Cuando salimos, nos montamos en el coche y venimos todos a mi casa, pedimos unas pizzas y nos sentamos en el salón.
- Bua, que cansada estoy.- dijó Sara sentándose en el sofá.
- Ya vienen las pizzas.- me dijo Aymen sentándose al lado mía.
- Cuantas has pedido?
- Cuatro.
- Cuales?
- Dos cuatro quesos, ya que te encantan y dos de atún.
- Vale.
- Y, bueno parejita a donde tenéis pensado ir de luna de miel?.- nos preguntó Sabrina.
- Turquía.- Dijé sin pensar.
- Y Bali.
- Y Alemania.
- Y de paso os recorreis el mundo.- Dijó mi madre irónica.
- Es que en Alemania hay una mezquita muy bonita y grande.- Me excuse.
- Y, por que no vais en Ramadan. Un mes muy bonito para ir.- Nos Dijó Rachida.
- Tienes razón.
- Turquía, la verdad es que entiendo que queráis ir ahí. Es un país precioso.- Dijó mi madre.-. De hecho yo fui con tu padre ahí de luna de miel.
- Ya lo sé mamá, nos lo repetirte cientos de veces.
- Y, Bali. Simplemente es un país también muy bonito y además de ser bonito dicen que es un país bastante barato.- Dijó Aymen.
- Genial, pues una semana en Bali y otra en Turquía.- Le dijé a Aymen.
- Pero tendréis que trabajar para conseguir el dinero.- Dijó mi madre.
- Yo quiero empezar a trabajar, Mamá. Pero no sé donde. Por que con los estudios esto es mucho ajetreo.
- Cariño, estas sometida a muchos estrés con tu boda, los exámenes y los estudios en general. Por que no descansas un poco? Me refiero a que dejes por un año los estudios y te dediques a trabajar si quieres trabajar y el año que viene vuelvas a los estudios.- me dijo Rachida.
- Tienes razón. De hecho lo voy a hacer.
- Me dijiste que querías abrir una pastelería, por que no lo haces?.- Intervino Sabrina.
- Yo podría ayudarte a encontrar un local para crear tu pastelería.- Me dijó Aymen.
- Y yo podría buscar muebles y tal para la pastelería.- dijó Sabrina.
- Y yo podría ayudarte a cocinar pasteles.- dijó Wiam.
- Ehh, no. Tú y yo tendremos que volver a Marbella.
- Pero yo no quiero ir. Te recuerdo que fuiste tu la que tuvó la idea de ir a Marbella y encima contra mi voluntad me llevaste y estropeaste la buena amistad y lo bien que me llevaba con Amira. Y si no me apetece volver, no volveré y punto.
- Wiam, te estoy afirmando no preguntando.
- Muy bien. Y, yo te estoy diciendo de que no eres nadie para mandarme en lo que tengo que hacer y no por que seas mi hermana mayor te tengo que hacer caso.
- Wiam, ya.
- No, ni Wiam ni Wiam. Me tienes harta, siempre creyendote superior a mi y ordenandome en lo que tengo que hacer como si fueses mi madre o algo, eres una pesada. Déjame ya en paz. Si quieres volver a Marbella, vuélvete tú sola, por que yo me quedo aquí con mis padres. Que tengo ya 16 años dejame en paz.
- Sara, tu hermana tiene razón. Déjala aquí con nosotros. No pasa nada, vete tú sola a Marbella que no te cuesta nada. Ya eres una adulta.- La apoyó mi madre.
- Pues vale.- Dijó, se llevó su teléfono y se fue de casa dando un portazo.
- Ya estaba cansada. Perdón.- Dijó Wiam, suspirando. A lo que me levanté y la dí un abrazo.
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Mi destino
RomanceAmira es una chica musulmana y marroquí de 17 años. Nunca ha salido con nadie, ya que está enamorada del hermano de su mejor amiga pero siempre se ha contenido. Aymen un chico de 18 años. También es musulmán y nunca ha salido con ninguna chica, ya...