"TOGETHER"

XLIX

{POV; Chiara}

-Puedes venir a pasar las Navidades a mi casa, conmigo y con mi familia.- murmuró. -Si tú quieres, claro, yo no te voy a obligar a nada.

Tengo que admitir que me quedé algo aturdida por la propuesta. No me la esperaba para nada y tampoco estaba segura de lo que quería hacer, pero tenía que elegir rápido.

-¿No molestaré?

-Claro que no, chica, ¿Cómo vas a molestar?

-No sé, Vivi...

-Te juro que si vienes te sentirás como en tu casa, no te faltará de nada.

Reí por su intento de convencerme, pues más bien parecía un niña pequeña.
Aún así, pasar las vacaciones con mis suegros (Que no saben que son mis suegros), es mejor que pasarlas sola, en la triste habitación de un simple hotel.

-Está bien.

Celebró con una sonrisa y seguidamente me abrazóq.

-Ya verás, te prometo que no te arrepentirás. Venga, no hay tiempo que perder.- dijo, cogiendo ropa de mi armario, doblandola y ayudándome a hacer la maleta.

{POV; Violeta}

Después de despedirnos de todos nuestros compañeros y de desearnos una feliz Navidad, vi a mi padre en la entrada y, junto a Kiki, fui con él.

-Veo que al final has aceptado.- dijo nada más vernos a las dos.

Disimuladamente le hice un gesto a mi padre de que no dijera eso más y, de reojo miré a mi novia, dándome cuenta de que seguía normal, con una sonrisa. Al parecer no lo había escuchado o no lo había entendido.

-Bueno, vámonos ya que un largo camino nos espera.- dijo y cogió una maleta de Chiara, para ayudarla.

El trayecto en coche fue bastante liviano.
Mi padre nunca había sido mucho de hablar y simplemente comentaba algunas cosas de las que hablábamos Chiara y yo, o respondía a algunas preguntas.

Al cabo de una hora y poco llegamos a mi casa, donde nos esperaba mi madre y mi hermana pequeña, sentadas en el sofá, y nada más me vieron corrieron a saludarme con besos y un gran abrazo.

-¡Qué delgada te estás quedando!- dijo mi madre, separándose del abrazo. -Te voy a hacer un cocido de esos que siempre te hacía de pequeña y ya verás. Es que lo que no pueden hacer ahí es mataros de hambre.

-Se nota que no ve el 24 horas y no sabe cuanto comemos.- Le susurré de broma a mi novia.

{POV; Chiara}

Toda la mañana estuve conociendo más a los padres y a la hermana de Violeta, los cuales me cayeron muy bien. Eran muy amables conmigo y se notaba que querían un montón a sus dos hijas.

Por la tarde, sobre las siete, María, la madre de Violeta, comenzó a hacer la cena y nosotras tres (Su hermana, Violeta y yo), tuvimos la gran idea de ayudarla.
Nunca se me ha dado especialmente bien la cocina en general, pero sabía hacer lo básico: Cocer patatas, pelar gambas, cortar algunas verduras... Esa fue mi humilde aportación.

En cambio, vi un talento en mi novia que nunca había visto. No sabía que se le daba tan bien la cocina y ella nunca me lo había dicho o lo había demostrado en la academia.

Sobre las nueve de la noche ya habían venido todos los familiares más cercanos que estaban invitados. Algunos tíos, unos cuantos primos y los abuelos por parte de padre.
Esa noche me convertí en la versión más introvertida y vergonzosa de mí misma, aunque afortunadamente, la gente no me hablaba mucho así que pude pasar desapercibida hasta después de cenar, mientras tomábamos el postre.

-¿Y Julia?

Fue una pregunta inocente por parte de su tía, pero la que empezó lo que puede ser perfectamente la peor cena de Navidad de mi vida.

-Ya no están juntas.- habló el padre de mi novia, despreocupado, llevándose una cucharada de helado a la boca.

-Ufff, menos mal...- resoplo el abuelo, y antes de que la pelirroja pudiera responder, el volvió a hablar. -Supongo que ya te has dado cuenta de que eso era solo una fase, ¿No?

No probé bocado del postre desde que la primera pregunta había sido lanzada, me quedé desde el principio mirando a Violeta, quien parecía querer hablar pero no le dejaban.

-Nunca te lo había dicho, pero me daba un poquito de asco cuando os veía besaros.- dijo otra mujer, refiriéndose a ella y a Julia. -Pero ahora que ya eres normal, te puedo presentar a los hijos de unos muy buenos amigos, si quieres.