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Actualidad  | Culiacán

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Actualidad  | Culiacán

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Afortunadamente me avisan mis hombres que la mercancía de los peces está llegando a su destino de forma correcta, sin contratiempos. Coordino donde deben buscar mi motor de vida, los billetes, y luego sigo buscando que ponerme hoy a la noche.

Teresa aun no ha llegado, fue a dejar a sus casas a dos amigas que luego se nos unirían en el palenque bajo mi negativa de que las trajera a mi casa.

Me estiro en la cama para tomar el bote de helado, si fuese por mí estaría tirada en mi cama viendo películas pero la idea de ir a agarrar cura a una presentación de Julión Álvarez también me tienta.

Mientras como me sigo midiendo la ropa, no hay nada que me convenza ni mucho menos que mínimo me agrade y sé que en cuanto llegue Tere me va a regañar por parecer un hondo. Pero ¿qué mas da? Isabella se pasó toda la pinche noche llore y llore, ni cuando apenas nació fue tan molesta, no tuve manera de calmarla hasta que le ganó el propio cansancio, sumado que mi ánimo estaba por el piso y obviamente la acompañé en llanto. Pagaría por ver otra vez el rostro de Mabel cuando asomó su cabeza por la puerta y nos vio hechas un mar de lágrimas a madre e hija.

Tendría que darle piso por haberme visto llorar pero es que cocina rico-Pienso pero la voz de Teresa me interrumpe, se acabó mi paz.

—¿Qué haces ahí tirada?

—Tere me duelen las tripas, la cabeza y nada me gusta, ten piedad—Le digo ahora enfocándome en mi serie.

Ella hace un puchero y se posa a mi lado en la cama.

—¿Tan mal te dejó?—Ni siquiera la miro, justo el capitán Santa María va por Arley.

—¡Pero si serás idiota Solano!—Le grito al televisor y Tere me lo apaga en la mejor parte—¡No!

—Ya te dije que ver La Piloto no es buena influencia para tu mentecita que se cree que puede copiar todo.—Sonrío y me arropo en la cama.

—Tengo sueño, tu sobrino lloró toda la noche.

—Y ayer durante el día también, te extrañó mucho.

—Pero a la noche me cansé de hablarle, cantarle y nada.

—Y tal vez lo extrañaba a él.—No digo nada, suspiro y enciendo la televisión otra vez.

—A su papá le valió acostumbrarla a él e irse como si nada ¿Cómo le explico eso a una bebé de casi cuatro meses?

—Es que eso está muy raro, yo no le creo anda de lo que dijo.

—Pero lo hizo, que casualidad que justo cuando papá lo amenazó a él se le aclararon las cosas.

—Papá no puede saber sobre eso porque va a matarlo sino—Asiento.

—Solo estoy buscando una excusa para hacerlo yo también.

La China | El Nini 09|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora