Capítulo 33: ¡Que espectáculo de afecto entre padre e hijo!

119 16 1
                                    

—¡Nunca pensé que el presidente Doblas se tomaría un tiempo de su apretada agenda para asistir a nuestra ceremonia de apertura! ¡Realmente es un gran honor!— Exclamó el director Venegas.

—¡Ven, presidente Ning, siéntate aquí!— El productor ofreció su asiento para que Fargan pudiera sentarse junto a su hijo.

La expresión del castaño se llenó de amor paternal cuando miró a Lolito.

—Es usted demasiado educado, Director Venegas. Mi hijo está bajo su cuidado.

—Presidente Doblas, la manzana no cae lejos del árbol y su hijo ya es tan sobresaliente que no necesita mis cuidados en absoluto.

—Este niño suele estar tan ocupado que rara vez lo veo. ¡Si no fuera por mi viaje aquí hoy, este padre nunca lo vería!—Si bien Fargan podía parecer molesto, la expresión de su rostro era indulgente.

—Jajaja, tu hijo es tan trabajador que deberías estar feliz. Pero Lolito, tú también estás equivocado, no importa lo ocupado que estés, ¡de todos modos deberías ir a casa de visita!— Lo regañó.

—¡Sí, director, me equivoqué! Papá, no te enojes. ¡Mañana por la noche volveré a casa a cenar!— El pelinaranja lo engatusó mientras abrazaba el brazo de Fargan, actuando como un hijo obediente.

—¡Mira esto!, necesito que el director me ayude a hablar con mi hijo para  que él venga a visitarme.

—Papá, hay tanta gente aquí, ¡ah, déjame un poco de dignidad!

—Sí, sí, sí, ahora eres una gran estrella, ¡ya no puedo decirte nada!

Rubius pensó que ya había fortalecido su corazón, pero al ver este espectáculo de afecto entre padre e hija, su pecho se sentía tan sofocado que quería huir.

Mientras sus emociones estaban agitadas, afortunadamente pudo mantener una expresión serena. Tranquilamente entabló conversación con el guionista sentado a su lado, como si no hubiera notado lo que sucedía frente a él.

Podía fingir que no se había dado cuenta, pero algunas personas no sentían lo mismo. La mirada de Fargan era como un cuchillo apuñalándolo. Su aparición en la ceremonia de apertura fue una vergüenza para él.

Al final, el rubio escapó de la habitación excusándose que tenía que ir al baño. Caminó hasta una ventana abierta al final de un pasillo para tomar un poco de aire fresco.

Sacó algunos cigarrillos y un encendedor de su bolso, pero los contempló un rato antes de guardarlos.

Estaba intentando dejar de fumar.

Hoy fue la primera vez en mucho tiempo que sintió la necesidad de fumar.

La brisa nocturna le acarició la cara y lo hizo sentir un poco mejor.

En ese momento, se oyeron pasos detrás de él.

La espalda de Rubius se puso rígida, pero cuando se dio la vuelta, su expresión era impenetrable, como una máscara.

—¿El presidente Doblas vino a buscarme?

Fargan lo miró con expresión severa, extremadamente descontento con su forma de vestir

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Fargan lo miró con expresión severa, extremadamente descontento con su forma de vestir.

El ojiverde miró hacia abajo con una pequeña sonrisa.

Ah, presidente Doblas, en la otra habitación, también estaba mirándome. ¿No tiene miedo de que otros malinterpreten esa mirada?

Después de todo, para los de afuera, él era un patrocinador y el rubio un hermoso y pequeño artista. Era muy fácil desarrollar falsas impresiones sobre su relación.

—Bastardo, ¿qué crees que estás diciendo?—Fargan se enfureció de inmediato.

Rubius frunció el ceño.

—Obviamente estoy hablando en un lenguaje humano. ¿El presidente Doblas no entiende el lenguaje humano?

—Tú...—Fargan levantó la mano.

Antes de que le pudiera pegar, una mano más delicada lo agarró y lo mantuvo en su lugar.

No había manera de que dejara que Fargan volviera a golpearlo.

No tenía ningún derecho.

El castaño casi se enojó hasta la muerte y le arrebató la mano.

Será mejor que dejes este papel ahora mismo. ¡Serías una vergüenza para mí si continúas así en público!

La expresión del rubio se volvió fría.

—Obtuve este papel honorablemente, ¿cómo es eso una vergüenza?

—Siempre tienes que copiar lo que Lolito quiere hacer. Mírate, no puedes competir con él. Corriendo hacia la industria del entretenimiento, ¿estás esperando que alguien se entere de ese incidente para avergonzar a la familia Doblas? Fargan lo fulminó con la mirada, con los ojos llenos de extremo desdén.

Consigue un hijo y adopta un esposoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora