Pasado el tiempo, la relación entre Nirvana y los dos sequitos fue mejorando de a poco, ayudaba en lo que podía, más no se involucraba en sus deberes de demonios.
Y así llegamos hasta éste punto, en el cual se encuentra Nirvana tomando té en el club de lo oculto junto a Akeno y Rias.Akeno: Ara ara, Nirvana-kun, no seas tan duro...
Rias: Estás siendo un poco brusco...
- Nirvana se encontraba leyendo un libro, y pasaba las páginas un poco fuerte ya que no podía encontrar una parte divertida.
Nirvana: Esto es totalmente aburrido...
Rias: Tal vez haya algo más interesante en la biblioteca, deberías ir a ver.
Nirvana: Tienes razón, iré a ver.
- Se levantaría y simplemente se iría, no sin antes agradecer el té a Akeno
Akeno: Supongo que hoy es el día en el que vendrá él.Rias: Si, no quiero que Nirvana se Involucre, él ya nos advirtió de no meterlo en temas de demonios
- Simplemente se quedarían en silencio esperando a sus invitados.
Mientras tanto Nirvana se encontraba caminando por los pasillos de la academia en busca de la biblioteca, sin embargo, se encontraría con Sona que iba cargada de libros y papelesNirvana: Sitri, deja que te ayude
- Tomaría más de la mitad de las cosas que cargaba Sona
Sona: Gracias, Nirvana-san. ¿Qué te trae por aquí? usualmente estás con Rias
Nirvana: Iba hacia la biblioteca pero aprovechando éste momento iré con ustedes. Escuché que eras muy buena en ajedrez.
Sona: ¿Acaso quieres jugar contra mi?
Nirvana: Así es, puede ser interesante
Sona: Te advierto que perderás
Nirvana: Eso nadie lo decide, solo yo puedo decidir si pierdo o no.
- Finalmente llegarían a la sala del consejo estudiantil. Estaban los 2 solos, así que Nirvana tomaría asiento esperando que sona prepare el ajedrez. Una vez listos, ambos comenzarían a jugar.
En el vibrante enfrentamiento entre Sona Sitri y Nirvana, el tablero se convirtió en un campo de batalla estratégico. Sona, con su reputación táctica, avanzó con cautela, desplegando sus piezas para controlar el centro del tablero. Nirvana, un rival desconocido pero formidable, respondió con movimientos meticulosos, revelando una sorprendente comprensión del juego. A medida que la partida avanzaba, Nirvana desplegó una combinación sorprendente, sacrificando una pieza para abrir líneas y exponer la posición de Sona. La táctica inesperada tomó por sorpresa a Sona, quien se encontró en una situación defensiva comprometida. Nirvana continuó presionando, aprovechando cada debilidad en la defensa de Sona. A pesar de los esfuerzos de Sona por reorganizarse, la astucia de Nirvana en el juego medio le permitió acumular una ventaja material significativa. En la fase final de la partida, Sona luchó valientemente para revertir la situación, pero Nirvana demostró una habilidad implacable al convertir su ventaja en un ataque letal. Con un mate imparable en el horizonte, Sona reconoció la inevitable derrota.Sona: Yo perdí... cómo es posible ésto...
Nirvana: Gané no solo por movimientos astutos, sino porque entendí tus patrones y predicciones. Jugaste según las expectativas convencionales, pero yo traje un enfoque único y sorprendente. Sacrificar una pieza no siempre es una pérdida; a veces, es la clave para desencadenar un ataque imparable. En el ajedrez, como en la vida, la capacidad de adaptarse y pensar más allá de las convenciones es lo que marca la diferencia. Espero que esta partida haya sido un recordatorio de la imprevisibilidad del juego y la belleza de las estrategias no convencionales
Sona: Ya veo...
- Nirvana con un pequeña risa dejó reflexionar a Sona, pero repentinamente sintió 2 energías nuevas, y una que era más fuerte que las demás. Tales energías venían del club de lo oculto
Nirvana: Muy bien, pequeña Sitri, fue muy divertido, pero tengo que ocuparme de unos asuntos.
- Nirvana simplemente desapareció. Al rato Nirvana estaba en club de lo oculto, en una zona oscura del segundo piso observando todo.
En la penumbra del Club de lo Oculto, donde los secretos se entrelazaban con la magia y el misterio, Raiser Phoenix hizo su entrada sin que nadie lo percibiera. Su figura se deslizó como una sombra, desafiando la atención de aquellos que estaban absortos en sus propios encantamientos y conspiraciones.
Vestido con ropas que absorbían la luz, Raiser caminaba con la gracia de un conjuro olvidado, y su cabello rojo como el fuego ardía con una intensidad que desafiaba la naturaleza del propio lugar. Sus ojos, profundos y enigmáticos, exploraban la estancia sin ser notados, como si poseyera el don de la invisibilidad.
Desde un rincón más oscuro aún, Nirvana observaba en silencio. Sus movimientos eran tan sigilosos como las sombras que lo acogían, y su presencia se mantenía en el filo de la percepción, nunca detectada por los sentidos agudos de aquellos que buscaban revelar los secretos del club.
Mientras Raiser se sumergía en la atmósfera encantada del lugar, la figura esquiva de Nirvana permanecía oculta, como una sombra entre sombras. En este rincón de magia y misterio, la trama se entretejía con el suspense de lo no revelado, donde el enigma de Nirvana persistía sin ser descifrado por aquellos que danzaban en el Club de lo Oculto.
Raiser: Mi amada rias, finalmente he llegado
Rias: Es un placer verte otra vez, Raiser
- Con un humor terrible, Rias, saludaria a Raiser.
Raiser: Ya estás lista para nuestro matrimonio?
Rias: Claro que no, nunca me casaré con alguien que no amo. Y lamento no haberte saludado, Grayfia-sama
- Grayfia Lucifuge, la dama demoníaca de porte imponente, hizo su entrada con una gracia que desafiaba incluso la oscuridad que la rodeaba. Vestida con una elegancia sobrenatural, Grayfia irradiaba una aura de autoridad y sofisticación. Su cabello oscuro caía en cascadas perfectas, y sus ojos, intensos y serenos, observaban el tumulto del club con una penetrante calma.
Grayfia: No se preocupe, señorita Rias. Ahora sin más, demos inicio a lo que hemos venido...
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Mi razón de existir
Random¿?: Oye Elohim, ¿crees que debería morir? Elohim: ¿Por qué dices eso? ¿?: Mi vida no tiene sentido, he estado aquí por no sé cuanto tiempo, soy incluso más antiguo que tú, y aún así no sé qué sentido tiene mi vida... Elohim: Nirvana... sólo tú pued...