Capítulo 51

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Rumbo a Suiza

Nos levantamos a las 4:10 a.m y tendríamos que estar en el aeropuerto a las 6:15 a.m.

Rezamos, Desayunamos, nos cepillamos los dientes, recogimos las maletas y nos fuimos. Me puse este outfit.

Perfecto, además era cómodo y sencillo así que no me venía mal

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Perfecto, además era cómodo y sencillo así que no me venía mal. Salimos de casa y nos fuimos rumbo al aeropuerto en coche a toda velocidad por que el aeropuerto no estaba cerca y la carretera no estaba tan llena.

Llegamos 21 minutos antes así que ne compré una botella de agua y Alhamdulilah había ahí una cafetería así que me pedí un Capuccino y una empanadilla para desayunar, aún que ya haya desayunado en el hotel, pero nunca se está lo suficientemente llena.

- Madre mía, que buena esta la empanadilla, Aymen. Seguro que no la quieres probar?

- No, yo con mi café estoy bien.

- Oye, ahora que me doy cuenta nunca en los viajes comes.

- Ya, es una manía que tengo.

- Pues deberías quitartela, por que comer es buenísimo, tanto para la salud, para el cuerpo, etc. Como para la salud mental, eh. Además te sube el estado de ánimo.

- El estado de ánimo?

- Que es verdad, yo cada vez que pienso en la comida me pongo muy feliz, por que comer es lo mejor.

Se rio de mí.- Así?

- ¡Que sí, Aymen! Que es verdad.

- Bueno, entonces como por ti.

- ¡¡ Genial!!

- Camarero.- Llamó Aymen.-. Una empanadilla y un Café con leche, por favor.

- Perfecto.- Dijó el camarero apuntandolo.

Mire el reloj y me dí cuenta de que lo tenía mal, así que mira la hora en mi móvil. Las 5:57 a.m, quedan 18 minutos.

Desayunamos rápido y nos fuimos al avión.

* * *

Alhamdulilah llegamos bien a Suiza, lo primero que hicimos fue alojarnos en un hotel cualquiera, rezar y dormir por que lo cansados que estábamos no era normal.

* * *

Tin tin tin. Escuché vibrar el móvil de Aymen, por su culpa me había despertado. Desperté a Aymen para que le contestara mientras yo me volvía a dormir.

- Alo.- Dijó Aymen medio dormido al atender el teléfono.-. Hoy? Ah sisisi... Vale, pues por la tarde pasamos y las cogemos... Qué? Yo dormido? Que va...Vale, pues ya vamos.

- Que pasa, Amor?

- Es mi hermano, que dice que vayamos a por las llaves para la casa reservada para nosotros y que él y su mujer nos han invitado a comer.

- Su mujer? Pensaba que estaba soltero.

- Que va, si tiene una mujer y tres hijos.

- Pues no lo sabía, Allahuma Barik.

- Amin, bueno me voy a ir a duchar, preparate para irnos.

- Ya, si yo también me tengo que ir a duchar.

Me duché, recé y me puse este outfit.

Calentita, elegante y preciosa masha'allah

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Calentita, elegante y preciosa masha'allah. Justo lo que necesito.

- Que guapa estas, Masha'Allah.- Me dijó Aymen.

- Anda que tú, si tengo al esposo más guapo del mundo, tbark'Allah.

Salimos y el trayecto era de 30 mins, pero había tráfico así que serían unos 45 mins. Así que puse unos Nasheed de mientras y empecé a cantar felizmente mientras Aymen estaba concentrado en la carretera, le hice fotos cuando no se daba cuenta y hasta hice videollamada con las chicas.

- Estoy demasiado estresada.- Dijó Sabrina.-. ¡¡ Estoy harta de los estudios!! No me da tiempo a nada, ni siquiera a comer.

- Come mientras estudias.- Le dijó Kaw Kaw.-. La verdad es que yo también estoy estresada, pero como me la paso haciéndome chuletas y nunca me pillan.

- Como te las haces?.- Le preguntó Wiam mientras se comía un trozo de bizcocho.

- Pues hay algunas veces que lo escribo en la mesa en árabe, así no me pillan y yo pues como lo entiendo y tal, no me disgusta. También me pongo cascos de un audio mío diciéndo las respuestas y así muchas cosas más.

- Joe que si te haces chuletas.- La dijé asombrada.

- Y nunca me pillan.- dijó remarcando la palabra "nunca".

- Buff, pues que suerte. A mi a la primera me pillan.- Dijó Wiam.

- Por que tu no sabes disimular.- La contesté.

- Yo si que sé.

Y, así estuvimos todo el trayecto discutiendo sobre si sabía o no.

- Queréis dejar ya el tema?.- Preguntó Aymen aparcando el coche.-. Te lo juro que sois unas cabezotas y yo pensando que era solo Amira, pero no. Al parecer viene de familia.

- Ala, me estás insultando?.- Le pregunté dramáticamente.

- No, estoy diciendo una personalidad tuya y es verdad así que no te hagas. Bueno, ya hemos llegado.

Me despedí de las chicas y entré dentro de la casa.

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