XLVIII

2.7K 152 5
                                    

{POV; Chiara}

Después de ver a mi novia salir del cuarto, fui hasta ella antes de que saliera corriendo como los demás y le pregunté.

-Tú si que me dirás lo que es, ¿No?

-Entra y lo descubrirás.- habló con una sonrisilla.

-Violeta...- me quejé. -Encima voy detrás de Salma, ¿De verdad que me vas a dejar con toda la intriga?

-No te preocupes, guapa, que por ser tu te dejo pasar.- interrumpió mi compañera.

Vivi y yo nos dedicamos una última mirada antes de que ella se fuera hacia los cuartos y yo entrara a la sala, a descubrir aquello que nadie nos había querido decir.

Allí me ofrecieron asiento y me acercaron un teléfono fijo, el cual descolgué sin saber muy bien de que se trataba la sorpresa.

-¿Chiara?

Reconocería esa voz hasta en un cuarto lleno de ruido.

-¿Papá?

-Chiara, mi niña, te quiero, y cuanto te echo de menos...- habló él, quien siempre ha sido muy dramático.

-Yo también te quiero mucho, papá y, obviamente también te echo de menos. Menos mal que mañana nos vemos.

La línea se quedó en silencio y mi padre callaba mientras mi sonrisa se borraba poco a poco.

-¿Qué pasa?

-Lo siento, mi niña.

Suspiré.
La verdad es que me lo temía, solo que guardaba un poco de esperanza en mi interior.

-Tu madre y yo seguimos en Londres. Esto está lleno, hay mucha gente y no hay vuelos para allí. No podremos vernos.

-Ah, bueno...

No sabía muy bien como contestar, pues tampoco quería que pareciera que me había afectado mucho. Sabía como era mi padre, lo conocía muy bien y no quería que estuviera preocupado o que sintiera lástima.

-No pasa nada, papá, pronto nos veremos otra vez, ya verás. O-oye, tengo que colgar ya que aún hay muchos de mis compañeros esperando.- mentí. -Dile a mamá que también la quiero.

-Adiós, mi niña.

Aquello fue lo último que escuché antes de colgar y que la llamada finalizara. Devolví el teléfono y, antes de salir, suspiré y me repetí a mí misma: "Estoy bien".

No lo estaba, obviamente estaba emocionada por ver a mis padres por Navidad y ahora resulta que no puedo. Y ese era solo uno de mis problemas.
¿Dónde me quedaría estos dos días? Porque esta claro que en la academia no.
Supongo que alquilaré alguna habitación de algún hotel cercano.

Me despedí de Salma antes de ir a mi habitación y encontrarme con mi novia, acostada, con el móvil.

-Hola, amor.- dije mientras me acostaba con ella.

-Hello.- habló con esa dulce voz que solo ponía conmigo. -¿Qué tal tu sorpresa? ¿Te ha gustado?

-Me ha encantado, pero estoy demasiado cansada, mañana te contaré más cosas.

-Bueno, está bien, descansa.- dijo antes de darme un tierno beso en la frente.

Y volví a mentir. Sé que no debería y se supone que ya tendría que haber aprendido de mis problemas pasados, pero tenía la mala costumbre de no decir como en realidad me sentía.

{POV; Violeta}

A la mañana siguiente, mientras todos estábamos haciendo la maleta, me encontraba muy emocionada.

Siempre he sido una persona muy pegada a mi familia, tengo mucha y nos queremos entre todos, así que este mes a sido algo extraño para mí. Afortunadamente tenía a alguien a quien ya consideraba de mi familia y esto no se me hacía nada difícil.

Pero, de vez en cuando, a Kiki, le echaba alguna que otra mirada o le comentaba algo y ella simplemente parecía ausente. Parecía que hablaba con la pared.
Así que esperé a que el vestuario se vaciara un poco de gente para preguntarle.

-¿Qué le pasa a mi chica favorita? ¿Es por los nervios de ver a tu familia?- pregunté juguetona, jugando con un mechón de su pelo.

-La verdad es que no.- soltó seria. -Y para que veas que no me gusta mentirte, te lo voy a decir. No voy a ver a nadie de mi familia, ni a mi padre, ni a mi madre, ni a mi hermana...

Primero me quedé algo confundida por lo directa que había sido, pero luego no tardé en reaccionar.

-¿Porqué?

-Están en Londres y bueno, no hay vuelos disponibles hacia España. Pero no pasa nada, supongo que estaré estos días en un hotel y visitaré algo de ciudad.

Me daba mucha lástima verla así de decepcionada. Llevaba mucho tiempo sin ver a sus padres y, ahora que tenía la oportunidad, no podía.

Como buena novia que soy, pensé en lo que le gustaría a ella, que era no pasar la Navidad sola y no pude evitar recordar la pequeña propuesta que me hizo mi madre ayer.

-Oye, no sé si querrás, pero...

"TOGETHER"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora