Estuvimos toda la noche en el hospital, ya que la convulsión duro más de 5 minutos. No me gusta nada ver a mi hermano así, pero Alhamdulilah es lo que toca, solo espero insha'allah que Amin se encuentre mejor.
- Qué ha pasado?.- Vino Aymen corriendo. No sabía ni que hora era, pero estaba cansada, muy cansada. Y no quería que Aymen se molestará en venir. Pero bueno, ya estaba ahí, así que no me serviría de nada decirle que se vaya.
- A tenido un ataque de epilepsia.- Le respondió Wiam.
- Que se recupere pronto, Insha'allah.
- Amin.- dijó mi hermana.
- Amin.- la repetí.
- Se nota que estas cansada, quieres un café o agua?.- me preguntó Aymen.
- No hace falta.
- Alguien quiere agua o café?.- preguntó en general.
- Sí, yo. Una botella de agua, por favor.- Le dijó mi madre.
- Y, yo por fa. Café con leche.- dijó Wiam.
Miré mi móvil y ya eran las 6:30, tenia que irme a casa, a vestirme y a ir a la tienda.
- Mamá, me tengo que ir a abrir la tienda.
- Vale, cielo. Tienes llaves?
- Sí, las tengo.
- Genial. Nosotros nos quedaremos a ver que dice el médico.
- Vale.
Volvió Aymen, les dio la botella de agua a mi madre y el café a mi hermana.
- Que Allah te bendiga, hijo mío.- Le dijo mi madre a Aymen.
- Te llevo a casa?.- Me preguntó.
- Sí, por fa.
Estuvimos todo el camino a casa callados. Sin saber que decir hasta que bueno... decidí hablar aún que no sabía muy bien que decir.
- No hacía falta que vinieras.
- Qué?
- Que no hacía falta.
- Vale, quizás tu pienses que no hacia falta, pero también he ido por tu familia, no solo por ti.
- A, bueno.
- En serio? Has visto el estado en el que estaba tu madre? La pobre se notaba que estaba fatal.
- Lo sé.
- Es la primera vez que le daba un ataque de epilepsia a tu hermano?
- No, es la segunda. La primera fue hacía mucho tiempo y pensamos...
- De qué era la primera y la última.
- Exacto.
- Ya hemos llegado, te espero en el coche.
- No hace falta, puedo ir andando. Solo son 10 minutos.
- Me da igual. Quiero estar contigo.
- Pues yo no, vete.
- Pero... Bueno, si tu quieres. Me voy a trabajar.
- Pues vale.
No sabía por qué estaba enfadada con él, ni por que le trataba así pero al instante en el que se fue, me arrepentí. Me pasé y él no tenía la culpa.
Me dí una ducha caliente y me puse la ropa para ir a la tienda, ni siquiera me dio tiempo a desayunar, me cepille los dientes y me fui.
Las horas en la tienda, se me pasaron muy lentas. Llamé a mi madre para ver como estaba mi hermano.
- Salam.- me saludo mi madre al coger el móvil.
- Mamá... qué tal esta Amin?
- Bien alhamdulilah, no ha sido tan grave. Tardaron mucho por que según ellos había mucha gente en la sala.
- Vale, me alegro mucho Alhamdulilah.
- Sólo era eso?
- Sí, solo era para preguntar que tal estaba. Ahora vaís a ir a casa.
- Sí, vamos a ir a vestirnos para ir a un restaurante, si quieres Vente cuando salgas. Le digo a Wiam que te pase la dirección.
- Venga, vale. Adiós.
- Adiós.
Colgamos y ya eran las 7 de la tarde, tenía un hambre y me apetecía un indomi calentito y rico. Me pregunto a que hora saldrá Aymen del trabajo, le quiero ver y pedir perdón por lo de esta mañana y así como si lo hubiese invocado, de repente escucho la voz de Aymen.
- Buenas tardes al amor de mi vida. Ya me han dicho que tu hermano ya ha salido del hospital Alhamdulilah. Y me han dicho que pasé por ti para ir a un restaurante a cenar.
- Yaya, no quiero ir.
- Por?
- No sé, me apetece quedarme en casa comiéndome un indómi.
- Pues luego te vienes a mi casa y nos lo comemos.
- Vale. Por cierto Aymen, perdón por... lo de esta mañana. No estaba bien.- Tranquila, no pasa nada. Lo veo normal. Estabas fatal. Bueno vamos?
- Vale.
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Mi destino
RomanceAmira es una chica musulmana y marroquí de 17 años. Nunca ha salido con nadie, ya que está enamorada del hermano de su mejor amiga pero siempre se ha contenido. Aymen un chico de 18 años. También es musulmán y nunca ha salido con ninguna chica, ya...