Mi destino

Capítulo 41

La verdad es que para ser fin de año hacía calor, así que bueno me puse un Burkini sencillo que era tal que así.

Y, me hice también una trenza, ya que no me gusta llevar el pelo suelto a la playa.

- Nos vamos ya?.- Me preguntó Aymen.

- Sí, espera.- Cogí 150€ para cambiarlos por monedas balis y los dejé en mi bolso junto a muchas cosas mías.

Salimos y lo primero que hice fue ir a intercambiar el dinero y luego nos fuimos a la playa que Alhamdulilah no había tanta gente.

- Hacemos una carrera hasta el agua?.- Me preguntó Aymen.

- Es que... no sé donde dejar el bolso.

- Bueno... es verdad.- dijó Aymen, miré alrededor y no había tanta gente pero... y si me lo robaban?.-. Y sí enterramos el bolso?.- me preguntó con una sonrisa.

- Jajaja.

- Voy en serio y le ponemos una bolsa para que no se meta la arena dentro.

- Bueno... la verdad es que no sería mala idea.

Enterramos el bolso debajo de la arena y dejé encima las toallas. Hicimos una carrera hasta el agua, que bueno me ganó Aymen, pero fue por que no me aviso antes de correr.

- A sido por que no me has avisado.- Me excuse.

- Que sí, que sí.

- Oye, que es verdad. Encima tenías ventaja.

- Vale, pues vamos a jugar a otro juego.

- Haber, qué juego?

- Quien coja más conchas debajo del agua gana. De aquí hasta que nos vayamos.

- Venga, vale.

Empecé a buscar y a buscar conchas y sin darme cuenta me fui a tan fondo que ya no podía tocar el agua, alhamdulilah sé nadar y volví sin dificultades a la orilla. Me tumbé, solo había cogido 10 conchas.

- Te rindes?.- me preguntó Aymen.

- Yo? Rendirme? Jamás.

Salí corriendo hacía el agua y empecé a buscar, aún que me dolían los ojos por la sal del agua, me daba completamente igual, con tal de coger conchas. Empecé a buscar en diferentes direcciones de la playa, mientras Aymen estaba tumbado tranquilamente.

- Cuántas conchas tienes?.- Le pregunté

- 25 y tú?

- 35 conchas.

- Buff, como has conseguido tantas?

- No sé. Nos vamos ya a casa? Tengo hambre. Esto de nadar me ha cansado, encima ya ha sonado asr.

- Venga, vamos.

Cogimos las toallas para secarnos y empezamos a desenterrar mi bolso, desaté el nudo de la bolsa y saqué mi bolso y así tan felices nos fuimos al hotel.

Me dí una ducha y mientras que esperaba a que Aymen saliera del baño, me hice mi Skincare, recé y me maquille muy poco, me puse esto.

Bonito y sencillo justo lo que necesitaba.

Aymen salió del baño se vistió y rezo, mientras que yo miraba por la ventana, las vistas eran increíbles. Me imagino cuando atardezca.

Nos fuimos a un restaurante que había cerca y me pedí una pizza y una ensalada.

- En serio te vas a pedir una pizza?.- Me preguntó Aymen.

- Sí, por?

- A las tantas de la tarde? Digo yo, si te la pides para merendar o cenar, vale. Pero ahora?

- Vale, Aymen. Ahora te pregunto. Quién se va a comer la pizza tú o yo?

- Tú.

- Pues entonces callate, que sí me enfermo, me enfermo yo no tú.

- Ya, pero no quiero que mi mujer se enfermé el primer día de nuestra luna de miel.

- Que no me voy a enfermar por comerme una pizza.

- Lo sé, pero es comida basura.

- Me da igual. Yo me la como.

- Buff, Venga vale. Pesada.

- "pesada".- Le imite.

- Madre mía, pareces una niña pequeña.

- Lo sé. Y soy tu niña pequeña.

- Jajaja.

Comimos, pagamos y nos fuimos a ver el atardecer.

Nos sentamos en unas tumbonas y estuvimos ahí apreciando lo bonito que era. Tbark'Allah.

- Alhamdulilah, gracias a Allah por haberte puesto en mi destino.- Me dijó Aymen.

- Alhamdulilah, gracias a Allah por no haberme puesto a otro chico en mi vida y por haber sido tú mi maktub.

- Que cursis que somos.- dijó aymen riéndose.

- Te lo juro, somos unos bipolares. Algunas veces nos Dan ganas de matarnos y otras veces pues somos lo que somos.

- Jajaja. Y lo peor es que pueden ser las dos cosas en un mismo momento.

- Sisisi.

- Y, apesar de todo. Nos queremos como unos niños pequeños.

- Sí.