Ángeles Caídos

Reencuentro.

*Aviso; es una novela totalmente inventada, nada que ver con la realidad, quiero decir, que las fechas no cuadrarían con la realidad porque cada uno está de gira y tal, así que eso jeje.*

3 meses después. 18 de marzo.
Narrador.

Habían pasado tres meses desde aquella fiesta, desde aquél entonces Malú y Pablo no habían vuelto a hablar. Él la bloqueó en WhatsApp y la silenció de todas sus redes sociales, y ella prefirió mantenerse al margen y seguir adelante sin mirar atrás. Ya lo había pasado mal en su anterior ruptura y está vez no iba a volver a pasar por lo mismo. Ambos habían comenzado su gira y cada uno había comenzado a trabajar en sus respectivos discos. Compartían estudio pero jamás coincidían, tanto amigos como familiares estaban al tanto de la actual relación y ninguno volvió a celebrar una fiesta para que ellos no se reencontrasen, hasta hoy. Está noche Pablo Alborán hacia una fiesta en su casa, iban a celebrar el final de su gira y los respectivos cumpleaños de Malú y Pablo, aunque ninguno de los dos lo sabían.
En lo sentimental, estaban en puntos distintos, Pablo volvió con Laura a los pocos días de aquella discusión pero nada más comenzar el año ella decidió terminar su relación y desde aquél entonces se quedó soltero. Mientras que Malú mantenía un rollo sin compromiso con Marcos. Ambos sabían que lo suyo no tenía futuro pero habían tantos sentimientos entre ellos que siempre estaban en ese tira y afloja. Trabajaban juntos en el estudio y alguna vez él se había encontrado a Pablo por allí, pero siempre cuando ella no estaba, hasta hoy. A Pablo le atormentaba la idea de volver a verla y decidió acudir al estudio sabiendo que ella estaba allí. No quería encontrarsela de golpe en casa de Alborán y disimular como si no hubiese pasado nada entre ellos.
Cuando llegó a la tercera planta del edificio, caminó por los pasillos y llegó hasta su box, donde estaba Max terminando de arreglar una de sus últimas canciones que había compuesto para el disco.

+Que sorpresa, Pablo. -dijo Max al verle-. No te esperaba, y más sabiendo qué...

-Por eso he venido, Max. -contestó Pablo cortándole.

+¿Quieres verla? -preguntó Max frunciendo el ceño.

-Sí. Está noche hay una fiesta en casa de Alborán y los dos vamos a ir... no me la quiero encontrar allí de golpe.

+No creo que te hablé.

-¿Por qué?

+¿No te acuerdas? No me vuelvas a hablar en tu vida, le dijiste.

-Claro que me acuerdo, Max, pero aquello fue una forma de hablar.

+Para ella no, Pablo. Encima ella ahora está...

-Ya sé que está con Marcos.

+También va a la fiesta. -dijo mirándole, a Pablo le cambió la cara-. Eso seguro que no lo sabías.

-No.

Pablo se sentó en un pequeño sofá, se echó agua en el vaso que había en la mesita y le dió un trago antes de volver a hablar.

-¿Y van en serio?

+No se, Pablo… Aquí siempre se les suele ver acaramelados pero yo no te puedo decir eso porque no se más de lo que veo.

-¿No te ha contado nada?

+Pablo, perdimos confianza hace años... si eso de vez en cuando sube a saludar y poco más...

-¿Y cómo sabes que va a la fiesta?

+Ayer vino Antonio y me lo dijo, por lo visto estuvieron hablando un rato.

Pablo asintió y dió por finalizada la conversación. Salió del box y bajó a la cafetería pero no entró al verles desde fuera. Malú y Marcos estaban sentados en una mesa, ella sujetaba un paño que colocó en su frente y él le dijo algo que la hizo reir. Pablo se conformó con ver eso y volvió por donde había venido. En el ascensor se le vino un recuerdo de cuándo él estuvo malo y ella estaba con él cuidándole, fue un día raro pero a la vez entretenido, y que no dejó de recordar durante la mañana.