La puerta se abre y un gran grupo de personal médico sale de la habitación. Muecas agradables y otras más preocupadas, por lo que no saben si alegrarse o tener miedo.— Doctor, ¿cómo está nuestro hijo?
Él les ofrece la sonrisa más calida que pudieron haber recibido, tomando en cuenta la situación — Todo está bajo control, la inflamación bajó y el riesgo por coagulación está totalmente descartado. Como les mencioné hace un rato, estamos disminuyendo los sedantes y esperamos que esta vez, Liam reaccione correctamente.
Suspiros de alivio se escuchan al mismo tiempo, y mientras ambas mujeres se abrazan llorando, Louis y Zayn agradecen al doctor.
— ¿Puedo pasar a verlo ahora?
— Si, ahora estamos más seguros se que todo irá mejor, únicamente tendrían que esperar a que alguien entre a limpiar. Después de eso, pueden entrar uno a uno — se despide con un pequeño movimiento de mano.
— Creo que debemos dejar que ellas entren primero — Zayn asiente a Louis.
— Ve tú primero Kar, estoy segura de que a nuestro bebé le hará feliz escuchar tu voz.
No discute eso, porque sabe que de cualquier forma, todos podrán pasar a verlo. Entonces solo espera a que vayan a limpiar como les dijeron y se alista para pasar a ver a su hijo.
Tarda los diez minutos que le dieron como límite, y después de ella, sigue Anel, que sale tan afectada como entró. Ambas concuerdan, que les duele terriblemente ver a su bebé de esa forma.
Luego, la incomodidad llega espontáneamente, después de una pequeña plática sobre quién debería pasar después.
Louis piensa que Zayn debería de ser el siguiente, después de todo, ante los ojos de ambas damas, él seguía siendo el esposo de Liam.
— Está bien, tú eres el esposo.
— Si, pero eso no significa mucho actualmente.
Susurran, esperando no ser escuchados.
— Creo que a Liam le hará muy bien saber de tu bienestar, y ya sabes, el bebé.
La mención de su hijo, hace que un brillo sincero aparezca en su mirada, conectando cualquier pensamiento positivo.
— Anda ve, que pronto nos dirán que se ha acabado el tiempo de estar con él
Zayn hace una mueca que Louis no es capaz de descifrar, pero de cualquier forma, entra al cuarto luego de haber sido limpiado correctamente.
Al principio, de camino a la habitación está ansioso y lleno de felicidad, pero después, tiene miedo porque no sabe con qué imagen se va a encontrar.
Camina lentamente para entrar de una vez al cuarto de hospital, y su respiración se atasca, junto con el golpeteo constante se su corazón.
Encuentra un rostro totalmente relajado, casi como su habitual amanecer. Si no lo conociera lo suficiente, no hubiera notado la falta del ligero ceño fruncido que lo acompaña cada mañana.
El azul de la sábana que cubre su cuerpo, le impide ver las zonas afectadas por las balas, pero hay ligeros bultos que le dan indicios de su ubicación.
No hay rastro del castaño cabello que tanto le encanta, todo cubierto por un vendaje perfectamente acomodado.
Suelta lentamente la perilla que aún sujeta entre su temblorosa mano, y se acerca con pasos indecisos. No hay sillas o algo que le permita sentarse a su lado, así que se arrodilla y sujeta la delicada mano.