Rubius regresa sediento de venganza contra su hermano, quien le arrebató todo: sus padres, su novio, sus sueños y su vida. Pero la revancha se complica cuando debe esquivar cada malévolo plan de su hermano. En un giro inesperado, al caer en una de s...
Después de que Rubius se fue, Samuel no pudo dejar de preocuparse y llamó a Luzu.
—Envía a alguien a vigilar el set.
—Hermano, ¿Te preocupa que alguien vaya a intimidar a mi cuñado? En realidad, todas estas son cosas que uno debe experimentar en el camino hacia la fama, ¡Es bueno que él se acostumbre! Si no enfrenta estos obstáculos, ¿De qué otra manera podrá valerse por sí mismo?— Luzu copió el tono que el azabache solía adoptar cuando le sermoneaba.
—No lo necesita— El significado de sus palabras era que él estaba allí para protegerlo.
—.... Ja ja....
Un viento desolado sopló en el corazón del castaño debido al trato imparcial de su propio hermano.
Pensó en su corazón, ¡Eso no fue lo que dijiste cuando me arrojaste a esa mierda de empresa sin decir una palabra y evitando que alguien me ayudara!
—Bien, bien. ¡Enviaré a alguien para que vigile el set! ¡Me aseguraré de que no le toquen ni un solo mechón de cabello!
—Te daré una semana de vacaciones para la próxima semana— Dijo de repente el mayor.
—¿Qué… hermano, qué dijiste?— Luzu pensó que había alucinado— ¡En realidad me estás dando unas vacaciones y son una semana entera! ¡No me has dejado tomar un descanso durante los últimos tres años!
—¿No quieres?
—¡Sí, sí, sí! ¡Por supuesto que sí! Pero… ¿por qué de repente me tratas tan bien?— No lo podía entender por mucho que pensara. Recordó las palabras que había dicho antes.
Finalmente, sintió que el problema había surgido por algo que había dicho al principio: Cuñado.
¿Tendría un descanso solo porque había llamado cuñado a Rabis?
Esta relación lo estaba poniendo feliz y triste...
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—El Dr. Chávez está aquí— Una criada informó desde fuera del estudio.
Un hombre larguirucho estaba junto a la criada, vestido con ropa informal. Su apariencia era cálida y amable, y su sonrisa era como una brisa refrescante, se veía muy amigable.
El ojimorado colgó el teléfono y se volvió hacia el recién llegado.
—Has venido, por favor toma asiento.
El doctor dejó la bolsa en sus manos y se sentó en el sofá.
—¿Qué pasó? ¿Cómo está el estado del pequeño?
—Puedes verlo por ti mismo, está en la cocina.
—¿La cocina?— Chavez enarcó una ceja, luego se levantó y caminó hacia la cocina.
Después de un rato, regresó sonriendo.
—¿Cuándo adquirió Titi el pasatiempo de hacer zumos? ¡Y veo que parece estar de buen humor! ¿Pasó algo bueno?
—Algo sucedió recientemente. Hace unos días, estaba demasiado ocupado en el trabajo y no podía cuidar a Pequeño Tesoro, así que Luzu lo llevó en secreto a un bar…— Samuel le explicó todo de forma sencilla.
La expresión de Chávez siguió cambiando mientras escuchaba, antes de que finalmente dijera alegremente:
—¡Al menos fue una bendición disfrazada para el niño! He dicho esto antes, pero Titi estaba demasiado sin vida. Si hubiera alguna fuerza que lo impulsara a que pudiera sentir interés por la vida, sería de gran ayuda para su recuperación. Además, ¡Esta es una persona viva! ¿No dejaste al chico como niñera o tutor a domicilio para Pequeño Tesoro?
—Él será el padre omega de Titi en el futuro.
Chávez tosió tres veces seguidas. Miró sorprendido el rostro inexpresivo de Samuel
¿Qué dijiste? ¿Lo estás haciendo por tu hijo o por ti mismo...?
La fría expresión del azabache parecía haberse derretido. Miró por la ventana y dijo lentamente.
—Dr. Chávez, creo que su veredicto pasado fue correcto.
—¿Te… has enamorado de ese chico?— Estaba extremadamente agitado al escucharlo— ¡Lo sabía, mi veredicto no podía estar equivocado! ¿Cómo ibas a ser asexual? Rápido, dime cuál es la situación. ¿Tu corazón late más rápido, te hierve la sangre, quieres acercarte a él, quieres hacerle el amor?
Samuel bajó la mirada y lo pensó seriamente por un momento, luego asintió.
