9:30 a.m
Me desperté sin ganas. Solo quería dormir un rato más... Pero al recordar que hoy es el día. Me desperté de tirón, como si me iba a morir si no me levantaba de la cama astagfirulah.Me fui al baño hice wodo y recé, me quedé unos 20 min recitando el coran hasta que mi madre llamó a mi puerta.
- Amira, hbiba. Has visto los pelos que tienes ahora mismo.- se rio de mí.-. Tira, anda. Vete a ducharte y peina esos pelos.
Me mire al espejo, es cierto que ahora mismo mis pelos parecían los de Aisha Kandisha.
Me duche y me hice una trenza. Buff a saber cuando me pondré el hijab, me gusta mucho como me queda pero... no sé siento que todavía no estoy preparada.
Salí del baño y me dirigí al salón donde se encontraba mi madre con una Abaya muy bonita azul clarito, con su hijab blanco y unas sandalias blancas. Que guapa mi madre masha'allah todo lo que se pone le queda genial. Mi padre simplemente iba en un traje negro y blanco. Muy elegante él JAJAJA.
- Que guapos que vaís, por favor.
- Jajaja, anda ves a vestirte elegante.- me dijó mi madre
- La verdad... es que iba a ir así.- dije mirándome de arriba a abajo. Llevaba un jersey beis y unos vaqueros azules.
- Así?.- me preguntó mi padre.- Sí... no voy tan mal
- Hija mía... no es que vayas mal, es que... bueno tienes que ir elegante, por que no te pones el vestido azul que te compre o una abaya... no sé.- dijo mi madre mientras miraba mi outfit.
- Vaalee, me pongo otra cosa.
- Gracias, cariño.
Al final opte por un vestido rosa que me compro mi tía de Holanda y me queda como un guante. Es precioso el vestido, es largo y lleva unas dos tiras en los lados que se juntan atrás con un nudo. Parezco una princesa de Disney con eso puesto.
- Estas preciosa, como una princesa.- dijó mi padre entrando en la habitación, mientras yo me veía en el espejo de cuerpo entero que tengo en la habitación.
- Gracias, papá.
- Sabes, ha pasado el tiempo volando. Hace unos años te veía jugando con las barbies con tu hermana Wiam. Luego... cuando ella se fue con Sara a Marbella, es cierto que estabas más apagada, pero te centraste en ti misma y pasaste de sacar malas notas a sacar dieces tbark'allah, y no te niego que aún que no te lo diga mucho, estoy muy orgulloso de ti. - empecé a notar como mis ojos se llenaban de lágrimas que me limpie con la mano.-. Después nació tu hermano Amin que aún que siempre os intentáis evitar os queréis mucho y yo lo sé. Empezaste a escabullirte yendo a la casa de Sabrina, encerrandote en tu habitación estudiando, ayudando a tu madre solo cuando él estaba en clases de fútbol. Y eso para que, hija? Para que no se encariñe, como tú lo hiciste con Wiam o como? Nunca he entendido ese tema.
- Yo con Amin no tengo ningún problema, Papa.
- Entonces?
- No sé, es como que él y yo somos muy diferentes, cada uno está centrado en lo suyo y por eso no nos hablamos. Él... no sé, creo que no me quiere como hermana. Siento... no sé cómo que me odia o algo así.
- Amin no te odia, él te quiere mucho, pero tú le intentas evitar y él se centro en lo suyo al ver que tú no le haces ni caso. Intenta hablar con él, cielo. Ten por lo menos una conversación con él.
- Venga, vale. Donde está?
- En su habitación, preparándose.
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Mi destino
RomanceAmira es una chica musulmana y marroquí de 17 años. Nunca ha salido con nadie, ya que está enamorada del hermano de su mejor amiga pero siempre se ha contenido. Aymen un chico de 18 años. También es musulmán y nunca ha salido con ninguna chica, ya...