Levítico 24:23 | Ojo por ojo, diente por diente

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10 de abril del año 2022

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10 de abril del año 2022


Este capítulo también merece una reflexión. En realidad, deseo rumiar sobre la naturaleza de Yavé.

En este capítulo, Yavé le dice a Moisés que los humanos han de pagar vida por vida. Y que han de restituir a un animal que maten, por un tema de igualdad y justicia. Los castigos habían de ser severos, pero justos.

Al leer, no pude evitar pensar en las enseñanzas de Jesús, porque hay una diferencia entre la forma severa del padre y la forma compasiva del hijo. No es una diferencia repudiable para mí, sino que me hace pensar con mayor amplitud en la naturaleza de Dios y la diferencia entre estas dos facetas suyas.

También hace que me cuestione si, acaso, Yavé es capaz de cambiar. No en el sentido de cambiar sus afectos y su esencia, sino en el sentido de tener en cuenta la situación del mundo conforme el mundo va cambiando inevitablemente. Cuando el pueblo de Israel dejó Egipto, ellos estaban acostumbrados a y veían con normalidad la naturaleza del castigo. Yavé sabía que así era como debía ser y los guio para que fueran limpios de pecado por sí mismos.

Pero cuando Jesús fue enviado, el mundo era diferente. No solo el pecado era más grande y fuerte, sino que la gente había descuidado mucho su fe. Jesús, que era y es parte de Yavé, no vino a fomentar la mentalidad del castigo (aunque cabe resaltar que no vino a abolir la ley, sino a CUMPLIRLA). Vino a enseñar la mentalidad del perdón y del amor. No fue severo, sino que nos recordó la esencia de las reglas en lugar de las reglas en sí mismas. Nos recordó que el amor es la base de todo y que de nada sirve cumplir las otras reglas si no se comprende la naturaleza del amor. Él vino a morir para limpiar el pecado, Yavé limpió el pecado a través de él en lugar de seguir permitiendo que la gente lo limpiara por sí misma.

¿Por qué? ¿Es que, acaso, el pecado era tan poderoso que la única opción era un sacrificio igualmente poderoso? ¿Es que, al ser Jesús un hombre, comunicó el mensaje de Yavé de un modo que la humanidad de esa época realmente pudiera comprender?

Ellos ya no eran esclavos, se burlarían de los castigos. Tal vez incluso veían el castigo como algo negativo en esa época, hm. No lo sé.

Si cualquiera de las dos últimas preguntas que hice más arriba tiene como respuesta un sí, me pregunto qué clase de expiación Yavé tiene planeada la siguiente vez. Teniendo en cuenta cómo es ahora el mundo..., ¿qué tan diferente será esta vez a las veces anteriores? ¿Qué cambios habrá, si es que ha de haberlos?

Tal vez Jesús fue piadoso porque, al ser una parte de Yavé, estaba destinado a ser la parte de Yavé que ama. La parte más humana, la que tiene el rasgo único que nos fue regalado a los humanos: el amor.

Tal vez Yavé no cambia por nada, excepto cuando él desea cambiar de idea. Tal vez tiene nuestra misma capacidad de amar, crecer y adaptarnos a cualquier cosa. Tal vez.

Sea cual sea la respuesta, realmente deseo que la siguiente vez que Yavé nos dé expiación (si es que no nos la dio ya con Jesús, también hay que tener esa corriente de pensamiento en cuenta), no se trate de "ojo por ojo, diente por diente", porque el amor y la compasión son algo demasiado precioso como para no fomentarlo. Cuando amamos y cuando damos es cuando más nos parecemos a él. 

MPLB: Mi Primera Lectura BíblicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora