podrá quererte mejor que yo. Alguien podrá ofrecerte otra vida, más estable, más bonita, más atardecer en la playa que tormenta en mitad de la ciudad.
No voy a engañarte, si te quedas, posiblemente quieras irte muchas veces.
A veces no estarás contenta, a veces no sabré hacerte sonreír. Muy posiblemente, a veces ni siquiera tenga ganas de mirarte, ni de hacerte el amor, ni de escuchar qué tal tú día. Y si lo pienso, ¿qué razones hay para que estemos juntos?
Me imagino sin ti y me da miedo.
Esa idea me aterroriza. Suena egoísta retener a alguien a tu lado porque sabes que sin ella tu lado será un sitio horrible.
Un viaje sin vistas, una vida donde nunca
haya momentos en los que reces porque el tiempo se detenga. Te quiero porque tú haces que yo no sea cualquiera. Haces que sea ese que está contigo, ese que parece haber alcanzado la gloria, y ahora vuelve para contarlo.
Y sí, te lo aseguro, que alguien podrá quererte más que yo, pero no mejor.
No con tanta pasión, no hasta el fondo, no bajando hasta el último piso del corazón para arrancar los sentimientos más puros.
Y estoy seguro de ello, porque te conozco mejor que nadie, eres mi hogar, me sé de memoria tu mirada tanto que si te miro a los ojos sé dónde escondes lo que no dices. He estado frente a ti lo suficiente, he contemplado tus esquinas, tus infinitos, tus días de lluvia y cuando ríes y te brilla el sol entre la boca. Cualquiera puede desear conocer más mundo e irse, pero sin duda todos queremos regresar al lugar de donde somos. Y quizá por eso volvamos siempre, porque yo soy de ti, que no tuyo.
Tú eres otro país, uno de esos que crean dos locos para amarse bajo sus propias leyes".

Malú dejó el libreto a un lado cuando su teléfono comenzó a sonar, era Alborán pero decidió no contestar, ya era demasiado tarde. Limpió sus lágrimas, dejó el libreto en la mesita de noche, comió y se fue a recoger a Lucía. No iba a permitir hundirse de nuevo por unos cuantos textos, no quería tirar por la borda todo el recorrido que había hecho para volver a estar bien. Mañana volvería al estudio.

Día siguiente.

Apenas eran las diez de la mañana cuando Malú llegó al estudio. Saludó a Rubén y a su hermano y comenzaron con una mañana de composición. Las letras de las canciones salían solas y es que el dolor que llevaba encima, le permitió expresarse y sacarlo todo. Tras ello, casi a las dos de la tarde, decidió bajar a comer, pero lo que ella no esperaba era encontrarse por allí a Marcos. Él sonrió cuando la vio, no por verla sino por como la vio. Sabía como había transcurrido toda su historia con Pablo y aquello le dió el poder de hacerle mucho más daño. Malú había pasado la mañana en la cuarta planta, cerca de la sala del piano donde estaba Pablo, pero ella no tenía ni idea de aquello.

+Que sorpresa. -dijo Marcos con una sonrisa cuando la vio-. Te veo genial.

-Dejame, Marcos, no me apetece hablar contigo.

+Fijate que a mi si que me apetece. Sobretodo ahora que me he enterado de tu relación fallida con Pablo.

Marcos sonrió y Malú simplemente se quedó allí parada, él no le dejaba pasar y ella sabía que seguía dolido por haberle dejado por Pablo hace ya unos meses.

-Deberías estar agradecido. -respondió Malú frunciendo el ceño-. Ahora parece que estás muy feliz con tu nueva novia.

+Sí, es verdad, pero no puedo evitar sentir cierta satisfacción al ver cómo te ha devuelto la moneda. Es justo lo que te mereces después de cómo me trataste.

Malú sintió una punzada de dolor en el corazón al escuchar sus palabras.

-¿Y cómo te traté yo? -preguntó ella con una voz fría y distante-. Porque yo por lo menos no estuve tirándome a otros mientras estabamos juntos.

+Mujer... no iba a formalizar una relación contigo mientras estabas enamorada de un tío que no estaba enamorado de tí.

-¿Pero tú que cojones sabes? -respondió Malú alzando la voz-. Cuando te enrollaste conmigo ya sabías de quién estaba enamorada y aún así decidiste continuar con lo que teníamos porque pensabas que llegaría a enamorarme de ti. Ambos sabemos que tu mente de machito no podía estar con una mujer enamorada de otro hombre y por eso te acostabas con otras. ¿Y ahora dices que no querías formalizar una relación conmigo por qué yo estaba enamorada de Pablo? Eres un imbécil.

+Pues sí, soy un imbécil. Porque a pesar de saber que estabas enamorada de un tío que no estaba enamorado de tí, decidí continuar con lo nuestro pensando que te olvidarías de él. Y el cabrón sigue haciéndote daño y tú...

-¿Yo qué? -dijo Malú alzando la voz sin dejarle terminar.

Pablo estaba escuchando toda la conversación desde la sala del piano. Salió de ella y se quedó junto a la puerta para escucharles mejor, desde dentro no estaba seguro de que era ella pero cuando salió fuera y la vio allí, de frente, parada y chillando furiosa, decidió que lo mejor era quedarse ahí. No quería actuar, no quería hacer más daño del que ya había dentro de esa burbuja.

+Tú sigues cayendo en sus brazos creyendo que algún día podréis estar juntos. -contestó Marcos-. Te está haciendo daño y no te estás dando cuenta...

Marcos intentó acercarse a ella para consolarla pero está dió dos pasos hacía atrás y soltó todo lo que pudo por su boca antes de marcharse. Ahora no hablaba ella, hablaba su corazón, hablaban las imágenes que guardaba en su memoria con Pablo y hablaban todos aquellos textos que había leído de una tirada la noche anterior.

-Caeria cien mil veces en sus brazos porque es la única persona que ha sabido cuidarme como yo realmente merezco. Amo a Pablo con todo mi ser, y me da igual lo que tú me digas, porque nadie me ha hecho sentir lo que siento cuando estoy con él y ni tú ni nadie va a cambiar eso. -dijo ella con la voz temblorosa-.
Y ahora sí me disculpas... me quiero bajar a  comer.

Marcos la dejó pasar y Malú le dejó solo en medio del pasillo. Caminando se encontró a Pablo en la puerta de la sala del piano, y ahí se dió cuenta de que él lo había escuchado todo. No hubieron palabras entre ellos, Pablo no quitó su mirada de ella y ella siguió caminando bajó la atenta mirada de él. Observó como su silueta desaparecía y se quedó allí parado, en mitad del pasillo.
Había entendido todo al mirarla, todos aquellos sentimientos que intentaba borrar seguían intactos, no servía de nada reflejarlos en un papel, porque aquello ya era irremediable y no iban a desaparecer. Sus palabras calaron dentro de él y después con una sola mirada entendieron todo. Nadie les iba a hacer sentir igual.

CONTINUARÁAA ❤️‍🩹
EL PRÓXIMO VIENE FUERTE.
NOS VEMOS PRONTITO ❤️‍🩹

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