Para aprenderte.

328 28 18
                                    

Viernes. 9:00.
Malú.

Por fin ha llegado el día, hoy por fin conoceremos el sexo de nuestro bebé y descubriremos si las analíticas tenían razón o finalmente termina siendo una niña.
Estamos en la sala de espera, no hay nadie y enseguida nos toca, Pablo se ha despertado poco hablador y ahora está con la mirada perdida mientras acaricia y aprieta mi mano, parece nervioso pero también preocupado.

-Cariño, ¿estás bien? 

+¿Eh? -dijo mirándome-. ¿Que has dicho?

-¿Que si estás bien?

+Ah... he dormido muy poco.

-¿Seguro que es eso?

+Sí... No, no es solo eso. Estoy preocupado.

-¿Por el bebé?

Asintió y apreté mi mano calmando sus nervios. Me miró y respiro hondo antes de hablar.

+Anoche después del gran momento que tuvimos, tú te quedaste dormida pero yo apenas podía respirar. Estuve casi una hora pegado al ventolín, creo que fue uno de los ataques más fuertes de asma que me han dado, te juro que pensaba que me moría.

-¿Y por qué no me avisaste?

+Estabas dormida y pensé que me recuperaría rápido y como el ventolín estaba abajo no tuve muchas fuerzas para subir de nuevo al dormitorio. Pero esto no era lo que me preocupaba, que también, pero es qué estuve informándome durante la noche, y el bebé tiene una probabilidad del setenta por ciento de padecer asma. No es hereditario pero si genético y puede ser más propenso a desarrollarlo si tiene un historial familiar de la afección.

Cuando quise responderle, Óscar nos llamó y entramos en consulta. Nuestras caras no eran las mejores, a Pablo se le notaba la preocupación a leguas y a mi me preocupó tanto lo que dijo que sabía que me había quedado palida.

+¿Estáis bien? ¿Está todo bien? -preguntó acercándose preocupado, me sentó en la silla al ver mi rostro y se sentó a mi lado-. Voy a tomarte la tensión.

Miré a Pablo esperando a qué él hablase y Óscar nos miró de nuevo a los dos.

+¿Os habéis quedado mudos o qué? -dijo colocando el tensiómetro-. Ahora no hables. Pablo, ¿que está pasando?

+Estoy preocupado por el bebé. Sufro asma desde hace muchos años y tengo miedo por si el bebé también lo desarrolla.

Óscar suspiró y cuando el tensiómetro pito, lo miró y sonrió. Doce con siete la alta y siete con nueve la baja. Estaba perfecta y le había alterado para nada.

-¿Puede desarrollarlo? -pregunté mirándole.

+Depende... Ahora mismo nada nos puede garantizar que lo padezca o no. ¿Heredaste el asma o apareció tras pasar una fuerte alergia o resfriado?

+Apareció cuando era pequeño tras un resfriado mal curado. -respondió Pablo.

+Bien... El bebe puede tener una tendencia genética hacia el asma pero nunca desarrollarla realmente. Eso no lo podremos saber hasta que él nazca...

-¿Y se puede hacer algo para evitarla o disminuir la probabilidad de que lo desarrolle?

+Claro. Evitar todo tipo de humos y llevar una dieta equilibrada para ayudar a fortalecer su sistema inmunológico.

+No va a poder salir a la calle con la contaminación que hay en está ciudad. -respondió Pablo.

+Puede seguir haciendo vida normal, estate tranquilo, en cuánto nazca le haremos las pruebas necesarias. Y ahora, vamos a hacerte la ecografía que tengo una paciente detrás de vosotros.

Ángeles Caídos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora