"TOGETHER"

LXXIV

{POV; Chiara}

Mientras escuchaba a Violeta cantar solo pude pensar en no llorar. Sentía que me la cantaba directamente a mí, que la letra me la dedicaba y, teniendo en cuenta todo lo que habíamos pasado esta semana, me rompía el corazón no poderla abrazar y darle un beso bien dado.

Ni si quiera me importó tanto cuando me dijeron que era la nómada favorita, mientras estaba al otro lado de la pasarela, solo presté atención cuando Buika dijo que quería hablar con mi novia.

-El amor es algo bonito pero que muchas veces puede parecer doloroso y saber abrirte y contar lo que te pasa, termines llorando o no, es muy valiente.

Mira que a mí, Buika, no me caía muy bien pero aquí tenía toda la razón, me sentía tan identificada con eso que no podía ser bueno.

Aplaudí como nunca cuando la invitaron a cruzar junto a mí, cuando por fin tuvo un gesto cariñoso conmigo después de días.

{POV; Violeta}

Una vez estuve al otro lado, ya salvada, no me corté ni un pelo en abrazar fuertemente a mi novia. Esto pasaría como un momento normal, lo raro hubiera sido que ni nos miremos  así que Noemí no podía decirme nada.

-Te amo, te amo, te amo...- Le repetí varias veces, susurrándole al oído, sintiendo mi voz al límite.

-Lo sé.

Nos separamos, ambas con una sonrisa y los ojos brillantes y me acarició la espalda una ultima vez antes de que el jurado hablara de nuevo.

Mientras Míriam hablaba, sentí una mano fría agarrar la mía y rápidamente me alerté y miré a Chiara.

-Kiki, no...

-Déjalo estar, por favor.

No me resistí más y entrelaceñé nuestros dedos, al fin y al cabo, yo también lo quería y lo necesitaba.

Una vez estuvimos todos los salvados al otro lado de la pasarela, Chenoa anunció el expulsado de esta gala.

-Y, mediante el televoto de los fanáticos, se ha decidido que... El expulsado o oxpulsada oficial de la gala 5... Sea... ¡Salma!

Mientras todos la abrazaban solo pude pensar que era una insensible, que después de todo lo que habíamos pasado juntas, aunque fuera muy en el fondo, estaba contenta de que se fuera. Aunque sabía perfectamente que no era justo.

Más tarde, sobre las doce y media, llegamos de vuelta a la academia. No todos, que eso siempre dolía, algunos más contentos que otros, pero mi novia y yo volvimos y eso es lo que realmente me importa.

En el momento en el que volví a pisar aquel suelo, separé mi mano de Chiara que, durante todo el viaje en el autobús, habían estado cogidas. Y con una mirada le dije que, aunque yo no quisiera, esto tenía que ser así.

Entonces apareció Noemí detrás mía.

-Violeta.- me llamó y yo me giré. -Ven a mi despacho un momento, porfa.

Kiki y yo nos miramos por última vez, poniéndonos en lo peor que podía pasar esa noche.

-Perdón, en serio, sé que he estado muy pegada a Kiki durante la gala, pero tienes que entenderme, Noe...

-Kiki... ¿Así qué sois del tipo de parejas qué se pone apodos cariñosos?

-¿Perdona?

La había escuchado perfectamente, pero era lo único que salía de mi boca ante la sorpresa.

-Antes que nada, lo siento, quizás me he pasado un poco.

No me lo creo... ¿Iba a pasar lo qué pensaba qué pasaría?

-Durante la gala habéis estado intercambiando muchas miradas donde lo decíais todo y nada a la vez; Buscabais el momento exacto para agarrar vuestras manos discretamente y lo conseguíais. Parecía que estuviérais haciendo algo malo o algo ilegal... Me habéis recordado a mí cuando era joven...- resopló.

Por un momento vi compasión y cariño en sus ojos, los cuales miraban al horizonte, con un brillo especial.

-El amor es así y ahora lo acepto. Aunque debería haberlo aceptado mucho antes, así no tendrías que haber pasado por todo esto. Ni tú ni Chiara.

-Está bien... Admito que esta semana me ha costado mucho, pero me alivia saber que ahora tendré tu apoyo en esto. ¿Porqué lo tengo, verdad?

-Lo tienes, Violeta, lo tienes.

Las dos nos miramos sonriendo, en silencio. Ya no sabía que más decir, sentía que ya estaba todo hablado.

-¿Y ahora?

-No sé, pensaba que querrías abrazar porfin a tú novia o algo.

-¿Puedo?- pregunté, emocionada.

-Adelante.

{POV; Chiara}

Estaba tumbada en mi cama, boca arriba, con la lamparita encendida y sola en la habitación. Pensaba en Violeta, en que le estaría diciendo Noe y rezando para que no lo estuviera pasando muy mal.

Y, cuando estuve a punto de apagar la lucecita, aceptando que ya no iba a venir, la puerta se abrió de par en par y no me dio tiempo de reaccionar antes de tener a alguien encima mío.

-¡Kikiiiiii!- exclamó,  abrazándome fuerte.

-¿Vivi?

Estaba aquí, conmigo, sobre mí y aún no me lo creía.
Para confirmármelo, agarró mi cara y unió salvajemente nuestros labios, demostrando cuanto lo necesitábamos.

-Joder, como he extrañado esto...