Amira es una chica musulmana y marroquí de 17 años. Nunca ha salido con nadie, ya que está enamorada del hermano de su mejor amiga pero siempre se ha contenido.
Aymen un chico de 18 años. También es musulmán y nunca ha salido con ninguna chica, ya...
Me levanté muy feliz y a la vez nerviosa de la cama, me dí una ducha, recé, desayuné y prepare la maleta aún que ya lo tenía casi todo organizado.
- Hola, bnti.- Dijó mi madre entrando en la habitación.
- Hola mamá.
- Bueno... estarás muy feliz, hoy es tu día. Hoy te casas, te vas de luna de miel y... ya no vivirás aquí.- No había pensado en eso. Es cierto que ya no iba a vivir en mi casa, iba a ser todo muy extraño.
- Pero Aymen y yo todavía no tenemos la casa preparada.
- Lo sé. Pero te irás a la casa de Aymen a vivir ahí.
- Anda.- Fue algo inesperado y bueno... no sabía como sentirme, feliz por ir a vivir con Aymen o triste por que ya no viviré en la casa de mis padres, todo sería muy extraño.
- Cariño, ya que te vas a ir quiero pedirte un favor...
- Dime, Mamá.
- Quiero que me perdones por todas las veces que te haya molestado, si hubiese dicho algo que te haya afectado en tu infancia o algo, perdoname. Siempre os he intentado dar a tus hermanos y a ti lo mejor, pero sí ha habido alguna ocasión que hayas sentido que a tus hermanos les he dado más que a ti, perdoname bnti. Quiero que me perdones por todo. Tu padre y yo... sabes que no estamos en las mejores condiciones económicamente por así decirlo, así que si ha habido alguna ocasión en la que hubieses querido comprarte algo, pero tu padre y yo no nos lo podíamos permitir, quiero que nos perdones. Lo siento muchísimo de verdad por todo lo malo que te haya hecho. Ahora... te vas a ir de casa y nada volverá a ser como antes, así que bueno... quiero verte triunfar, quiero que salgas de esta casa y lo des todo en la pastelería y cuando vuelvas a estudiar lo mismo. Por mí y por tu padre. Dalo por nosotros o simplemente por ti misma. Demuestra que tu puedes con todo lo que se te acerque y aún que no cuente mucho, pase lo que pase tu madre siempre va a estar ahí para apoyarte y darte lo mejor, en las buenas y en las malas. Siempre estaré ahí, haciendo duaa para que sigas adelante y para que todo te vaya bien insha'allah. Tenlo en cuenta.
Lágrimas brotaban por mis mejillas, la dí un fuerte abrazo. No me salían las palabras, no sabía que decir respecto a todo lo que me ha dicho.
- Perdoname, hija.
- No tienes por qué pedir disculpas, mamá.
- Quiero que cuando me muera, desde el cielo verte triunfar en todo, vale? Quiero morir en paz, sabiendo que a mi hija le ha ido bien en la dunya y esperemos que también en el Akhira.
- No digas eso, Mamá.
- Amira, no siempre voy a estar a tu lado, eso lo tienes que saber. Algún día me moriré y cuando eso ocurra espero haberte visto cumplir tus metas.
La abrace muy fuerte y ahí nos quedamos.
* * *
Ya me maquillaron ahora iba a venir la peluquera, quería que me hiciera esto.
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pero, todo el rato al hacerme rulos con la plancha me quemaba apropósito y me llamaba exagerada.
- Ay.- Proteste.-. No lo podrías hacer sin quemarme cada vez por tres?
- Eres muy exagerada, ni siquiera te hago tanto daño.
- Noo, para nada.- Ironice.-. Solo te falta raparme el pelo.
- Qué está pasando aquí?.- Entro de repente Aymen.
- Nada, nada.
- Que a tu mujer la estoy haciendo rulos en el pelo con la plancha y no para de quejarse.
- Tú.- La señaló.-. ¡Fuera! Ahora mismo.
- Pero... señor.
- No, ni señor ni nada, fuera. No te quiero ver más por aquí.
Se llevó sus cosas y se fue.
- Pero Aymen... yo que hago ahora sin peluquera?
- Pues eso no lo había pensado. Llama a tu prima, ella sabía peinar, no?
- Sí, pero no sé si va a saber hacerlo, además se estará preparando para la boda.
- Tú llámala y que se prepare contigo.
- Vale.
Llamé a Kaw Kaw y vino de inmediato, me hizo el peinado y la pille de suerte que solo le quedaba maquillarse, así que se maquillo en un momento y nos quedamos ella y yo hablando, la gente ya estaba a fuera y yo estaba muy nerviosa.
- Tía, no pasa nada. Tranquilizate, va a salir todo bien.- Me dijó Kaw Kaw.
- Haber, pero que tú si estuvieses en mi situación estarías así o peor.
- Pues la verdad es que tienes razón.
Salimos a la boda, a donde estaba todo el mundo y nos lo pasamos la verdad es que muy bien.
Como las chicas y los chicos estaban en salas diferentes, las chicas empezaron a bailar como si no hubiese un mañana. Comimos y bailamos Aymen y yo otra vez en pareja, hasta que llegó la hora de la despedida, que dolor.
Con lágrimas en los ojos me despedí de mi madre, de mis hermanas y mi hermano, de mi padre, de Sabrina y de Kaw Kaw...
Entré en el coche, fuimos a por mi maleta y nos quedamos en la casa de Aymen, nos dimos una ducha, dormimos un poco, literalmente solo dos horas y ahora camino a Bali.
