| Nacimiento|
Jueves ,13 de abril del 2028.
Internacional St. Mary's Hospital, centro de Seúl.
3:45 am.El ajetreo hace del panorama algo sumamente llamativo, está perece ser una ciudad que nunca duerme. Simplemente todos corren por aquí y allá, luces moviéndose indistintamente por las autopistas. La entrada al centro médico está repleta de personas entrando y saliendo, uniformados y ambulancias que posiblemente traen a algún herido de alguna parte desconocida.
Un motor se apaga, la camioneta gris que aparca lentamente en el espacio vacio. Rápidamente hay movimiento dentro de este y la felíz pareja sale del vehículo.
— Espera, amor. Yo te ayudo — habló la castaña con gran nerviosismo, este era el gran día del que hablado desde mucho tiempo antes. Ella presurosa rodeó el coche para llegar a su esposa.
— Déjame puedo sola, Lisa. — ella incluso estaba más serena que la mencionada, le había dado risa su expresión al bromear con ella hace unas horas diciendo que tenía contracciones mientras platicaban sobre temas banales.
— ¿Estás segura? Mm, no creo que -... ¿No te duele aún , cierto? — la preocupación de la castaña se había vuelto real cuando eso de las contracciones se pasaron a la realidad dejándola a ella y a la misma Jennie por ello. Quizás y si había eso de 'atraes lo que dices '.
Pero descuiden no pasó de allí, ellas llamaron a su obstetra y este les mando inmediatamente a pasar al hospital más cercano, refiriendolas a un colega suyo, que le ayudaría a él , posteriormente, a llevar el procedimiento que se había pautado a el dia siguiente. Es decir, su cesárea estaba pautada para el catorce, pero bueno esas niñas iban a nacer un día antes. No había algún problema pero por la preocupación de las madres se adelantaría. El doctor dijo que no había problema y por ello.
He aquí. Todo estaba listo y ambas madres se encontraban en las horas previas deo nacimiento de sus hijas.
— De verdad, estoy bien — negó con la cabeza, apretando sus labios juntos, Lisa la miraba sosteniendole la puerta para ella, se moría por reír ante su extremo cuidado, pero no le parecía justo cuando veia el temblor ligero en sus manos. Su mujer estaba muy emocionada por ésto, que después de tantos meses podrían ver y tocar a sus hijas. — todo esto será facil, nada malo pasará ¿Ok?.
La consoló ella, al tiempo que extendía su mano hacia la de Lisa, y se apoyaba de esta para poder poner un pie sobre el asfalto. Su mujer le sonrió al sentir su calida palma y la atrajo hacia ella como si creyera que era de cristal.
— Sabes que no dejaré de preocuparme, hasta que sepa que ustedes están bien — confesó la castaña haciendole saber a su esposa una vez sobre sus pensamientos. Jennie no necesitaba que se lo recordara pero sabia que eso haría que se calmara un poco. Y si era curioso que fuera ella la que estaba de los nervios, en lugar de ella.
Estuvo todo el camino al hospital tratando de distraerla. Hablando sobre los misteriosos nombres que aún ella aún no le había revelado. Su mujer era una cosita muy tierna cuando de ese tema se trataba, y buscaba convencerla de decirle cuáles eran. Y si, nadie más que la pelinegra sabía, ella no se lo había dicho a nadie y muchos le preguntaban porque y ña coreana siempre les terminaba diciendo que era parte de una 'penitencia' que había iniciado sobre su esposa como consecuencia de que ella no le ayudase a elegir, sus familiares lo vieron como algo entrañable de la pareja pues era otra cosa más que añadía a la imagen que tenían del matrimonio. Por varios ya habían visto lo puro y dulce que era su amor, y lo mucho que han crecido juntas, ellas eran adoradas por ambas familias y se llevaban mucho la atención de ellos.
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¿Cómo decirle que la amo?
FanficUn grupo de amigas que han compartido casi toda su vida juntas. Lisa, una de ellas de un momento a otro empezó a descubrir sentimientos que nunca antes llegó a sentir por alguien, y ese "alguien" era una de sus mejores amigas, Jennie. Esa chica dulc...