Capítulo 1:7 meses de embarazo

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Su cuerpo ardía como lava dentro de un volcán. El único que podía salvarlo ahora era el hombre ante sus ojos.

Se aferró a su piel helada, parecida al mármol, y su desesperación por sobrevivir no le dejó otra opción que rendirse.

Después de que terminó el dolor, el placer comenzó a volar, como fuegos artificiales explotando dentro de su mente, haciéndolo sentir como si estuviera en medio de un mar de fuego.

Entrando y saliendo, no había escapatoria.

—Oye, despierta.. el aire acondicionado está frío aquí. No duermas o te resfriarás.

El golpecito sobre su hombro despertó a Rubius, y abrió los ojos desorientadamente para ver a la
enfermera parada frente a él. Se sintió un poco avergonzado y su carita se sonrojó; no pudo evitar la mirada de la enfermera.

Maldita sea, ya pasó hace mucho tiempo. Los destellos de esa noche en la que se emborrachó y jugueteó con Mangel a menudo aparecían en sus sueños.

Debido a que había consumido demasiado alcohol, no podía recordar mucho de lo que había sucedido. No sabía cómo podría enfrentarse al hermano Mangel.

La enfermera vio que por fin estaba despierto y le pasó el papel que tenía en la mano:

—¡Olvidaste llevarte tu informe de embarazo! ¡El Doctor habría querido que volvieras la próxima semana si lo hubieras dejado aquí!.

Rubius recibió el informe con una dulce sonrisa y lo guardó en un lugar seguro en su bolso.

Mangel había estado estudiando en el extranjero y regresaría hoy. Cuando Rubius pensó en encontrarse con él esta noche, no pudo evitar sentirse nervioso.

Esto se debía a que Mangel había ido a un lugar muy remoto, no pudo contactarlo hasta que su hijo cumplió siete meses en su vientre.

Pensando en la conmoción que el mismo había recibido al enterarse de su embarazo, Rubius estaba tenso.

¿Quizás su embarazo lo estaba poniendo bastante sensible y nervioso? Rubius sintió que Mangel no estaba tan contento con la noticia como él.

Los médicos le habían asegurado que, con su primer hijo, los hombres siempre parecerían indiferentes y en negación al principio.

Sin embargo... el asunto de casarse, él no podría mencionárselo al contrario primero, ¿verdad?

Cuando salió del hospital, el cielo estaba
despejado y el sol abrasaba.

Sosteniendo su cadera con una mano, Rubius estaba a punto de pedir un taxi, cuando de repente, un llamativo auto deportivo rojo aceleró hacia él.

El corazón de Rubius dio un vuelco cuando, inmediatamente, retrocedió hacia atrás.

El sonido de los frenos le lastimó los oídos cuando el deportivo rojo se detuvo, rozando los bordes de su ropa.

Rubius estaba tan asustado que su corazón casi dejó de latir y apenas podía mantenerse erguido. Al abrir la puerta con un vestido rojo ajustado que revelaba mucho escote, Lolito salió del auto.

—Lolito, ¿estás loco?

Mirándolo, Lolo se rió a carcajadas enormes. Cruzándose de brazos, se acercó tranquilamente para pararse frente a Rubius. Con tacones altos, miró con arrogancia al barrigón su hermano.

—¿Qué? ¿Tienes miedo de que choque contra ti y mate al bastardo que está dentro de tu estómago?

Rubius inmediatamente protegió su vientre y dio unos pasos más hacia atrás mientras lo observaba con preocupación:

—¡Lolito, no cruces la línea!

Siempre supo que su hermano era hostil hacia él, pero nunca había pensado que podría decir cosas tan venenosas.

—¿Crucé la línea? ¡Debería ser yo quien te diga que cruzaste la línea Emborracharse y luego quedar embarazado de un extraño. Y aún así quieres que Mangel interprete al padre. Tch... Rubius, ¿todavía te queda algo de cara?

Rubius se quedó paralizado y preguntó:

—¿Qué dijiste?

—Tú, ¿realmente crees que la persona con la que te acostaste esa noche era Mangel?"— Lolito se rió histéricamente—Siempre dices que creciste con Mangel, que sois novios de la infancia, pero, ¿ni siquiera sabes cómo es su cuerpo?

El rostro de Rubius se puso más y más pálido con cada palabra que decía. Estando allí en un día tan caluroso, todo su cuerpo se sentía helado.

Así es, ese hombre esa noche...

Él había pensado... que tal vez debido a la pubertad, su cuerpo era más voluminoso de lo que se había imaginado originalmente.

Pero con el comentario de Lolito, ahora de repente recordó que además de su forma, nada en ese hombre se parecía a Mangel...

Pero con el comentario de Lolito, ahora de repente recordó que además de su forma, nada en ese hombre se parecía a Mangel

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