XXIX

4.2K 175 9
                                    

{POV; Chiara}

Casi me muero del susto al ver a mi novia junto a nosotras y a Nai y Rus con la cara blanca de los nervios.
Sentía que, con lo boca chancla que son estas dos, desvelarían mi plan y se iría a tomar por culo, pero menos mal que pude salvar la situación sin que se tornara muy sospechosa.

-Y, oye, ¿Cómo van tus ensayos con estos dos?- preguntó, refiriéndose a Alex y a Lucas.

-Ufff... Mira, si te contara...

-No me digas que te estás volviendo hetero.

Puse cara de disgusto porque, ¿A quién se le ocurre decir eso? Hasta la frase ofende.

-Ni loca. De hecho, es al revés, cada vez tengo más claro lo mucho que me gustan las mujeres.

Aunque dije eso no era lo que en verdad pensaba. No me gustaban las mujeres, me gustaba mi mujer, y le tenía un regalo muy especial.

El resto de la tarde ni si quiera nos vimos, como estaba pasando normalmente estos días, pero no me preocupé, sabía que hoy tendríamos toda la noche la una para la otra.

Pasaron unos cuantos minutos cuando, unos veinte minutos antes de la diez, vi a Violeta salir refunfuñando de la sala de ensayos. Al parecer Naiara y Ruslana lo habían hecho bien.
Levanté mi mano y la agité hasta que me vio y comenzó a acercarse a mí, mientras yo no podía contener la emoción de ver su cara al encontrarse con lo que tenía preparado.

{POV; Violeta}

-Naiara y Ruslana, yo lo siento porque sean muy amigas tuyas, pero están mal de la cabeza.- dije una vez me acerqué a ella.

-Si, si...- murmuró, ayudándome a ponerme una chaquetilla.

-¿Me estás dando la razón como a los locos?

-Si, si...

Ella se puso detrás de mi y me empujó por la espalda, obligándome a salir a la terraza.

-¿Chiara? ¿De qué v-

Me quedé callada, totalmente congelada al ver el precioso lugar que me rodeaba.

Era la terraza, la misma terraza de siempre, pero únicamente alumbrada con la luz de unas tenues velas. Con una mesa arrimada al sofá, la cual estaba decorada con pétalos y una rosa en el centro, con un plato de sopa de fideos para cada una.

Lo único que pude hacer fue sonreír y reír, mirando a mi novia, incrédula.

-¿Qué es todo esto? Y, ¿Porqué?

-Simplemente por que te quiero y te lo mereces. Bueno, nos lo merecemos.

Ambas caminamos lentamente, dejándome apreciar lo bonito que era todo.

-A parte de por qué aquí estaremos solas y tranquilas, si te acuerdas, aquí fue nuestro primer beso y bueno, nuestro primer... Otra cosa.- rió.

-Como no acordarme.- dije, a la vez que nos sentábamos.

-Perdón por la sopa, se que hubiera sido mejor alguna otra cosa, pero no soy muy buena cocinando.

-No te preocupes, está perfecto, me encanta.

Miré hacia fuera del cristal, controlando que nadie nos viera, justo antes de lanzarme a sus brazos y robarle ese beso que no le había dado en todo el día.

-Baby.- murmuró riéndose en mitad del beso.
Sin apenas fuerza conseguí dejarla recostada abajo mía, mientras seguía con aquel necesitado beso. Mis manos viajaron por donde quisieron, dejando su ropa hecha un lío, mientras ella acariciaba mi cara, buscando nunca separarnos la una de la otra.

Pero el aire que necesitábamos fue el culpable de que el beso terminara, dejándonos cara a cara, sin poder evitar la risa.
No sé porque reíamos, últimamente no necesitábamos un motivo para hacerlo, simplemente salía solo, y eso era lo más bonito.

-No me importaría comerme el postre antes de cenar.- susurré.

-A mí tampoco.

Ambas nos quedamos quietas en cuanto escuchamos un crujido en el suelo, seguido de un carraspeo de voz grave.

La sonrisa se fue junto a la felicidad, dejando paso al miedo.
Podía ser cualquiera, unos no nos importaría tanto que nos encontraran así, pero otros podían acarrearnos muchos problemas.

Ya que yo era la que estaba encima, tomé el valor suficiente para girarme y ver a la persona que nos había pillado.

Una persona rubia, delgada, de estatura media, estaba parada frente a las dos, con los brazos cruzados, cosa que no significaba nada bueno.

"TOGETHER"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora