El pasado.

203 21 6
                                    

Lunes 22 de marzo. 11:30.
Malú.

Aparqué el coche cerca del edificio, cogí mi paraguas y abrí la puerta, lo saqué y lo abrí inmediatamente para bajar del coche sin mojarme. Cerré el coche y caminé hasta el edificio bajó la gran tormenta. Cerré el paraguas y limpié mis zapatos mojados en los cartones de la puerta.

-Buenos días. -dije saludando a la recepcionista cuando entré-. ¿Me guardas el paraguas?

+Claro. -contestó ella..

-Gracias.

Me sonrió y me asomé para ver si estaba Pablo en la cafetería, y sí, se encontraba sentado en la barra de espaldas a mí. Entré y cuando me iba acercando vi como miraba por internet fotos de personas casándose en la playa. Sonreí y me acerqué a él, toquetee su espalda y él se asustó al sertirme.

+Que susto, Lula. -dijo al verme-. ¿No ibas a quedarte en casa con la que está cayendo?

-Yo también tengo que terminar un disco. -conteste sonriendo-. ¿Que haces mirando eso?

Él sonrió y apagó la pantalla del móvil.

+Imaginándonos. -se limitó a responder-. Quedan dos meses.

-Ya...

+Todavía no me creo que me vaya a casar contigo. -dijo moviendo el taburete, después abrió sus piernas y me coló entre ellas-. Hace nada recordaba la primera vez que nos acostamos.

-¿Y por qué? -pregunté sonriendo.

+¿Y por qué no? -respondió riendo, antes de besarme-. Tengo flasbacks contigo de vez en cuando...

-Y te pones cachondo...

+Eres una malpensada. No todos mis recuerdos son haciéndote el amor.

-¿Y qué recuerdas de vez en cuando? -pregunté mirándole y sonriéndole curiosa.

+Recuerdo cuando te hiciste pasar por china mientras pedías en un japonés... -respondió riendo-. O cuando te cortaste el pelo y te volviste loca porque te pasaste unos centímetros de lo qué querías. Cuando me presentaste a Lucía o cuando me enteré de qué estabas ingresada en el hospital al sufrir un aborto por mis gilipolleces...

-¿Por qué recuerdas eso? -dije cortándole.

+Porque es la que más me ha impactado. -respondió sonriendo-. Además me recuerda el miedo que he tenido a veces de perderte.

-No me perderás nunca. Estoy aquí para quedarme. -dije antes de besarle y apoyar la cabeza en su cuello-. Espero que nunca olvides todo lo que hemos vivido.

+Nunca lo haré, cariño, pero no hables como si te fueras a morir mañana... ¿por qué no te vas a morir mañana, no?

-Eres tonto, Pablo. -conteste pegándole un manotazo en el hombro, él volvió a reir.

+Me voy a ir al estudio porque estaba solo produciendo unas canciones y las he dejado a medias.

-¿Y Max?

+Se le ha indudado la cochera y no podía salir de casa.

-Jo, pues quédate un poquito más, sí no tienes a nadie que te obligué a trabajar.

+Pero tú sí, están Rubén y José arriba.

-No saben que venía y tampoco que estoy aquí. -respondí abrazándome de nuevo a él.

Sonrió y respondió a mi abrazo. Cuando escuché la voz de mi hermano, me separé de él, me di la vuelta y miré a José y al chico que le acompañaba.

Ángeles Caídos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora