"TOGETHER"

EPÍLOGO

{POV; Chiara}

Miles de pasos que iban de un lado a otro me despertaron y, tapada junto a mi novia, aún dormida, vi a Ruslana entrar a la habitación.
Vestía con un top negro, unos pantalones vaqueros y una chaqueta de cuero, ya lista para empezar el concierto.

Mierda, el concierto.

-Vivi, despierta.- le hablé, agitando su cuerpo. -Ya vamos tarde, como siempre.

Pegué un salto de la cama para ponerme la ropa lo más rápido posible, pues estaba en ropa interior.

-¿Porqué no nos has avisado?- Le pregunté a Ruslana, algo indignada, mientras me peleaba con los pantalones.

-Si yo os iba a avisar, pero mi novia no me ha dejado.- contestó, indiferente.

-Esta tonta... Bueno, yo voy a ver si ya tienen mi vestuario. Tu deberías levantarte y hacer lo mismo, bonita.- Le dije a Violeta, con un tono de madre, a la vez que salía acelerada del cuarto.

{POV; Violeta}

Una vez Kiki ya no estuvo en la habitación, la otra pelirroja y yo nos miramos y reímos. Ambas conocíamos a Chiara genial y sabíamos que las prisas no le sentaban nada bien, pero no podía negar que así de mandona se veía muy tierna.

Yo también me vestí rápido y fui a ver cual sería el vestuario de esta noche, para el concierto, el último concierto de la gira.
Tenía que admitir que, después de el reencuentro con todos (O casi todos, porque Lucas no se atrevió ni a venir.) Y los buenos momentos que habíamos pasado estos días, rememorando nuestras actuaciones, me daba pena que ya haya acabado. Pero, hablando mal y pronto, estaba hecha mierda.
Después de esto, al llegar a casa, me tiraría a la cama y de ahí no me levantaría en un par de días.

Salí del vestuario, maquillada y vestida con un corset rosa, una falda blanca y unas botas que combinaban ambos colores, pues la última actuación de hoy sería "I kissed a girl", para cerrar esto como se debe.
Me estaba mirando al espejo, admirando el gran trabajo que habían hecho las maquilladoras, cuando sentí una palmada en mi culo.

-¿Te crees qué puedes hacer eso así como así?- Le pregunté a mi novia, fingiendo estar enfadada.

En verdad no me podía enfadar. Lo amaba. No eso exactamente, sino que amaba como ya era completamente ella misma conmigo. Ya no tenía vergüenza de hacer o decir nada y, aunque a veces me pusiera algo de los nervios, todo era más fácil así.

-Es mi culo, haré lo que quiera con mis cosas.

Me giré con una leve sonrisa al escuchar aquello, pero no pude evitar borrarla al verla.

Estaba muy bien maquillada y todo, pero lo que realmente robó mi mirada fue aquel crop top rosa que usaba junto a una falda descosida a propósito, unas medias de rejilla y unas botas de cuero. Todo aquello hacía lucir su cuerpo a la perfección.

-No me mires así, pervertida.- habló, pegando un leve puñetazo en mi hombro.

Reí al ver sus mejillas sutilmente sonrojadas.
Por más que ya no tuviera pudor en hacer o decirme nada, siempre había algún momento en los que se ponía así de tímida y, para que engañarme, también me encantaba.

-Estás muy guapa.

-¿Solo muy guapa?

Se acercó a mí, abrazando mi cuello con sus brazos y permitiéndome agarrar su cintura.

-¿Qué más quieres qué te diga?

-No quiero que digas nada, quiero que me lo demuestres.

No pude evitar perderme unos segundos entre su cara. Sus ojos, sus pecas, sus lunares, su boca...
Reaccioné lo más rápido que pude, mirando hacia los lados con una sonrisa tonta y, aprovechando que no había nadie más con nosotras, atrapé sus labios entre los míos.