Sorpresa.

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5 de febrero. 22:30.

La noche solo acababa de empezar, habían cenado juntos y ahora estaban tirados en la cama, bebiendo vino, entre besos, risas y caricias. Aquella escena comenzaba a ser la de una pareja normal, lo que tanto desearon alguna vez podría estar teniendo un comienzo si no hubiera alguien más. Pese a eso, se permitían disfrutar, hablando de tonterías, haciéndose cosquillas, pedorretas, como dos niños adolescentes enamorados hasta las trancas. Malú dejó la copa de vino encima de la mesita y se sentó encima de Pablo, que también dejó su copa con una sonrisa de oreja a oreja. Coló las manos por debajo de la camiseta y Malú comenzó a reir cuando las manos de él volvieron a encontrar las cosquillas de ella.

+¿Que quieres hacer? -dijo antes de comenzar a besar su cuello.

-¿Que quieres hacer tú? -preguntó ella con una sonrisa pícara mientras comenzaba a mover sus caderas alrededor de la zona intima de él.

+¿Quieres saberlo? -preguntó mordiéndose el labio, ella asintió-. Me apetece una ducha, tocándonos, besándonos...

-En resumen, quieres follar en la ducha... -contestó Malú antes de levantarse junto a él.

+Tuve un sueño el otro día contigo, estabamos en la ducha y era maravilloso. -respondió mientras comenzaban a desnudarse el uno al otro.

-¿Y como era ese sueño? -preguntó ella a centímetros de él deshaciéndose de sus calzoncillos y comenzando a jugar con su miembro en la mano.

+Así... era así. -respondió besándola-. Vamos a la ducha...

Entraron en el baño, abrieron el grifo y mientras esperaban que el agua estuviese templada se comían a besos mientras Malú aumentaba el movimiento de su mano.

+Estoy deseando correrme en tu boca. +susurró Pablo acariciando sus labios con sus dedos.

-¿Eso pasaba en tus sueños? -preguntó ella con el vello erizado mientras entraban en la ducha.

+Sí...

Malú sonrió y sin pensárselo mucho bajó dejando besos por su pecho, su abdomen, hasta llegar a su miembro. Pablo sonrió victorioso colocando su mano en el pelo de ella y Malú se arrodilló antes de comenzar con la felación mientras que él se relajaba. Succionaba y mordía, cada vez a más velocidad, escuchando los gemidos de él y disfrutándolo como nunca.

+Joder... sigue, estoy a punto de correrme. -jadeo colocando de nuevo la mano en su pelo y siguiendo con ella el ritmo.

Antes de que él se corriera, Malú sufrió una arcada y comenzó a sentirse algo indispuesta, por lo que el ritmo comenzó a bajar hasta que en un par de segundos se recuperó y finalmente él logró correrse en su boca. Malú sonrió satisfecha aunque algo extrañada por lo que le había sucedido anteriormente y que nunca antes le había pasado, hasta qué Pablo llamó su atención y ella sonrió levantándose para besarle.

+Ha sido espectacular.

-¿Como continuaba tu sueño? -preguntó ella, él sonrió y la cogió en brazos poniéndola contra la pared.

A Malú le valió aquella respuesta y comenzaron a besarse mientras Pablo jugaba con sus dedos dentro de ella. Cuando ya estaba mojada, introdujo su miembro en ella y comenzó con pequeñas embestidas a la vez qué jugaba con sus senos y mordía sus pezones. Los gemidos de ambos y el sonido de piel con piel resonaba cada vez más en el pequeño cuarto de baño. En las últimas embestidas, cuando ya ninguno podía más, se vacío en ella y salió de la ducha con ella en brazos, la llevo hasta la cama y continuó besándo cada parte de su cuerpo hasta llegar a su clítoris. Él también quería que ella se corriese en su boca, como había soñado hacía varías noches. Comenzó a morder por su alrededor, después jugó con su lengua dentro de ella a una gran velocidad que hizo que se corriera en su boca rápidamente.
Se quedó allí un rato más porqué para él escucharla gemir, e incluso chillar, era de las cosas más satisfactorias.
Subió de nuevo cuándo comenzaba a echar de menos sus labios y juntos comenzaron un baile hasta que notaron la falta de aire.

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