XXIV

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{POV; Violeta}

Sinceramente, no sé que habría pasado antes de que yo llegara con Chiara, pero desde entonces la noto un poco rara. No era nada exagerado, pero cuando ensayamos no bailó con unos pasos tan marcados como lo solía hacer, durante las fotos le tenían que recordar varias veces que dejara de cruzar sus brazos, que tapaba su ropa... Hacía tiempo que no la veía así y la verdad es que me preocupé un poco.

No supe exactamente lo que le pasaba hasta justo antes de salir al escenario.

Mientras Chenoa nos hacia una pequeña introducción, las bailarinas y los trabajadores comenzaron a salir y decorar el lugar, y nosotras hicimos unas últimas pruebas. Justo cuando le iba a avisar de que salíamos, la pillé mirándose a un espejo, justo como antes.

Se intentaba colocar la falda de otra forma y abotonaba su chaquetilla de modo que no se veía ni el top que llevaba puesto y parte de su barriga. No sé que hacía.

-Chiara.

Pegó un pequeño salto y al verme disimuló que se estaba colocando el micro.

-Es que no se sujetaba bien, pero ya está.

-No me mientas, te he visto. ¿Qué te pasa?

-Nada, ¿Qué me pasa?

-Eres horrible disimulando, Kiki.- suspiré y me acerqué a ella.

Le di media vuelta hasta estar de nuevo frente al espejo viendo como su mirada se apagaba de repente.

-Dime, ¿Es por la falda? ¿O la chaquetilla? ¿Te apretan?- Le pregunté mientras metía mis manos por debajo de la chaqueta, tocando su piel.

-No, no, déjalo.

Ella las sacó bruscamente y se apartó, cosa que nunca había hecho y me dejó en claro muchas cosas, entre ellas, lo que le pasaba.

-Perdón.- dijo al darse cuenta de lo violenta que había sido.

-Amor, ¿Puedo decirte una cosa?- ella asintió. -Eres hermosa.

Primero me miró con una cara entre confundida y preocupada, de nuevo, cruzando sus brazos para tapar su cuerpo.

-No he conocido a una persona tan preciosa como tú, ¿Sabes?

-¿A qué viene esto, Violeta?

Poco a poco, al ver que ya no se alejaba, me fui acercando hasta ella hasta poder acariciar sus brazos.

-Me encanta tu carita de niña buena, con esas mejillas que se sonrojan cada vez que te digo algo bonito y con esos labios que nunca en mi vida me cansaré de besar.

Sin hacer mucha fuerza, logré que soltara sus brazos y entrelazara sus manos con las mías.

-Me encantan estas manitas que tocan tan bien el piano, sin ellas no tendría a alguien que hiciera unos acordes tan perfectos mientras canto. También me gusta tu torso, con tus pechos, tu cintura y tu cadera. Y tus piernas y todo lo que hay entre ellas, ya me entiendes...

Sin mirarme a la cara, escuché como soltaba una pequeña risa, así que yo también lo hice.
Solté sus manos para ahora coger su cara y que me mirara directamente a mí.

-Pero más que tu físico, lo que más me gusta de ti es tu interior... Todos tus sentimientos. Como eres capaz de empatizar con todos, tu humor... Algo roto a veces, pero me gusta. Me encanta cuando te miro a los ojos y sin una palabra me dices lo mucho que me quieres. Y eso... Eso te hace ser hermosa.

Por sus oscuros ojos empezaron a caer algunas lágrimas que no pudo contener y delicadamente, intentando no manchar su maquillaje, las retiré.

-¡Violeta, Chiara, os están llamando, joder! ¡Vais tarde!- Escuchamos a Noemí acercarse a pasos acelerados.

-¡Ya vamos, es que Chiara tenia un problema en el micro!- Le contesté. -Venga, ahora vamos a salir allí afuera y vas a demostrar que eres la posible ganadora de OT2023.

-Muchas gracias.

Río una última vez y agarradas de las manos, salimos aún con las luces apagadas y nos colocamos en mitad del escenario.

Una vez la música comenzó, la coreografía y la letra nos salían solas. Sentíamos tan fuerte esa conexión entre nosotras y la letra que la actuación salió casi natural.
Los dos minutos y pico que había durado se me habían pasado volando y, sin darme cuenta, la tenía en frente de mí, agarrandome de la cintura a la vez que cantaba la última parte de la canción.

Su pelo, sus ojos, sus labios, su cara y su cuerpo en general eran perfectos a mis ojos... Me dolía tanto que, aunque solo fuera por unas horas, ella sintiera que no era suficiente.

Ambas nos callamos y después de unos segundos mirándonos fijamente, finalmente terminamos con un beso mientras el público, el jurado y nuestros compañeros aplaudían.

Nos separamos y, ahora, lo único que expresaba su cara era felicidad.


"TOGETHER"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora