Miles de años en el pasado
Hace milenios, en un tiempo olvidado por muchos, el mundo sobrenatural se encontraba inmerso en una era de turbulencia y conflicto sin precedentes. En todos los rincones de los reinos mágicos, desde las vastas llanuras hasta los densos bosques y los picos nevados, se desencadenaban una serie de eventos que sacudían los cimientos mismos de la existencia.
Las fuerzas del bien y del mal chocaban entre sí en una lucha eterna por el dominio, arrastrando consigo a los más débiles y vulnerables en medio del caos. En esta era de incertidumbre y peligro, los destinos se entrelazaban de manera impredecible, y tanto inocentes como culpables se veían atrapados en un torbellino de eventos que trascendían la comprensión humana.
Desde las sombras más oscuras hasta los reinos más elevados, cada rincón del mundo sobrenatural era escenario de intriga y confrontación. En medio de este panorama tumultuoso, las vidas de seres mortales e inmortales se entrelazaban de maneras inesperadas, tejiendo una red de relaciones y alianzas que moldearían el curso de la historia.
Para los más débiles y desfavorecidos, era un tiempo de peligro y desesperación, donde la supervivencia dependía de la astucia y la valentía para enfrentar los desafíos que se presentaban. Sin embargo, también era una época de oportunidades y descubrimientos, donde aquellos dispuestos a desafiar el status quo podían alcanzar grandes hazañas y dejar una marca indeleble en el tejido del universo sobrenatural.
Los dragones, la raza más temida y respetada de todas, seres sumamente poderosos que viven para luchar. Esta raza ha estado moviendo el mundo sobrenatural desde hace varios años debido a la aparición de distintos dragones que rompieron las barreras del poder, uno de los mayores ejemplos son los proclamados dragones celestiales, aquellos que con su poder pueden derribar a aquellos que se creía que era el pináculo del mundo, los dioses.
Sin embargo, la repentina llegada de éstos proclamados dragones celestiales no fue el único golpe al mundo sobrenatural por parte de ésta poderosa raza, sino también la llegada de otros espécimen que poco a poco iban escalando con su poderío, uno de éstos espécimen era el dragón Tanin, también conocido como el dragon del meteoro, llamado así por su inmenso poder que fulminaba la tierra como si fuera un meteoro. Otro gran ejemplo es una dragona, a comparación de los espécimen macho de su raza, ésta dragona era sumamente agresiva y su inmenso poder crecía sin límites, la dragona llamada Tiamat.
En algún lugar del mundo sobrenatural.
Entre el vasto paisaje de este lugar desconocido para el mundo, se erguían gigantescas montañas, majestuosas y imponentes, como guardianes eternos de un territorio olvidado por el tiempo. Sus cimas tocaban los cielos, desafiando con orgullo las alturas más inalcanzables, mientras que sus laderas escarpadas descansaban sobre los valles serenos que se extendían a sus pies.
El paisaje estaba adornado con una flora exuberante y diversa, donde enormes árboles se alzaban hacia el cielo, ofreciendo refugio a innumerables criaturas que habitaban entre sus ramas. Las flores de colores brillantes salpicaban el suelo con su belleza, creando un espectáculo visual que cautivaba los sentidos y llenaba el aire con su fragancia embriagadora.
Este era un lugar único en el mundo, un santuario de la naturaleza donde solamente los más valientes y temerarios tendrían el coraje de aventurarse. Aquí, en medio de la belleza indómita y la majestuosidad salvaje, se escondían secretos ancestrales y poderes antiguos, esperando ser descubiertos por aquellos lo suficientemente intrépidos para desafiar lo desconocido.
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Mi razón de existir
Random¿?: Oye Elohim, ¿crees que debería morir? Elohim: ¿Por qué dices eso? ¿?: Mi vida no tiene sentido, he estado aquí por no sé cuanto tiempo, soy incluso más antiguo que tú, y aún así no sé qué sentido tiene mi vida... Elohim: Nirvana... sólo tú pued...