Capitulo 33

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Estuvimos toda la noche en el hospital, ya que la convulsión duro más de 5 minutos. No me gusta nada ver a mi hermano así, pero Alhamdulilah es lo que toca, solo espero insha'allah que Amin se encuentre mejor.

- Qué ha pasado?.- Vino Aymen corriendo. No sabía ni que hora era, pero estaba cansada, muy cansada. Y no quería que Aymen se molestará en venir. Pero bueno, ya estaba ahí, así que no me serviría de nada decirle que se vaya.

- A tenido un ataque de epilepsia.- Le respondió Wiam.

- Que se recupere pronto, Insha'allah.

- Amin.- dijó mi hermana.

- Amin.- la repetí.

- Se nota que estas cansada, quieres un café o agua?.- me preguntó Aymen.

- No hace falta.

- Alguien quiere agua o café?.- preguntó en general.

- Sí, yo. Una botella de agua, por favor.- Le dijó mi madre.

- Y, yo por fa. Café con leche.- dijó Wiam.

Miré mi móvil y ya eran las 6:30, tenia que irme a casa, a vestirme y a ir a la tienda.

- Mamá, me tengo que ir a abrir la tienda.

- Vale, cielo. Tienes llaves?

- Sí, las tengo.

- Genial. Nosotros nos quedaremos a ver que dice el médico.

- Vale.

Volvió Aymen, les dio la botella de agua a mi madre y el café a mi hermana.

- Que Allah te bendiga, hijo mío.- Le dijo mi madre a Aymen.

- Te llevo a casa?.- Me preguntó.

- Sí, por fa.

Estuvimos todo el camino a casa callados. Sin saber que decir hasta que bueno... decidí hablar aún que no sabía muy bien que decir.

- No hacía falta que vinieras.

- Qué?

- Que no hacía falta.

- Vale, quizás tu pienses que no hacia falta, pero también he ido por tu familia, no solo por ti.

- A, bueno.

- En serio? Has visto el estado en el que estaba tu madre? La pobre se notaba que estaba fatal.

- Lo sé.

- Es la primera vez que le daba un ataque de epilepsia a tu hermano?

- No, es la segunda. La primera fue hacía mucho tiempo y pensamos...

- De qué era la primera y la última.

- Exacto.

- Ya hemos llegado, te espero en el coche.

- No hace falta, puedo ir andando. Solo son 10 minutos.

- Me da igual. Quiero estar contigo.

- Pues yo no, vete.

- Pero... Bueno, si tu quieres. Me voy a trabajar.

- Pues vale.

No sabía por qué estaba enfadada con él, ni por que le trataba así pero al instante en el que se fue, me arrepentí. Me pasé y él no tenía la culpa.

Me dí una ducha caliente y me puse la ropa para ir a la tienda, ni siquiera me dio tiempo a desayunar, me cepille los dientes y me fui.

Las horas en la tienda, se me pasaron muy lentas. Llamé a mi madre para ver como estaba mi hermano.

- Salam.- me saludo mi madre al coger el móvil.

- Mamá... qué tal esta Amin?

- Bien alhamdulilah, no ha sido tan grave. Tardaron mucho por que según ellos había mucha gente en la sala.

- Vale, me alegro mucho Alhamdulilah.

- Sólo era eso?

- Sí, solo era para preguntar que tal estaba. Ahora vaís a ir a casa.

- Sí, vamos a ir a vestirnos para ir a un restaurante, si quieres Vente cuando salgas. Le digo a Wiam que te pase la dirección.

- Venga, vale. Adiós.

- Adiós.

Colgamos y ya eran las 7 de la tarde, tenía un hambre y me apetecía un indomi calentito y rico. Me pregunto a que hora saldrá Aymen del trabajo, le quiero ver y pedir perdón por lo de esta mañana y así como si lo hubiese invocado, de repente escucho la voz de Aymen.

- Buenas tardes al amor de mi vida. Ya me han dicho que tu hermano ya ha salido del hospital Alhamdulilah. Y me han dicho que pasé por ti para ir a un restaurante a cenar.

- Yaya, no quiero ir.

- Por?

- No sé, me apetece quedarme en casa comiéndome un indómi.

- Pues luego te vienes a mi casa y nos lo comemos.
- Vale. Por cierto Aymen, perdón por... lo de esta mañana. No estaba bien.

- Tranquila, no pasa nada. Lo veo normal. Estabas fatal. Bueno vamos?

- Vale.

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