Números 27:23 | Las hijas de Zelofehad

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27 de abril del año 2022

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27 de abril del año 2022


Por alguna razón, cuando llegué a la primera parte de este capítulo pensé que Dios negaría la petición de las hijas de Zelofehad.

Ellas, viéndose omitidas en la herencia de los hijos de Israel, presentaron a Moisés su petición y esperaron que Moisés elevará el problema a Yavé. No sé por qué pensé que la herencia sería solo para varones, que por eso ellas no recibirían nada.

Durante unos segundos, mi mente susurró: "No van a recibir nada porque son mujeres y siempre se ha visto a la ley bíblica favorecer al varón en estos temas". Tal vez no sea un pensamiento tan desencaminado (según lo que voy leyendo hasta ahora, aclaro), pero cuando seguí leyendo y encontré las palabras de Yavé como respuesta a Moisés, quedé: O_O

"Las hijas de Zelofehad tienen razón".

Y Yavé autorizó a Moisés darles su herencia, y además dio medidas previsorias en caso no haya un hijo en la familia que tenga herencia. Dársela al pariente más cercano.

Sí, la primera opción siguió siendo el hijo o el hermano o el padre, etc., pero noté que Yavé no tiene la clase de prejuicio que nosotros tenemos en la cabeza. Pudo evaluar la petición con neutralidad y justicia y eso, creo yo, se debió en gran parte a la forma en que las hijas de Zelofehad actuaron.

Ellas no se quejaron ni murmuraron contra Dios, como solía hacer el pueblo israelita por el pan repetido y la carne. Ellas no exigieron, creyéndose dueñas y señoras de su heredad. Ellas hicieron lo más sabio y prudente: plantear el dilema a Moisés y dejar que este lo presentara a Dios.

La decisión tomada por Yavé me dejó con un buen sabor de boca. Tal vez deberíamos luchar contra el machismo desde nuestra mente primero: dejando de pensar como víctimas, dejando de pensar que si algo no nos favorece es seguramente porque somos mujeres. Solo cuando hagamos eso y evaluemos lo que nos sucede con neutralidad, podremos ver lo que es realmente justo. Y podremos, mujeres y hombres, aceptar nuestras diferencias sin pensar que alguno de nosotros es superior al otro.

MPLB: Mi Primera Lectura BíblicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora