Mi razón de existir

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Airi: ¿Qué demonios es esto?

Elsha: Lo que estás viendo son todos los portadores que tuvo Draig. La boosted gear resguarda la conciencia de sus portadores, la mayoría cae en la cadena de odio de la boosted gear, y toda esa intensión malvada es enviada a su próximo portador. Solamente nosotros tres logramos escapar de esa cadena de odio.

Belzard: Ambos fallamos en intentar salvarlos, pero fallamos, así que llegó tú momento de intentar salvarlos

- Airi estaba sin palabras, no comprendía muy bien a lo que se refería, ella solamente sabía que tenía que desbloquear la boosted gear, pero nunca se le pasó por la cabeza que sería tan grande el problema

Airi: ¿Pero qué tengo que hacer? No entiendo nada...

Elsha: Escucha Airi-chan, solamente tienes que hablar con ellos, intenta hacerles entender que no todo es poder y odio.

Airi: Lo dices como si fuera fácil.

- Airi a paso lento se dirigiría a un lugar donde todos podrían escucharla y verla.

Belzard: Te apuesto todo lo que tengo a que ella también falla.

Elsha: Eres muy pesimista, Belzard, confía en Airi-chan. Ella es diferente, si el Hakaishin no la ha asesinado, es porque ella es diferente, ella es especial.

- Airi estaba tiesa, no sabia que decir, se sentía pequeña ante todas esas personas que la observaban con miradas de muerte.

Airi: Bueno, no sé como comenzar, pero mi nombre es Airi Hyōdō, soy la actual portadora de Draig, y bueno, por lo que escuché, también de los pocos que pudo salir de esa cadena de odio...

- Mientras Airi los observaba, los antiguos portadores de Draig poco a poco iban soltando sus auras que de a poco rodeaban a Airi. Ella no comprendía lo que estaban haciendo, pero poco a poco esa aura comenzaba a envolverla haciendo que el cuerpo de Airi comience a recibir descargar de energía negativa, era todo el odió y intenciones maliciosas que tenían los anteriores portadores.

La mente de Airi era un escándalo, solamente se escuchaban palabras sin sentido mientras que todas esas intenciones la hacían perder la conciencia de a poco, parecía que intentaban envolverla en esa cadena de odio por la fuerza.

Siempre fue así...

Somos el sekiryuutei, tenemos que ser el más fuerte...

No hay vuelta atrás...

Poder...

Mátalo...

Tienes que matarlo...

Y así cientas de palabras seguían y seguían invadiendo la mente de Airi que estaba arrodillada en el suelo tomándose la cabeza tratando de soportar todas esas malas intenciones que la invadian.

Mientras tanto, lejos de eso, se encontraban Elsha y Belzard observando todo con tranquilidad.

Elsha: No intervengas, si las cosas se hacen más fuertes, recién intervendremos.

- Diría seriamente mientras tomaba del hombro a un Belzard que estaba avanzando hacia donde estaba Airi, pero al momento de escuchar esas palabras, solamente se quedaría estático en su lugar mientras observaba con determinación a Airi que estaba apoyando su cabeza contra el suelo en un intento de resistir.