Bua solo quedaba un día para que viniese Aymen a pedirme la mano, estaba tan nerviosa y tan ocupada que no sabía que hacer con tanto estrés.
- Tía callate ya de una vez. Va a salir todo bien y punto. Venga anda.- me dijó Sabrina, estábamos en el supermercado por que mi madre nos había dado una lista más grande que yo que sé de comida.
- Vale... emm tu vas a por el helado, la harina, las servilletas y los pasteles y yo hoy a por los zumos, el pollo, el cus cus y el azúcar, vale? .- dije al ver que apuntaba todo en las notas del móvil.
- Sisi, perfecto. Y nos encontramos en la caja.
- Ajam.
Cogí todo, menos el cus cus que estaba lo más arriba de la estantería y no podía cojerlo.
- Te ayudo?.- me preguntó un chico rubio, alto y con los ojos azules.
- No, no hace falta.
- Si que hace, espera que te ayudo. - dijó cogiendo el cus cus.
- Gracias. - dijé cortante
- De nada, me llamo David por cierto.
- A... bueno, me tengo que ir. Gracias.
- Adiós.
Este chaval, como si me interesara su nombre. Fui a la caja con Sabrina, que me miró raro.
- Va todo bien?
- Sisi, es que por la cara viene un chaval y me ayuda cuando le he dicho que no hace falta y me dice su nombre como si me importará.
- Que borde eres, eh. Que el chaval solo quería ser majo.
- Pues que se vaya a pescar él y su majería que yo ya estoy ocupada por uno.
- Madre mía.- Dijó rodando los ojos.
Llegamos a mi casa, le dimos todo y Ordenamos un poco la casa. Al terminar recogimos la casa de Sabrína y nos vestimos para salir. Yo me puse un conjunto de invierno ya que ya empezaba a hacer frío y una trenza, me maquille un poco y me heche colonia.
Sabrina iba guapisima, se puso un vestido de invierno, una coleta alta, unas botas negras y un bolso del mismo color.
- Nos vamos?.- me preguntó.
- Sisi, vamos.
Nos fuimos a un Starbucks, yo me pedí un café con leche y ella un Capuccino. Empezamos a contarnos la vida ya que llevábamos ya una semana sin hablarnos como antes por la culpa de los exámenes y los estudios.
- Bua, tengo un examen pasado mañana.- me dijó.
- Por dos, a veces me dan ganas de morirme.- dijé al recordar los dos exámenes.
- Buff, odio estar en segundo de bachillerato.
- Callate y di alhamdulilah que solo nos queda un año.
- Alhamdulilah.
- Oye... Se que es una idea muy rara, pero me gustaría tener una pastelería.
- Que?.- dejó de beber su Capuccino para mirarme.
- Sí, tipo... no sé. Tener una pastelería, decorarla a tu gusto y cocinar con tu familia unos pasteles, ganas dinero y bueno... a mi siempre me ha gustado cocinar así que gano dinero por hacer lo que me gusta.
- Bueno... haber no es tan mala idea.
- Sisi y abrir desde las 9:00 a.m hasta las 20:00 p.m
- Esta bien, la verdad.
Nos terminamos los cafés mientras nos contábamos cosas y nos fuimos a casa. Cada una a la suya.
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Mi destino
RomanceAmira es una chica musulmana y marroquí de 17 años. Nunca ha salido con nadie, ya que está enamorada del hermano de su mejor amiga pero siempre se ha contenido. Aymen un chico de 18 años. También es musulmán y nunca ha salido con ninguna chica, ya...