"TOGETHER"

XIX

{POV; Violeta}

Ese día, después de la sorpresa, durante toda la tarde, estuve perdida.

Con Chiara, en el ensayo, intenté disimular y creo me salió bien, porque no sospechó nada. Aunque alguna vez desafinara, le hechaba las culpas a ella, con la excusa de que me ponía nerviosa, lo cual en parte era cierto. También, en la cena, intentaba parecer normal, aunque hablé y comó menos que otros días. Y después me fui pronto al cuarto, sabía que estaría sola por un tiempo, que justo era lo que quería.

-¿De verdad qué no quieres que vaya contigo?- me preguntó Kiki cuando se lo dije.

-No, de verdad, tu ven cuando tengas sueño.

-¿Segura?

-Si. No te preocupes.

Me lanzó una mirada algo desconfiada, la cual me hizo reír.

-Good night, baby.

-Good night.

Una vez estuve en el cuarto, con la luz apagada y tapada hasta la cabeza, porfin pude meterme en mi mundo.

Sentí un pequeño dolor de cabeza al recordar la sorpresa, algo que había sido bueno para todos pero para mí no tanto.

Después de casi tres semanas sin ver a ningún miembro de mi familia ni a mis amigos, nos había llegado un paquete y una carta a todos, hecho por algún ser querido.
Casi se me corta la respiración al ver la carta con la letra y la firma de mi novia formal, pues, aunque no la quisiera a ella, no había formalizado mi relación con Chiara.

Para resumir, en la carta ponía que me hecha bastante de menos y que me esperaba en casa, lista para llenarme de besos.
Y el paquete era una camiseta Nirvana que quería desde hace tiempo.

La carta la tiré en cuanto salí de la sala y la camiseta la guardé en lo más profundo de mi armario, esperando que nadie la encontrará.

Justo en ese momento de mi relación con Kiki, donde las cosas no podiann ir mejor, venía un objeto que valoraba mucho recordándome que seguía teniendo una vida allí afuera. Recordándome que debía decirle algo a Julia sino quería que lo viera por ella misma y sufriera aún más.

{POV;Chiara}

Aquella tarde, salí tan contenta de la sala de ensayos, después de la sorpresa, que no me acordé de preguntar a Vivi por su estado.

Suena algo egoísta, pero solo podía pensar en esa carta tan bonita que mi hermana había escrito a mano y los regalos tan inusuales que me había hecho. Si, dos regalos.
El primero era un collar de metal, con una perla en el medio. Y, el segundo, una libreta, una simple libreta de tapa rosa. Pero no solo eso, la libreta tenía un papel escrito sobre ella.

"Te conozco y sé que igual te está siendo difícil abrirte con tus compañeros, por eso te regalo esta libreta. Aquí podras escribir como te sientes cada vez que lo necesites y sabrás que nadie lo leerá a menos que tu quieras."

Lo cierto es que no era así, que desde que tengo a Violeta, con ella era yo misma al cien por cien. Pero me había encantado ese detalle que había tenido mi hermana. Ella me conocía tan bien.

Luego, durante el ensayo, tampoco me acordé. Sobretodo porque no parecía que le pasase nada y pensé que solo sería es shock del momento al haber recibido su regalo.

Pero volví a dudar cuando, cinco minutos después de cenar, viene y me dice que ya se iba a la cama.
Que si, que puede que esté cansada y todo lo que tu quieras, pero me pareció raro sabiendo lo mucho que le gustaba trasnochar. Incluso cuando le ofrecí ir con ella me contestó que no hacía falta y yo terminé quedándome en el sofá, junto a mis compañeros.

Pero no podía concentrarme en la conversación que los demás tenían, no podía parar de pensar en mi novia.
Al cabo de unos minutos decidí dar las buenas noches a los demás e irme yo también al cuarto.

{POV; Violeta}

Mis propios pensamientos me abrumaban, me dolían tanto que en mi pecho se comenzó a notar una  presión.

Pero, cuando ya sentía que las ganas de llorar me ganarían y acabaría estallando en lágrimas, sentí un pequeño cuerpo agarrarse y abrazarse a mí.

Todo mi mundo, el cual se estaba viniendo abajo, volvió a reconstruirse en un par de segundos.
Notar la calidez del cuerpo de mi novia, de la mujer que amaba, de la mujer a la que besaría todos los días de mi vida, a la mujer de la que estoy locamente enamorada... Con solo eso mis emociones habían pegado un giro de 360° grados.