Jueces 11:36 | La hija de Jefté

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24 de febrero del año 2022

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24 de febrero del año 2022


Valentía y sentido del deber son dos cosas que no para todos van de la mano. Hay quienes son valientes pero carecen de sentido del deber. Hay quienes tienen sentido del deber pero carecen de valentía.

Esta entrada es una reflexión mía sobre la valentía de la hija de Jefté. Y de Jefté, sí, pero más de su hija. ¿Por qué? Porque, sí, es increíble que él mantuviera su palabra a pesar de todo y tratándose de su hija única, pero me parece incluso más increíble el valor de la muchacha (es una lástima que no se mencione su nombre). ¿Cuántos de nosotros enfrentarían la muerte con honor, siendo que alguien más hizo esa promesa en primer lugar? ¿Cuántos de nosotros no se indignarían por tener que cumplir una promesa en la cual ni opinamos ni tuvimos nada que ver?

Yo no sé si tendría esa valentía y ese sentido del deber. Esa entereza, esa cabeza fría, vamos. Se requiere de sabiduría también. La capacidad de reconocer que, si eres tú la indicada o el indicado, es porque Dios te colocó en ese predicamento por una razón.

Esta vez creo que lo que Yavé quería era corroborar que Jefté era un hombre de palabra. Creo que la hija de Jefté fue muy sabia al reconocer esto, muy inteligente al saber cómo negociar los términos y condiciones de su propia muerte y muy valiente al no escapar de ella. Y prudente al no resistirse a la voluntad de Dios o intentar disuadir a su padre, siendo que Jefté ya debía estar teniéndolo bastante difícil.

Sabia, inteligente, valiente y prudente.

¿Se puede tener esas cuatro virtudes a la vez?

Si la hija de Jefté pudo, tal vez..., solo tal vez, nosotros también podemos.

MPLB: Mi Primera Lectura BíblicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora