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Tiamat: ¿Amo, cómo conoció a Odin?

- La repentina pregunta de Tiamat sacó a Nirvana de su ensimismamiento mientras observaba las vistas que les brindaba la sala de espera hacia la ciudad de Asgard. Tomó un momento para procesar la pregunta antes de responder, recordando el encuentro que había tenido con el poderoso Odin.

Nirvana se volvió hacia Tiamat, una chispa de recuerdo brillando en sus ojos, y comenzó a relatar la historia de cómo conoció a Odin. Narró el encuentro con detalles vívidos, describiendo la majestuosidad del dios nórdico y la impresionante presencia que emanaba de él.

Explicó cómo su encuentro con Odin fue resultado de una serie de eventos fortuitos, que los llevaron a cruzar caminos en medio de un desafío que enfrentaban juntos. A medida que avanzaba en su relato, la sala de espera parecía desaparecer a su alrededor, sumergiéndose en las memorias del encuentro con el líder de los Aesir.

Tiamat escuchaba atentamente cada palabra de la historia, absorbida por la narración de su amo. Su curiosidad por conocer más sobre su pasado y sus encuentros con los dioses de Asgard se reflejaba en sus ojos centelleantes, mientras esperaba ansiosamente escuchar el desenlace de la historia.

Nirvana: Tiamat, mi encuentro con Odin fue un giro inesperado en mi viaje en busca de la razón de la existencia. Sucedió en un lugar que ni siquiera estaba en mis planes visitar, un rincón remoto y olvidado por el paso del tiempo. Era un lugar donde los límites entre los reinos se desdibujaban, donde el poder y la magia se entrelazaban en una danza eterna.

Tiamat: ¿Qué pasó entonces?

Nirvana: Estaba absorto en mis reflexiones cuando de repente percibí la presencia de alguien más en aquel lugar solitario. Y allí estaba él, Odin, tan sorprendido como yo de encontrarnos en ese lugar enigmático. Nos miramos con una mezcla de curiosidad y respeto, conscientes del significado de nuestro encuentro.

Tiamat: Debe haber sido un momento único.

Nirvana: Lo fue, Tiamat. Hablamos durante horas sobre los misterios del universo, intercambiando ideas y conocimientos como dos almas errantes en busca de respuestas. Odin compartió conmigo su visión del mundo, sus sueños y sus temores, mientras yo le revelaba mis propias experiencias y descubrimientos en mi eterna búsqueda.

Tiamat: ¿Y qué conclusiones sacaste de ese encuentro?

Nirvana: Descubrí que incluso los dioses más poderosos tienen sus propias preguntas sin respuesta, sus propias dudas y anhelos. Fue un recordatorio de que la búsqueda de la verdad es un viaje interminable, una odisea que nos lleva por caminos inesperados y nos conecta con seres extraordinarios como Odin.

- Mientras Nirvana y Tiamat aguardaban en la sala de espera del Palacio de los Dioses Aesir, el ambiente estaba cargado de una expectación palpable. Las paredes de mármol blanco estaban adornadas con intrincados grabados que contaban las hazañas de los dioses, y el suelo de mosaicos reflejaba la luz de las antorchas en una danza de destellos.

En el centro de la sala, una fuente de agua cristalina burbujeaba suavemente, llenando el aire con el suave murmullo de sus aguas. Tiamat se sentó con gracia en uno de los bancos de piedra, mientras Nirvana permanecía de pie, con los brazos cruzados sobre el pecho, esperando con paciencia la llegada de Brünnhilde con Odin.

Los minutos pasaban lentamente mientras el silencio se prolongaba en la sala, interrumpido solo por el suave chapoteo del agua de la fuente. Tiamat se impacientaba ligeramente, jugando con su cabello con inquietud mientras observaba la puerta con expectación.

Finalmente, el sonido de pasos resonó en el pasillo exterior, y la figura imponente de Brünnhilde apareció en el umbral de la puerta. A su lado, caminando con paso seguro, estaba Odin, el Padre de Todos, con una expresión serena pero autoritaria en su rostro.

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