-¡Mira quien eres, valora la mujer que eres, deja de meterte con puro pistolera flaca!
-Ni tu ni nadie me dirá qué hacer de mi vida.
-¿Esto es lo que quieres ser? ¿Una corriente pistolera? Eres una Zambada, Lucero, no puedes acabar en la demencia y...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Actualidad | México
°°°
Estiro mi cuerpo cuando miro de reojo en la pantalla del celular de Néstor que ya son las once de la mañana, hace dos horas nos habíamos despertado y desde allí Isabella nos había tenido mirando dibujitos con ella.
Anoche había dormido super bien después de tanto por lo que mi buen humor hoy era notorio. Pensaba pasar todo mi día hoy en la casa, disfrutando de mi hija y dándole la atención que no pude la semana pasada.
—Amor—Néstor había estado serio y tecleando en su celular desde que le habían llegado un apr de mensajes.
—¿Qué mi vida?
Cuando no me responde me toca verlo, lentamente aparta sus ojos de su celular para verme con ¿miedo?
—Vas a matarme pero...
—¿Qué hiciste? No me pongas nerviosa—No responde—No me digas que les diste hermanos bastardos a mis hijos.
—Como crees, mi reina—Él ríe—Solo me olvidé que un compadre se casa hoy y quiero que me acompañen.
—¿Neta? ¿Quién?
—El Flakito.
—¿A qué hora?—Frunzo mi ceño—¿Dónde se casa, Néstor?—Pregunto con cautela. Ya sé dónde vive su compadre pues alguna que otra vez convivimos.
—En Tijuana—Me sonríe con fingida inocencia.
—Ay Dios, nos lleva la...
—La niña, Lucero.—Ruedo mis ojos y me pongo de pie. La bebé me mira y hace pucheros cuando nota que ninguno mira sus dibujitos.
—Encárgate de la seguridad, trabaja con Pancho. Yo iré a comprar qué ponernos y el regalo y le diré a Tere.. por cierto ¿Dónde está Tere? y ¡¿Cómo vas a olvidarte la boda de tu compadre?!
—Pues tuvimos muchas cosas esta semana—Se excusa y asiento.—Y no te preocupes, ya arreglo la seguridad y el vuelo así te acompaño.
—Bueno amor, nosotras iremos a desayunar, nos ducharemos y...—Dejo de buscar ropa limpia para darme la vuelta. Él está recostado en la cama, en una mano tiene su celular, con la otra juega con Isa y me mira desconcertado.—¿Qué haré con el vendaje y la férula? Encima estoy gorda. Ay no, mejor ve tu amor, aquí te esperamos.
Hago un puchero y me vuelvo a acostar a su lado.
—Óyeme, eres la mujer más hermosa que vi en toda mi vida—Él besa mis labios tomándome por el mentón—Así que no digas esas cosas, mi chula. Y quiero ir con mis reinas y mi bebé, quiero presumir a mi familia.
