XCVII

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{POV; Violeta}

No voy a mentir, mientras la veía por la tele y escuchaba a mi novia cantar ese tema, fijándome sobretodo en la letra, no pude evitar que unas cuantas lágrimas salieran de mis ojos.

Cada vez que su mirada se chocaba con la cámara, aunque cientos de personas estuvieran viéndola de igual manera que yo, se sentía diferente, como si solo se fijará en mí. Pero claro, aquello era imposible estando al otro lado de una pantalla.

-Ha decidido que... La expulsada definitiva de la gala 8... Sea...

Cruzé los dedos, no sabía muy bien si para que expulsaron a Bea o para volver a ver a Kiki, pues está semana había sido bastante dura sin ella, pero yo cruzé los dedos.

-¡Chiara!

-¡Joder!- gritó mi hermana.

Nada más escuchó aquello, tiró el bote de palomitas vacío y se subió a su cuarto, claramente decepcionada. Pero yo simplemente me quedé allí, quieta, mirando la tele y notando como los ojos de mi novia se humedecían poco a poco y, aún así, no quitaba esa sonrisa inocente que siempre llevaba. No se la veía triste, por lo menos no del todo y, siendo honesta, yo tampoco me entristecí. Tampoco me alegré como tal, no sabía muy bien que sentía, pero sabía que esta noche por fin volvería a tener a Kiki a mi lado y eso me encantaba.

{POV; Chiara}

Aunque no fuera lo normal, no me apené por escuchar mi nombre en los labios de Chenoa, no podía sabiendo que esa misma noche vería a mi novia.
Que si, no ganaría, ni si quiera había llegado a la final, pero con todo lo que había conseguido y con un poquito más de ayuda sabía que ya tendría una carrera firme en la música y, al fin y al cabo, es para eso para lo que hice el casting.

Con una sonrisa involuntaria y algunas lagrimillas cayendo por mis mejillas, abracé fuertemente a Bea.

-Te lo mereces, guapa, lo has hecho muy bien.

-Te quiero mucho.- dijo, llorando, sosteniendo mis manos.

-Chiara, lo sentimos mucho pero tienes que irte con Masi.- avisó la presentadora. -Pero no te preocupes, ahora en un poquito podrás venir a despedirte tranquilamente de todos ellos.

Tras cruzar la puerta de la salita de espera, me encontré con la rubia, quien me esperaba con una sonrisa y los brazos abiertos.

-¿Cómo estás, preciosa?

-Bastante bien, la verdad.

Se separó de mí un poco confundida, aún sin quitar esa sonrisilla de su rostro.

-Que raro, eres la segunda persona que me dice esto después de una expulsión. La primera fue-

-Violeta.

No hacía falta que me lo dijera, conociéndola, estaba mucho más feliz de irse ella que dejarme irme a mí.

-Sois únicas las dos, te lo juro.- rió, a la vez que me ofrecía asiento a su lado. -Bueno, déjame cotillear un poco, ¿Cómo vais?

{POV; Violeta}

Desde las doce y cuarto que anunciaron a Kiki como la expulsada, me quedé despierta, sentada en el sofá del salón, mirando por la ventana a cada rato por si veía el coche en donde ella venía.

Los minutos pasaron y pasaron, mientras, yo pasaba de canal en canal, sin si quiera mirar lo que hacían. No me interesaba. Simplemente quería mantenerme despierta y se ve que pulsar el mismo botón del mando durante treinta minutos seguidos, conseguía tener mis ojos abiertos.

Pasó al rededor de dos horas cuando comencé a pensar si es que ella no vendría.
Desde el principio de la semana, como sus padres aún no estaban en España, decidimos que se quedaría en mi casa unos días y, si habían cambiado de opinión y ahora resultaba que se había quedado en algún hotel, uno: No me lo habían avisado ni a mí ni a mis padres, y dos: No me hacía mucha gracia pudiendo estar aquí perfectamente.

En mi cara se dibujó una sonrisa de oreja a oreja cuando escuché el motor de un coche pararse y me asomé a la ventana, rezando para que no fuera algún vecino trasnochador, como las últimas seis veces que me había asomado esta noche.

"TOGETHER"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora