Justo como todos los demás lo hicieron, él también toma la perilla y se mantiene un momento así. No quiere ponerse a llorar, aún cuando no sabe si Liam será consciente de lo que pase a su alrededor.
Cierra detrás de él una vez que ha entrado, y sus pasos no son para nada tranquilos. Al contrario, quiere llegar al lado de su amigo de manera inmediata. Verlo así lo destroza completamente y no quiere si quiera pensar en lo que hubiera pasado si no lo encontraban a tiempo.
Acaricia de manera suave una de las mejillas y mantiene su mano ahí un momento. La barba de varios días hace cosquillas en su palma y es eso lo que lo rompe completamente.
— ¿Cuándo te volviste tan rápido? — trata de bromear, pero es casi imposible — No pude alcanzarte. Tenia tanto tiempo cuando saliste corriendo, y después cuando no te encontraba, solo quería llorar y esperaba a que me llamaras para decirme en dónde estabas — son sus propias palabras las que le afectan, porque si el lo hubiese alcanzado cuando salió corriendo, nada estaría pasando — Por favor no vuelvas a hacer algo así Li, no cuando habemos tantas personas que nos preocupamos por ti.
Actualmente, todo de remota en su mente, al último momento en el que estuvieron juntos y la manera en qué todo acabó.
— No creo que sea el mejor momento para decirte esto, pero no tienes una idea de lo asustado que he estado, la culpa que siento — sigue acariciando la delicada piel — Fuí yo quien se alejó y cuando supe que te habían traído aquí, me lamenté completamente por haber desperdiciado tanto tiempo sin estar a tu lado. Creí que podría seguir como si nada, ¿sabes?, pero mi vida no es la misma sin tu luz y tu alegría. No importaba lo mucho que me esforzara, terminaba siempre extrañando nuestras conversaciones, tus opiniones, incluso nuestras pequeñas y tontas discusiones. Cada día que pasaba, te quería a mi lado, tu presencia, esa conexión única que compartimos — cambia la posición de su mano y la dirige a una de las muñecas contrarias — Me acuerdo cuando me contaste lo que pasó y lo mucho que deseaba haber estado contigo cuando Vanessa murió. Pero ahora, ahora estoy aquí y no pienso seguir perdiendo más el tiempo. No importa cuánto me tome, estaré aquí a tu lado, hasta que despiertes e incluso más allá de eso. Te he amado desde que tenía dieciocho y no creo ser capaz de seguir manteniéndome al margen ni un momento más.
El ambiente es frío en comparación con la calidez de la mano de Liam y sonríe porque siempre ha sido así.
— Necesitas despertar Li, todos aquí te necesitamos y te estamos extrañando — le cuesta un poco respirar, porque hace un esfuerzo muy grande para hablar mientras llora — Te amo más de lo que las palabras pueden expresar y necesito que despiertes, porque quiero tanto tenerte a mi lado y compartir contigo muchas cosas — duda un momento, y como si de una película de princesas se tratase, acerca sus labios y deja un suave y delicado beso en la nariz de Liam.
Mantiene el toque por unos cuantos segundos, respira profundo y cuando está a punto de apartarse para salir de la habitación, la muñeca que estuvo sujetando como si su vida dependiera de no soltarla, hace un pequeño movimiento.
Mantiene quieto cada uno de sus músculos y piensa que ha sido su imaginación, que está tan ilusionado de que Liam despierte, que creyó sentir algo.
Solo que no está equivocado, porque el movimiento de repite y está vez, más evidente que el anterior. Aleja su rostro del ajeno y observa como su amigo hace muecas, queriendo despertar.
La emoción es tan grande, que solo puede quedarse ahí un momento, admirando el primer destello de los ojos que tanto ama.
Después, reacciona a tiempo cuando el pitido en una de las máquinas deja de ser constante y camina lejos de la cama para llamar a alguien que lo ayude.
El pasillo está más lleno de enfermeras al ser más temprano, con toda la amabilidad que puede, toma el brazo de alguien que pasa por ahí y prácticamente lo jala dentro del cuarto.
— ¿Puedes ayudarme?
— Claro — sabe lo que está mal porque escucha la máquina sonar — Necesito por favor que salga un momento y espere allá afuera — es ágil mientras oprime algunas cosas y una luz azul se enciende, pidiendo ayuda a sus compañeros — Por favor, señor — vuelve a repetir porque Louis parece haberse quedado paralizado en su lugar.
— Voy a... Si, gracias — se da la vuelta y casi choca con el doctor que está entrando a la habitación. Esquiva al equipo médico y camina junto a Zayn que ya lo está esperando.
— ¿Qué pasó Louis? — la preocupación es totalmente evidente en su rostro — ¿Liam está bien?
Quisiera gritar y saltar de la emoción, pero no puede hacer el ridículo — Si, o bueno, no sé — detiene su sonrisa — Solo movió su mano y abrió un poco sus ojos, creo que es una buena señal, ¿no?
Las dos mujeres y el moreno suspiran aliviados y se permiten sonreír entre todos.
— Por supuesto que es una buena señal Lou — Karen prácticamente lo carga cuando lo abraza — Dios mío, mi bebé está despertando, ¿cómo fue qué pasó?
Se le escapa una risa nerviosa y mira preocupado a Zayn — Yo solo estaba... platicando con él y después sujeté su mano — miente.
— Oh Louis, eso es tan lindo.
Karen y Anel lo miran alegres y con mucho entusiasmo. Zayn por otro lado, lo mira como si supiera que hay algo más que no dijo. Después lo mira con un poco de tristeza, pero la esconde rápidamente.
— Bien, ahora solo tenemos que esperar a que alguien salga y nos de noticias de mi bebé.
La calma vuelve y están notablemente más relajados e incluso se les ve más animados. Pasan aproximadamente diez minutos, antes de que el doctor sea el único en salir y se dirija hacia ellos.
— Tenemos muy buenas noticias, Liam está respondiendo positivamente a la disminución del sedante en su sistema — termina de apoyar algo en su carpeta — Creemos que podrá ser trasladado a otro piso en dos días y después de eso, podrán pasarlo a verlo tanto como puedan.
— Eso es increíble doctor, ¿lo darán de alta después de eso?
— No — ríe un poco — Necesitamos hacer más estudios una vez que lo cambiemos de piso, todo es rutinario para saber si no presenta alguna secuela.
— ¿Y ahora?
— Creímos que se quedaría despierto, pero volvió a quedar inconsciente. Aunque no se preocupen — al ver los rostros preocupados, aclara — Es completamente normal.
El doctor se disculpa y se retira diciendo que tiene que visitar a otros pacientes más. Vuelven a sentarse y esta vez, optan por ir a comer algo mientras esperan por más noticias de Liam.
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