LXXXIX

2.2K 139 2
                                    

{POV; Violeta}

Desde que me levanté ese domingo por la mañana, con mi novia (aún medio dormida) aferrada a mi cuerpo, tuve una idea clara.

-Levanta, Bella durmiente.- Le dije mientras que me vestía, cuando vi que abría un ojito y me miraba con cara juguetona.

-¿Por quéééé?- exageró, revolviéndose en la cama. -No hay ninguna clase y puedo ensayar más tarde.

-Siento decirte que por la mañana no vas a ensayar.

-¡Si, bien! ¿Por qué?

-Es una sorpresa, ahora deja de preguntar y levántate, te voy a ir preparando el desayuno.- Le dije antes de salir del dormitorio.

Como le dije, le preparé un bol de yogur y cereales para desayunar y lo puse a mi lado, para que se sentara junto a mí.

-¿Si me acabo esto rápido me lo dices?

-Pues contra antes terminemos, antes iremos a la sorpresa.- hablé tranquilamente, pegándole un bocado a una de mis tostadas.

-Vale.

Vi de reojo como comía cucharada tras cucharada de yogur en apenas unos segundos, hasta dejar el bol reluciente.

-Ya está.- dijo sonriente, con sus labios bastante manchados de yogur.

-No comas tan deprisa  haz el favor, te va a sentar mal.- dije riendo por su comportamiento, limpiando con una servilleta su boca. -Y hasta que yo no termine no podemos hacer nada.

Me miró fijamente, con cara seria, mientras yo pegaba un sorbo a mi zumo.

Y de repente, cogió una de mis tostadas y me la acercó a la boca, pegándola a ella.

-¿Qué haces?

-Come.

-A mí no me metas prisa, guapa. Yo voy a mi tiem-

Me interrumpió, metiendo la tostada en mi boca, obligándome a pegar un bocado.

-Está bien, está bien...- dije malamente, con la boca llena, cogiendo la comida y arrebatándosela de la mano.

La puse en el plato, junto a la otra tostada, y alejé el plato de ella. Era tan impaciente que era capaz de tirar una de las tostadas por la ventana, con el fin de que le diera la sorpresa más rápido.

Me daba pena, pues sabía que al final no le gustaría tanto.

Después de diez minutos intensos metiéndome prisa, me ayudó a recoger el plato y el vaso y me obligó a decirle ya que era lo que le escondía.

Cogí su mano y la llevé hasta la clase de Abril, le había pedido permiso para tenerla sola para nosotras, y cerré la puerta para que nadie nos interrumpiera.

-¿Qué es eso?- me preguntó nada más ver el objeto que estaba sobre el sillón, envuelto en papel de regalo.

-Descúbrelo.

No se esperó más y corrió hacia allí, quitando el papel rápidamente, sin poder aguantar ni un minuto más sin saber que era aquello. No paró de romper y rasgar el papel hasta que logró desvelar la guitarra que allí había.

-¿Esto es de verdad?- dijo acariciándola con la yema de sus dedos y después se giró para mirarme con una clara emoción en su mirada. -Violeta, ¿Cómo lo has conseguido?

Antes de que pudiera contestar, corrió hacia mí y se lanzó a mis brazos.

-Ay, relájate Kiki, que me aplastas... Solo le he pedido a Noe como favor que trajera el instrumento a la academia.

-¿Y te ha dejado?

-Le he dicho que serviría, ya que hay muchas canciones que la usan, pero en realidad la pedí porque sé que te encanta tocarla.

Mientras hablaba, ambas nos sentamos en el sofá y ella cogió su regalo para empezar a investigarlo y acomodarlo.

-Pensé que, con todo el tiempo que te queda aquí dentro, te terminarías aburriendo del piano.

-¡Buaaa, mira como suena!- dijo, tocando un par de notas aleatorias.

Reí al ver su expresión de pura felicidad.

-Como sé que la que más la va a usar eres tú, te quiero decir que, cuando termines de usarla, la dejes en un sitio, ordenada.- fui introduciendo uno de los temas que más me preocupaban de cuando yo no estuviera. -Y no solo la guitarra.

-Sabes que ya no soy tan desordenada como antes.

-Ya lo sé y estoy orgullosa, pero hay algunas veces que te olvidas del significado de la palabra "Limpieza".

-Lo intento.

Hablaba con frases cortas, sin si quiera mirarme a la cara, disfrutando de su regalo. Pero con que me contestara me bastaba para saber que por lo menos, algo de atención me estaba prestando. Tampoco necesitaba mucha atención, solo la justa, si estuviera completamente consciente de lo que le decía igual sospechaba algo de mis intenciones.

-Yo soy la que suele ayudarte a ordenar las cosas si veo que algo no está en su lugar, no te echo la bronca.- cogí aire para decir esto lo más rápido posible. -Pero cuando yo no esté no me gustaría que los demás te estén diciendo cosas todos los días por como tienes el armario o como dejas la mesa.

-No me dirán nada gracias a ti, porque tú me has enseñado a ser una persona limpia.

Con eso me bastaba para haber cumplido mi objetivo, aunque sabía que habría más de una pelea por el orden la semana que viene, yo ya había hecho todo lo que estaba en mi mano.

"TOGETHER"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora