LIX

2.4K 147 6
                                    

{POV; Chiara}

Salma nunca a llegado a ser mi amiga, he hablado con ella, he reído alguna vez, pero nada más. Solamente es una compañera con la que estoy obligada a convivir.
Pero después de verla tan cariñosa con mi novia, incluso lanzarle indirectas y ver como a mi novia le daba igual, me he dado cuenta de lo desagradable que es como persona. Me da igual que no sepa de nuestra relación, no tenía que haber hecho eso.

Antes de que notaran mi presencia, me fui sin si quiera haber cogido algo para merendar. En ese momento, lo que menos tenía era hambre.

Fui al vestuario por que pensé que allí estaría a solas y no me equivoqué, me senté en una banqueta y suspiré.

Posiblemente estaba más celosa que otra cosa, pero era culpa de Violeta y de Salma. (Más de Salma que de Violeta). Pensé que no era justo que ella me hiciera sentir así y, que si supiera como se siente, no lo haría más. Y de esa idea se me ocurrió un brillante plan, o al menos eso pensaba. Pero me faltaban recursos... Lo primero era una persona de confianza que estuviera dentro de la academia.

-¿Chiara?- dijo Ruslana, saliendo de uno de los baños. -¿Qué estás murmurando tanto?

-¡Ya lo tengo!- pensé en voz alta.

Salté del banco y a la vez que sonreía, aplaudía, celebrando mi propia hazaña.
Mientras tanto, Ruslana estaba intentando buscarle el sentido a todo esto.

-¿Me vas a decir que tienes o te vas a seguir haciendo la misteriosa?

-Si, si, mira...- dije, algo nerviosa por lo que pudiera pensar de mí. -Durante lo que queda de día y mañana tienes que actuar más cariñosa conmigo, pero no puedes hacer preguntas, no preguntes nada.- hablé rápido, oliendo sus intenciones.

-Ehhh...

Por un momento la vi dudar y me estremecí. Si no era con ella no podía ser con nadie más.

-Bueno, está bien, supongo... Pero me lo tienes que pagar.

Y esa es la maravillosa Ruslana, nunca pierde una oportunidad para sacar beneficios.

-¿Cuánto quieres?

-No, no quiero dinero.- habló con una sonrisa. -Esta noche repetimos la fiesta de chicas. Bea, Naiara y yo ya lo habíamos planeado, pero no sabíamos si tu querrías. Ahora no tienes más remedio que aceptar.

-Perfecto.

No podía negarme, esa fiesta, aunque no entraba en mis planes, me beneficiaría sobretodo a mí.

La pelirroja y yo estrechamos la mano, cerrando el trato y estuvimos toda la tarde juntas a pesar de las clases.
Pero esto no había funcionado, pensé que Violeta estaría ensayando por que no apareció, o quizás estaba con Salma, que no me sorprendería por que como ahora son tan cercanas...

Por la noche, a la hora de la cena, fuimos hacia el comedor y allí vimos a casi todos ya sentados, entre ellos, mi novia y su amiguita. Cogimos nuestro plato de comida y fuimos a sentarnos en frente de ellas.

{POV; Violeta}

Me di cuenta de que Kiki había vuelto cuando Salma volvió a actuar más cariñosa de lo normal conmigo. Mi novia, junto a una pelirroja que no era yo, se sentó frente a nosotras.

Parecían divertidas, estaban mirando uno de sus móviles, riéndose de a saber que, algo que no me dejó concentrarme en mi actuación.
¿No me dejó, no pude o no quise?

-Para.- Le susurré a Salma en un momento que estaba muy cerca mío.

-No, ahora es el momento.- susurró ella de nuevo.

No me hizo caso y siguió acariciando y estirando mi brazo de una forma coqueta.

-¡¿Te puedes parar ya?!- pregunté algo alterada, levantándome de la mesa y llevándome las miradas de todos los que allí estaban. -Perdón...

No miré a nadie a la cara, simplemente intenté andar lo más rápido posible hacia mi cuarto hasta encerrarme allí.
Me acosté y me cubrí completa con las mantas, deseando con todo mi corazón que todo esto acabara y cierta personita de pelo negro y mejillas rojas viniera y me abrazara hasta dormirnos.

"TOGETHER"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora