1 Samuel 12:25 | El Rey benévolo

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3 de julio del año 2022

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3 de julio del año 2022


Larga vida al Rey.

¿Cómo? ¡En la reflexión anterior condenaste a las monarquías, Oveja!

Lo sigo haciendo. Es obvio que me refiero al único Rey que sirvo: Yavé.

Hablo de mi Yavé benévolo, quien me sorprendió en este capítulo.

Francamente, esperaba leer que Saúl resultaría ser un rey despiadado y que esclavizaría a Israel. Empero, no fue así. Sí, el pueblo vio cosas que hicieron que renegara de Saúl, pero no cosas de la magnitud que yo esperaba. Esto me sorprende porque siempre se habla de lo estricto e iracundo que es Dios.

¿Por qué no hablan también de lo benévolo que es? ¿Por qué circula solo información incompleta?

He notado aquí, en las palabras de Samuel al pueblo, una piedad inenarrable. No solo Yavé atendió los pedidos del pueblo, sino que Samuel les advirtió sobre la manera en que las cosas se torcerían si ellos no ponían de su parte.

Y, por si fuera poco, estuvo dispuesto a mostrarles el camino adecuado.

Tan pronto como empiezo a pensar que conozco a Yavé, leo algo que consigue sorprenderme. Y esto me hace recordar el libro "Man, Myth, Messiah" (Hombre, Mito, Mesías), donde el autor reflexiona respecto al amor de Dios. Él habla sobre la necesidad de castigos cuando hay pecado (aunque yo prefiero llamarlos "pago"), pero también menciona la redención y la misericordia.

Para explicarlo de forma simple: la ley divina aplica a todo el mundo y Yavé, en el mayor acto de consecuencia, respeta su propia ley. Aun así, la ley incluye formas de redimir un pago, para que exista piedad pero esta no anule a la justicia. Por ejemplo, si yo he matado a alguien, tengo que pagar lo justo. Puede ser con mi vida, y sería así si no existiera la gracia. Es gracias a la piedad y benevolencia de Yavé que puedo aprender de mi crimen y arrepentirme, transformar mi vida por completo. Entonces la ley me da la opción de, si obtengo redención, hacer el pago justo a la muerte con el sacrificio de un animal, con un derramamiento de sangre que no sea mío. Puedo redimirme a través de una sustitución.

Se habla mucho de lo sangriento que es el antiguo testamento, pero si me detengo a pensarlo, es también el que muestra más directamente la justicia y amor de Yavé.

Y yo puedo hacer muchas observaciones respecto a cómo las costumbres antiguas no siempre encajan con los progresos de nuestro tiempo (respeto a la mujer, no esclavitud, etc.), pero también reconozco que las leyes fueron hechas para encajar en la época en que debían encajar y que fueron y son una muestra de lo mucho que Yavé nos ama.

Yo puedo detestar las monarquías mundanas, pero eso nunca va a impedir que reconozca como Rey benévolo a Yavé.

Porque lo es.

MPLB: Mi Primera Lectura BíblicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora