Deuteronomio 23:25 | La viveza

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21 de mayo del año 2022

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21 de mayo del año 2022


Creo que la viveza es el peor mal.

Es el peor mal porque se le puede confundir con astucia y, a veces, es inofensiva. Es la viveza la que hace que alguien busque algo que le va a beneficiar, creyéndose muy listo por hacerlo y sin darle seriedad al asunto.

A veces, realmente es inofensiva. No produce un daño realmente sustancial. Actúas con viveza cuando aprovechas que tus hermanos fueron a jugar para apoderarte del control remoto, sabiendo que luego volverán a ver TV todos juntos y que el tiempo que uses la TV estando solo no cuenta. Si tus hermanos lo descubren, te van a reclamar, pero luego pueden reírse del hecho y tenerlo como una anécdota simpática. Debieron especificar que el tiempo individual con la TV también contaba, ¿verdad? ¡Técnicamente no hiciste nada malo! xD

Pero la viveza es también un arma de doble filo, porque cuando nos acostumbramos a emplearla siempre, podemos caer en el aprovechamiento y podemos, sin darnos cuenta, estar burlándonos de los demás.

Ya cuando eres adulto, ya cuando los problemas a resolver no son el tiempo que ves televisión, pasarse de vivo puede ser bajo. ¿Qué pasa cuando el problema es que tu hermano no sacó bien las cuentas de una deuda y te pide menos dinero del que en realidad le debes? ¿Qué pasa cuando se trata de una competencia limpia y tú tienes el impulso de hacer trampa?

Cuando crecemos, el calibre de los asuntos con los que lidiamos crece con nosotros. Y la magnitud de nuestra viveza crece con nosotros.

Vaya serpiente rastrera, la viveza, disfrazándose de astucia.

¡Incluso vivimos en una sociedad que, si no tienes viveza, te acusa de ingenuidad!

Es toda una hazaña en la sociedad actual que otros reconozcan que eres inteligente y sabia(o) a la vez que desdeñas la viveza. Tal vez el punto adecuado sea tener apenas una pizca de ella, la suficiente para que los "vivos" y "vivas" del mundo no nos engañen. El tipo de "viveza" que usó Jesús cuando los fariseos pretendieron arrinconarlo con preguntas.

He ahí, el balance. Eso es comer todo lo que quieras si tú hermano te invita a su viñedo, pero no caer en la viveza y el aprovechamiento de llenar tus bolsillos con lo que tu hermano te invita de buena fe.

Seamos astutos, pero no nos aprovechemos.

MPLB: Mi Primera Lectura BíblicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora