Mi razón de existir

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El clima del combate se cambió totalmente ante el nuevo poder de kiba, la energía que emitía la nueva arma era algo que era imposible que exista, la energía sacra y la demoníaca no podían coexistir en armonía, pero eso ahora podía ser cuestionable ya que la nueva arma de kiba rompía ese estereotipo.

Rias: Kiba...

- No tenia palabras ante lo que estaba viendo, su caballero, uno de sus primeros ciervos había alcanzado un nuevo poder. Admitía que la hacía sentir muy feliz por él, pero a la vez estaba preocupada, la energía sacra que emitía la espada podría herirlo.

Kiba: Freed, prepárate, ya estoy listo para el combate!!!

- En la penumbra del campo de batalla, Kiba desplegó su Balance Breaker con un resplandor deslumbrante, una amalgama de energía divina y demoníaca que emanaba de su ser. El suelo temblaba ligeramente bajo sus pies, mientras la poderosa arma lo envolvía en una aura que fusionaba lo celestial con lo infernal.

Con determinación ardiente en sus ojos, Kiba avanzó hacia el exorcista Freed, cuya figura se destacaba en la distancia. La espada sagrada que sostenía titilaba con una luz resplandeciente, una manifestación de su dedicación a erradicar cualquier amenaza que haya hacia sus compañeros

El choque de las fuerzas opuestas era inminente. Kiba, ágil como el viento, se lanzó hacia Freed con una velocidad que desafiaba la percepción humana. La hoja de su espada, imbuida con el poder divino y oscuro de su Balance Breaker, cortaba el aire con una precisión milimétrica.

Freed, por otro lado, adoptó una postura firme y serena, listo para recibir el embate. Sus habilidades exorcistas resonaban con una conexión profunda a lo sagrado, y sus ojos reflejaban el nerviosismo que sentía, con cada ataque iba perdiendo terreno

El estruendo del choque resonó como un trueno, y la energía desatada llenó el aire con chispas centelleantes. Kiba y Freed se enzarzaron en una danza frenética de acero y poder divino, cada uno luchando por imponer su voluntad sobre el otro. Cada movimiento estaba calculado, cada golpe llevaba consigo la intensidad de dos mundos en colisión.

El campo de batalla se convirtió en un escenario de destellos y sombras, donde la dualidad de Kiba como portador de la luz y la oscuridad se manifestaba con una magnificencia impresionante. Freed, con tenacidad inquebrantable, resistía cada embestida, aprovechando su experiencia exorcista para contrarrestar los ataques del Balance Breaker de Kiba.

Mientras el conflicto se prolongaba, el equilibrio de fuerzas pendía en el filo de la realidad. Ambos contendientes estaban decididos a demostrar la superioridad de sus creencias y habilidades, y el destino del enfrentamiento yacía en la balanza, fluctuando entre la luz redentora y la sombra persistente.

Kiba: Esta es mi victoria!!!

- Listo para terminar con la lucha, Kiba trataría de cortar el pecho de su oponente. El miedo de reflejó en los ojos de Freed.

Freed: Jefe, ayúdeme!!!

- Un fuerte grito se escucharía, para que luego Kiba sea golpeado por una lanza de luz que venía de la dirección de donde se llevaba a cabo la batalla de kokabiel y Airi. Kiba no pudo resistir el ataque, por lo que la lanza lo terminó arrastrando por todo el campo de batalla hasta que terminó explotando en un haz de luz. De la explosión, saldría un Kiba que aún se mantenia de pie, pero antes de poder dar un paso, caería de rodillas muy dañado, perdiendo en el proceso su Balance Breaker.

Kokabiel: No puedes hacer nada bien, inútil!!!

- Todos finalmente verían a Kokabiel, habían dejado de ver su combate para ver lo que hacía Kiba. Grande fue la sorpresa al ver el estado de Airi, que estaba muy dañada, siendo tomada del cuello por un Kokabiel que parecía intacto. Ante la sorpresa de ver a la más fuerte de entre ellos, derrotada ante el cadre, los cerveros aprovecharon ese descuido para atacar a las exorcistas, que recibieron el golpe de lleno, soltando sus armas en el proceso, que serían tomadas por los cerveros, que las llevarían ante Kokabiel, no sin antes recoger al derrotado Freed.