Al día siguiente, me desperté temprano para ir a la tienda. Me desperté, hice wodo, recé y me puse unos vaqueros y un jersey con un moño bajo, desayuné, me cepille los dientes y me fui camino a la tienda.
La abrí y bueno... la misma rutina de siempre. Limpiar y atender clientes, hasta que a las 11:00 llamé a mi hermana Wiam y estuvimos un rato hablando mientras atendía a la gente.
* * *
A la hora de salir, me esperaba un coche negro a fuera, con Aymen dentro. Nos fuimos a casa, hice wodo y me puse un khimar precioso.
Di que sí, Amira. Nosotras tan guapas como siempre. Y, como es invierno y lo normal es que haga frío obviamente una bufandita que combine.
Salí hacía donde Aymen y tendríais que ver su cara.
- Ya está, que tengo que hacer para que seas mía y bueno yo ya soy tuyo. Me tienes bajo tus pies.
- Jaja, yo ya soy toda tuya.
- Toda?
- Toda, todita.
- Fuera bromas, Amira. Me tienes loco.
- Si vieses como me tienes tú a mi, te estarías riendo completamente de mi.
- En fin, que estás toda una princesa. Por eso te regalé ese anillo, para que no lo olvides.
- Ten por claro, que nunca pero nunca me quitaré tu anillo.- Dijé mientras jugaba con el anillo.-. Bueno, qué? Nos vamos?
- Sí, perdón. Vamos.
Puso corán en el Bluetooth del coche y nos quedamos todo el camino hasta la mezquita en silencio. Apreciando cada palabra que salía de la boca del recitador.
Cuando llegamos todavía le quedaban unos 10 minutos para que sonará el adeen. Así que nos quedamos leyendo el corán, cada uno una surat. Hasta que cuando terminé el surat al mulk, se me quedó mirando embobado.
- Ya he terminado.- dijé mirándolo.
- A, sí. Perdón. - y siguió con la siguiente.
Hasta que escuchamos el adeen y nos levantamos para ponernos en nuestro sitio. Yo al lado de la ventana, y él al lado mía. Pero se puso un pie más alante que yo. Y yo un paso más atrás que él.
Rezamos las 3 raakats del Magreb y nos quedamos un rato más en la mezquita leyendo el coran.
Fuimos a comer unos tacos mientras hablábamos sobre las cosas para la boda, encontramos una fotografa y le conté que mi madre me dijó que esperáramos hasta volver de la luna de miel para pensar en la pastelería y me dijó que el estaba de acuerdo. Y, volvimos a la mezquita a rezar Ishaa.
Al volver a casa, estuve hablando con Wiam y le conté todo lo que me pasó ayer y hoy con Aymen e hicimos videollamada con Sabrina para ver que tal le había salido el examen y nos contó que obtuvo un 4'9 y su profesora la malvada no le quería subir al 5.
- Es injusto, te debería de dar media.- Le dijó Wiam.
- Lo sé, pero que se le va a hacer.
- Y qué tal te va con Rayan?
- Genial, ha "conocido"a mi madre por videollamada aún que ya se conocían, pero ya me entiende, para hablar. Y, le ha dicho a mi madre que quiere que yo sea la futura madre de sus hijos. Ayy yo es que, Ahh me tiene loca.
- Tienes razón, estas como una Cabra .- Le dijó Wiam.
- Callate, ya veremos cuando tú te enamores. Haber quien estará ahí como una Cabra.
- Ajam.
- Bueno Sabrina, ponte las pilas para el siguiente examen y con tu futuro esposo te deseo lo mejor, hbiba. Venga, Chao.
- Adiós.
Después de eso, Wiam y yo empezamos a ver una serie turca, hasta la 1:00 a.m que me fui a dormir para el día siguiente comenzar un nuevo día. Aún que parece que el destino no estaba de acuerdo con eso, por que de repente entró mi madre muy asustada y alterada a la habitación.
- ¡¡ CHICAS!! ¡¡ CHICAS LEVANTAROS YA, QUE ES URGENTE!!.- Nos empezó a gritar a mi hermana y a mi.
- Qué pasa?.- Preguntó mi hermana mediodormida.
- ¡Vuestro hermano esta sufriendo un ataque de epilepsia y tú me preguntas que " Que pasa" en serio?!
- Y yo que iba a saber?.- Preguntó mi hermana mientras nos levantabamos corriendo a verle.
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Mi destino
RomanceAmira es una chica musulmana y marroquí de 17 años. Nunca ha salido con nadie, ya que está enamorada del hermano de su mejor amiga pero siempre se ha contenido. Aymen un chico de 18 años. También es musulmán y nunca ha salido con ninguna chica, ya...