Mi lugar favorito.

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FLASBACK 14 DE ENERO DE 2018.  20:45
Pablo.

Encendí unas velas y las coloqué en la mesa del comedor junto a todo lo que había organizado para cenar. Había aprovechado que ella estaba en el estudio para venir a su casa, gracias a la ayuda de su madre, y hacer una cena romántica para por fin dar el paso y pedirle que fuéramos pareja. Mi entorno me animó a ello aunque me dijo que quizás está relación iba a ser un bombazo en toda la prensa española, pero eso me daba igual porque estos últimos meses habían sido de auténtica felicidad junto a ella. Pasamos nuestras rupturas juntos, curamos heridas e ibamos enamorándonos cada vez más. Hasta el día de hoy, que por fin me animaba a comenzar una nueva historia. Apagué las luces del salón e inmediatamente me arrepentí.

+Joder, que oscuro está éste salón. -dije en voz alta.

Volví a encenderlas y pensé seriamente si merecía la pena poner unas velas que no iluminaban apenas. No me dio tiempo a quitarlas cuando escuché unas llaves en la puerta. Cogí el ramo y anduve hasta la puerta del salón para que me viese. Observé con una sonrisa de oreja a oreja como dejaba sus cosas y cuando me vio abrió la boca y se llevó las manos a la cara.

+Sorpresa. -dije caminando hasta ella.

Dejó un beso en mis labios y cogió las flores sin quitarme la mirada.

+Tu prima me ayudó a elegirlas. ¿He acertado?

-Son preciosas, amor.

Amor. Que bien sonaba cuando salía de sus labios.

-Que cabrones. -dijo riendo, yo la miré sin entenderla-. Max llevaba toda la tarde diciéndome que hoy me marchará pronto que me veía cansada y cuando me estaba marchando me crucé con tu hermano y me deseo una feliz noche... Claro, era por esto... que tonta.

+Llevaba días pensando hacer esto y me compinche con tu familia y con ellos... Te he hecho una cena, digamos que, decente. Soy mejor músico que cocinero, todo hay que decirlo.

-¿Es una cita romántica?

+Es una cita, lo de romántica lo voy a intentar.

Reimos y me acompañó a la cocina para ver lo que había preparado.

+De primero he hecho unos huevos rellenos de salmón y atún... tú madre me dijo que te encantaba este plato y yo he hecho el intento de hacerlo igual que ella... y de segundo una lasaña que todavía está haciéndose en el horno.

-¿Y el postre?

+El postre soy yo. -dije mirándola, ambos reímos-. El postre es sorpresa.

-Me encantan las sorpresas. -dijo con una voz de niña pequeña abalanzándose sobre mí dejando un beso en mis labios.

+Y a mi me encanta que te encanten. -dije susurrando-. ¿Cenamos?

-Vale.

Me ayudó con los platos y yo saqué la botella de vino. Ambos nos sentamos y comenzamos a comer mientras hablábamos de nuestro día y de miles de cosas más. Con ella siempre había un tema de conversación acompañada de muchas risas. La noche fue pasando y tras finalizar con los dos platos, ella, que ya sabía que tocaba el postre, me sonrió esperando a que lo trajese.

+Que impaciente, Lula.

-Espero no encontrarme ningún anillo en el postre y ahogarme con él. -dijo riendo.

Cambie mi cara y ella me miró abriendo los ojos como platos.

-¿Me ibas a pedir matrimonio? -dijo susurrando.

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