Louis tomó la ducha lo más rápido que pudo, considerando el hecho de que no había tenido un buen baño en varios días. Su cabeza daba vueltas alrededor de los mismos pensamientos una y otra vez.
¿Qué pasaría con Liam una vez que ellos volvieran a hablar?
No quería comenzar a asumir ese tipo de cosas, no cuando su mejor amigo aún estaba en la cama de un hospital y hace algunos días todavía estaba en coma. Pero era algo imposible de hacer a un lado.
Siempre había estado enamorado de Liam de una manera que ni él mismo podía entender o describir. Lo que le daba un miedo espantoso, porque siendo honesto, Liam nunca le dio motivos o señales que dijeron que también estaba interesado, a excepción de hace algunos meses claro está.
Pero a pesar de todo aquello, no hubo realmente algo que le mostrara algún interés hacia él. Estaba también lo que había escuchado de Harry, que fue principalmente la razón por la que comenzó a dudar.
No es alguien tonto, nunca lo ha sido. Sabe perfectamente a lo que se refería Harry cuando habló con Liam esa noche. Pero es absurdo el comenzar a armar conjeturas cuando no tendría por qué estarlo haciendo.
Por el amor de Dios, Zayn está esperando un hijo. El hijo de Liam. El hombre al que ama y del que siempre va a estar enamorado.
Suena tan patético que ni siquiera puede pensar en algún fundamento claro para justificar sus ideas.
Tiene que dejarlo ir justo ahora, o se volverá un verdadero problema con la llegada del bebé, eso sería algo que nunca se perdonaría.
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El camino al hospital fue por completo alarmante y aterrador. Sus manos estaban temblando mientras se aferraba al volante y la palanca de velocidades.
Miraba constantemente sus espejos, como si estuviera en un grave peligro. Tal vez lo estaba.
Sabía que al llegar al hospital, sería empujado por todos para que pasara a ver a Liam, eso era obvio, teniendo en cuenta que era el único que faltaba.
Él quería hacerlo, necesitaba ver a su mejor amigo y asegurarse de que todo estaba bien y de que no estaba más en peligro. Quería abrazarlo y decirle cuánto lo quería y lo mucho que había estado asustado.
Pero por supuesto que no podía llegar y solo enloquecer al lado de Liam. Él lo sabía.
Estacionó en un lugar cerca del elevador y marcó el piso correcto, sus manos estaban temblando un poco e incluso dió un salto cuando las puertas del elevador se abrieron y vió a lo lejos a Zayn sentado, envuelto en una manta.
Con pasos elegantes y lo más tranquilo que pudo, se acercó hasta donde Zayn estaba entretenido en su teléfono con una bella sonrisa adornando su rostro. Era encantador, pensó Louis.
Tenía un poco de miedo de interrumpirlo, pero Zayn pareció sentir la presencia de alguien más, antes de que Louis pudiera decidir, el pelinegro estaba sonriéndole.
— Hola, creí que no llegarías a tiempo para pasar a ver a Liam.
— Estuve algo ocupado — miente — ¿Puedo pasar ahora?
— Eso creo, la gente ha comenzado a llegar, así que supongo que si.
Louis observa lo mucho que Zayn se está aferrando a aquella sábana y se niega a sacar conclusiones, pero lo hace. Un motivo más para no sentirse tan atraído con la idea de entrar a ver a Liam. Pero de nuevo, lo necesita.
— Creo que iré a verlo.
Zayn apenas asiente y Louis sigue su camino, directo a todas las habitaciones del piso, y luego se detiene justo enfrente de la puerta de Liam. Es asombrosa la forma en que sus manos aún están temblando y su respiración se corta antes de tocar la puerta tan suavemente, que en su interior ruega no ser escuchado y tener esa excusa para irse y regresar más tarde.
