XXVI

4.6K 187 6
                                    

{POV; Chiara}

Serían las tres y pico de la madrugada cuando Violeta y yo nos encontrábamos susurrando bajo todas las mantas, rezando para que nadie ajeno se enterara de nuestro problema.

-Es que, Violeta, yo sabía que no era buena idea, desde el principio lo sabía. No debía de haberme metido en una relación.

-No es tu culpa, para nada. Nuestros sentimientos no hacen daño a nadie. Fui yo la que debió hablar con Julia.

Suspiré, estaba estresada. ¿Acaso no podíamos tener una relación normal sin problemas por una semana? No, siempre tenía que haber alguien a quien no le gustara.

Por un momento dejé de pensar en mí y, cuando abrí los ojos, vi a mi novia mucho más abrumada que yo. Puede que yo no tuviera la culpa, o al menos no toda, pero lo que tenía claro es que ella no se merecía estar así. Quizás hiciera unas cuantas cosas mal, pero yo también cometo errores, y tu, y todos. Nadie es perfecto y es lo que nos hace ser quien somos. Ser imperfectos nos hace humanos.

-Tú no tienes la culpa.

-Perdón, Kiki.- No la podía ver por la oscuridad, pero escuché como su voz se rompía en cada palabra. -Enserio, perdón. No mereces esto.

-Escúchame bien, es verdad que no has hecho lo correcto, pero aún estás a tiempo de hacerlo.

No sé quien me creía echándole tremenda charla motivadora, pero me metí bien en mi papel.

-Mañana a primera hora le dices a Noemí que tienes que hablar urgentemente con Julia y le explicas tranquilamente lo que ha pasado. Si ella de verdad es como me has dicho lo entenderá.

-Tengo miedo, ¿Y si no lo entiende? ¿Y si ahora me odia?

-Si no lo entiende que le den.- solté, como si la conociera de algo. -Yo te quiero. ¿Tú me quieres?

Al segundo de lanzar la pregunta, ella asintió.

-Te amo.

-No puedes ocultar tus verdaderos sentimientos y seguir en una relación, siendo infeliz. Y si te odia por eso, es estúpida. Si te ha querido y te sigue queriendo, aunque sea como amiga, entenderá lo que en realidad sientes.

El silencio nos inundó, donde, a pesar de la oscuridad, ambas sabíamos perfectamente que nos estábamos mirando a la cara, buscando consuelo la una en la otra. Lo único que teníamos claro es que protegeríamos y lo daríamos todo por nuestra relación, que es lo más querido para mí en este momento.

{POV; Violeta}

El martes, a primera hora, como bien me dijo Kiki, estaba plantada en una pequeña salita de espera, esperando a que me dieran permiso para entrar y hablar con Noemí.

Después de unos minutos esperando, fue la rubia misma quien me abrió la puerta y me invitó a pasar.
Entré a un estudio de paredes blancas relucientes, con algunos cuadros colgados y un escritorio de madera en el centro, con sillas a su alrededor.

-Toma asiento, guapa.- habló amablemente, palmeando una silla al frente suya. -Y perdón por haberte hecho esperar, no me esperaba visita y seguía en pijama. ¿Tú te crees? A estas horas en pijama, hay que ver...

Mientras hablaba de cosas sin sentido o que a mí no me importaban, tenía la mirada perdida, pensando en cómo se lo iba a pedir.

-Bueno, dime, ¿Qué puedo hacer por ti?

-Necesito que me hagas un favor, un favor muy grande.

-Pues no soy yo mucho de hacer favores, pero cuéntame.- habló, de nuevo con su característico tono de superioridad.

-Es muy urgente, si no lo hago podría formarse un malentendido.- intenté convencerla incluso antes de pedírselo.

-Dispara.

-Necesito hacer una videollamada con mi novia.

Tan pronto lo dije ya vi la cara torcida de Noemí y supe que iba a ser difícil  de convencer.

-O con una llamada normal me sobra, pero en serio, es muy importante.

-¿Cuál és el asunto?

Chasqueé la lengua. Reventando por dentro porque en verdad quería decirlo, pero sabía que no era ni el lugar ni el momento.

-No lo puedo decir.

-Entonces no hay trato.

-Pero, por favor, ¿Qué quieres? ¿Qué haga yo el aseo de la academia? ¿Qué me quede a recoger el gimnasio después de las actividades? Haré lo que sea, pero de verdad que lo necesito, es muy importante.

-Mira, Violeta.- suspiró. -Sabes bien que no eres Santo de mi devoción y que pienso que para tu edad aún eres muy inmadura, pero está bien.

-¡Si! En serio, muchas gracias.

-Bien, bien, de nada, pero que sepas que me lo pagarás de alguna u otra forma.

-Lo haré, estate segura que lo haré.

"TOGETHER"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora