Rubius regresa sediento de venganza contra su hermano, quien le arrebató todo: sus padres, su novio, sus sueños y su vida. Pero la revancha se complica cuando debe esquivar cada malévolo plan de su hermano. En un giro inesperado, al caer en una de s...
—¿Cómo crees que obtuve este papel?— Rubius se cruzó de brazos y se reclinó en la silla, respondiendo indiferentemente su pregunta con otra.
Mangel parecía que estaba perdiendo la paciencia, así que golpeó con su mano la mesa.
—¡Rubén! ¡Debes saber mejor que yo sobre el tipo de problemas que un omega como tú podría encontrar en el círculo del entretenimiento! ¿Por qué estás tan decidido a entrar en esas aguas turbias de esa manera?
—Ja, un omega como yo...— El ojiverde se burló— Señor Rogel, me pregunto ¿Qué tipo de relación tenemos para que me estés dando un sermón de esa manera?
Si hubiera sido el Rubius del pasado, hubiese puesto total atención al escuchar tales palabras sin rechistar.
En aquel entonces, Mangel le había dicho que esperaba que su futuro esposo no ingresara a la industria del entretenimiento. Sin embargo, cuando se trataba de Lolito, él lo apoyaría por completo. Aun así, estaba sentado aquí intentando dictar su vida.
—Rubiuh, a pesar de que ya hemos terminado, todavía te quiero como a un hermano pequeño. Solo estoy tratando de ayudarte, ¿Podrías dejar de ser tan terco? Toma este dinero, rompe el contrato con Starlight y ¡Deja ya la industria del entretenimiento!
Trató de persuadirlo seriamente.
—JAJAJ, ¿Estás tratando de ayudarme?— La mirada indolente de Rubius se volvió repentinamente fría como un glaciar
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
— Ya que insistes, ¡Tengo un pequeño favor con el que el señor Rogel podría ayudarme! Espero que el señor pueda ayudarme a decirle la verdad a la familia Doblas, y testifique en la corte que Lolito le pagó a dos hombres para violarme. ¿Me ayudarías con eso?
—Rubius, yo...— La cara del contrario se volvió totalmente pálida— Si lo hago, entonces la vida de Lolito habrá terminado... Y en todo caso, él solo podría ser acusado por un intento. Ya que entraste a la habitación equivocada, y la persona con la que tuviste relaciones era otra...
A pesar de que el rubio había esperado esa respuesta, su corazón todavía palpitaba de dolor.
Habló con una expresión burlona:
—Entonces, ¿A lo qué te refieres es que cualquier error que se cometió en ese momento ha sido borrado? Que me violaran después de que me drogaron fue mi culpa, y quedar embarazado de un bastardo y dar a luz a un bebé muerto también fue mi culpa.
Mangel frunció el ceño.
—¡Sabes que eso no es lo que quise decir! Lolito y yo ya nos hemos disculpado por este incidente, y hemos estado haciendo todo lo posible para enmendarlo durante muchos años. ¿Por qué no puedes perdonar y olvidar?
Rubius agarró su bolso y se puso de pie.
—Ja, ¿De verdad quieres que yo perdone y olvide todo eso? ¡Vuelve y dímelo otra vez cuando puedas darle la mano y sonreirle a alguien que violó e impregnó a tu "niña" con su polla!
La expresión de Mangel cambió de repente.
—¡Rubén! ¿Cómo puedes decir algo como eso?
—¡Oh! Solo estaba hablando de una situación hipotética y ya te sientes triste por él. Entonces, cuando no te sucede a ti, no puedes sentir el dolor, ¿verdad? ¿Sigues esperando que le perdone? ¡No soy un santo!
El rubio lanzó unos billetes a la mesa y luego se alejó.
¡Eso fue realmente estúpido!
Él no debería haber hablado tanto con Mangel.
Era tan repugnante que perdió el apetito.
Necesitaba regresar a casa rápidamente y abrazar su pequeño bollo para recuperarse.
El ojiverde acababa de llegar a la puerta de la residencia de Luque, cuando vio un bollo blanco, suave y lindo, corriendo hacia él.
Parecía como si hubiera estado sentado en el asiento de la ventana y esperándolo durante un buen rato.
Rubius fue sanado de inmediato, y le dió un beso súper grande en la mejilla al niño .
Como de costumbre.
—Cariño, ¿Ya has comido? Envié un mensaje para decirte que no me esperaras y comieras tu cena, ¿Me hiciste caso?
Pequeño Tesoro asintió dos veces.
—¡Buen chico!— El omega volvió a besar al bollo como recompensa.
—Juega primero, el tito se va a duchar y a cambiar de ropa.
El menor asintió.
Los dos se tomaron de las manos y caminaron hacia la puerta principal.
En la ventana del segundo piso, viendo la escena afuera, la cara de Samuel mostró bastante depresión. Él nunca se había dado cuenta de que era alguien que se ponía celoso con tanta facilidad.
Incluso estaba empezando a ponerse celoso de su propio hijo.
El rubio había besado a su hijo en el momento que había regresado, e incluso lo había hecho dos veces.
Mientras que él solo podía mirar desde lejos.
---
Después de regresar a su propia habitación, lo primero que quería hacer Rubius era quitarse su bóxer y tirarlo por ahí.
En un día tan caluroso de verano, usar algo así era prácticamente una tortura, ¿ok?
Extendió la mano hacia abajo para desabrochar el botón de su pantalón y quitárselo, pero en el momento en que estaba a punto de quitarse también su bóxer por completo. La puerta detrás de él se abrió con un crujido.
—Rub...— Samuel solo había dicho media palabra pero quedó atónito hasta el punto de mirarle fijamente la entrepierna. Su mano todavía estaba en la manija de la puerta sin saber qué hacer. Miró la escena en la habitación con asombro.
