Rubius regresa sediento de venganza contra su hermano, quien le arrebató todo: sus padres, su novio, sus sueños y su vida. Pero la revancha se complica cuando debe esquivar cada malévolo plan de su hermano. En un giro inesperado, al caer en una de s...
—¡Ponlo aquí, y ayúdame a agradecer a tu pequeño maestro!—Rubius sacó su teléfono para enviarle un mensaje al bollo mientras lo decía.
El elenco y el equipo parecían estar ocupándose de sus asuntos, pero todos miraban hacia donde estaba el omega, curiosos por lo que habían enviado esta vez.
Al final, parecían haber visto 3 botellas de... zumo?
El rubio parecía preocupado por las rosas, y ni siquiera parecía gratamente sorprendido al recibir el diamante. Sin embargo, esta vez, tenía una expresión de felicidad e incluso estaba sonriendo al enviar un mensaje de texto.
Cada uno de ellos tenía sus propios pensamientos:
—En estos días, el dinero solo no es suficiente para obtener el amor de una belleza ¡Tienes que usar tu corazón!
—¿No oíste a esa niña decir que fueron hechos a mano? ¡Que dulce!
—¡Apuesto a que quien envió el jugo de fruta ganará el corazón del chico!
—No lo sé, ¡Pero yo apuesto por quien envió el diamante!
—¿Por qué nadie está alentando a quien envió las flores?
Después de terminar los zumos, Rubius se revitalizó y estaba listo para seguir trabajando.
Al mismo tiempo, Samuel, que estaba tomando un descanso del trabajo y acompañaba a su hijo en su casa, recibió una notificación en su teléfono.
La notificación indicó que había un nuevo mensaje de Rubius (Sí, le puso un tono personalizado al contacto de su amorcito)
El azabache lo abrió, y las comisuras de sus labios se levantaron levemente.
[Querido, gracias por tus jugos de frutas, ¡Estaban súper súper deliciosos! ¡Salang haeyo!]
Miró el mensaje por un largo rato antes de llamar con la mano a su hijo, que estaba sentado inmóvil en la ventana aturdido.
—Pequeño tesoro, ven.
Pequeño Tesoro lo ignoró.
El mayor suspiró ligeramente.
—Hay un mensaje de tu tito Rubius.
El bollo corrió como un cohete, e incluso trató de agarrar el teléfono saltando.
Samuel levantó el teléfono aún más alto.
—Te dejaré ver si me llamas papá.
La expresión de Pequeño Tesoro estaba llena de protestas, lo que indicaba su negativa a cooperar.
Fue solo cuando su hijo estaba ansioso hasta el punto de llorar que el ojimorado finalmente se ablandó y le pasó el teléfono.
Mientras veía a su hijo leer el mensaje, luciendo perfectamente satisfecho, Samuel tenía una expresión de preocupación en su rostro.
Lo más probable es que como habían tan pocas cosas que pudieran molestarlo, Dios había enviado a Titi a su lado para ponerlo a prueba.
Pequeño Tesoro era extremadamente inteligente.
Podía hablar a los 6 meses, y aunque tenia una personalidad taciturna, desde ese incidente, nunca había vuelto a hablar.
Se había perdido demasiados momentos durante los primeros años del bollo, y solo cuando quiso compensarlo descubrió que era demasiado tarde.
No sabía cuándo podría escuchar a su hijo llamarlo papi otra vez..
Pequeño Tesoro miró el teléfono durante un buen rato.
Parecía que había algo que no podía entender.
Finalmente, se acercó a su papá y señaló la palabra "Salang haeyo" con su pequeño dedo meñique, probablemente preguntándole el significado de esas palabras.
—Es solo una forma de hablar, no tiene ningún significado especial. El alfa respondió en serio.
—Pfff hermano, no le enseñes cosas a Pequeño Tesoro cuando no estás familiarizado con la cultura pop de hoy en día. "Salang haeyo" significa "Te amo" en coreano— Luzu hizo un corazón con sus manos.
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El niño le dirigió una mirada desdeñosa a su padre después de escuchar eso, luego corrió con pequeños pies para continuar haciendo zumos.
Samuel hablaba con fluidez en 12 idiomas.
Incluso si Rubius hubiera escrito esas palabras en coreano, definitivamente las habría reconocido. Sin embargo, cuando las palabras se escribieron como se pronunciaban en español, no pudo entenderlo.
—¿No tienes que trabajar?— El azabache lo miró fríamente y con recelo, con la expresión de un jefe dando órdenes a sus subordinados.
El castaño inmediatamente movió una silla y se sentó frente a él con entusiasmo.
—"Jefe", ¡Tengo algo muy importante que informarte!
Samuel se sentía muy fastidiado para decir algo, así que le hizo una expresión de "habla si quieres".
Luzu hizo un gesto frenético con las manos mientras hablaba, muy emocionado.
—¿Sabes qué noticias recibí hoy? ¡Los ardientes admiradores de Rabis le enviaron regalos mientras estaba en el set!
—Esos eran los zumos que Pequeño Tesoro le envió— Contestó indiferente.
—Lo sé, pero antes de que nuestro Pequeño Tesoro enviara su regalo, ¡Hubo otras personas que también lo hicieron! ¡De hecho fueron dos más!¡Uno de ellos le envió suficientes rosas para cubrir el set por completo, mientras que el otro envió un enorme diamante de 10 quilates!
La expresión del ojimorado se volvió fría. En este caluroso día, ayudó a aliviar el calor un poco.
