Capítulo 53

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Mi primer día con hijab que bien se siente.

Aymen se fue a comprar unas cosas y yo me quedé en casa haciendo videollamada con las chicas y contándole las cosas.

- Me alegro mucho de que te hayas puesto el hijab, Amirota mskhota.- dijó Kaw Kaw con una sonrisa.-. Masha'allah, tbark'Allah. Espero que nunca te lo quites.

- Y no lo haré eso tenlo por seguro.

- yo también me alegro, pero en mi opinión que si que habéis ido a Londres, a Bali y bueno... ahora a Suiza, pero es que no estáis viajando nada. Tipo, no estáis visitando lugares.

- Ya, bueno... tienes razón, cuando vuelva Aymen se lo diré.

- Eso, así sí. - Dijó Sabrina.

- Y tú qué tal con el tuyo, Sabrina? Que desde que me he ido con tu hermano ya no me cuentas nada.

- Eso es mentira. Es que no tenemos tiempo para hablar entre tú con los viajes y yo con los exámenes, vamos muy mal.

- Vale, pues cuando vuelva a España me cuentas todito.

- Vale. Bueno, mis amores. Me tengo que ir a estudiar, que estoy petada de exámenes.

- Sisisi, yo también.- Dijó Wiam.-. He empezado mal el curso.

- Pues nada, babys adiós.- Dijó Kaw Kaw.

Y, se salieron de la videollamada Sabrina y Wiam. Ahora solo estábamos Kaw Kaw y yo.

- Y tú qué tal?.- Le pregunté a Kaw Kaw.

- Pues ahora mismo enamorada.

- Madre mía, de quién ahora?

- Callate, que te vas a alegrar.

- Sorprendeme.

- Es moro con ricitos.

- Venga, así sí. Musulman?

- Obviamente.

- Por fin, tía. Por fin.

- Lo sé, había tardado.

- Mucho, eh. Muchísimo.

- En fin, mejor tarde que nunca.

- ¡Eso! Y, cómo se llama?

- Se llama Anouar.

- Bueno... podría haber sido peor.

- Ya, tía. Es perfecto.

- Bueno, mientras me cuentas de tu amor, voy a preparar la comida.

- Venga, va.

Y así estuvimos 3h y 30 min hablando sobre su amor y de nuestra vida. La verdad es que estaba preocupada por que en todo ese tiempo, Aymen todavia no habia llegado a casa. Hasta que la colgué y de repente entra Aymen a casa. Por fin, había tardado. Lo que no me esperaba es que entrará con un ramo de hijabs. Eran así.

Yo es que a este chico no le puedo querer más

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Yo es que a este chico no le puedo querer más. Aparte de educado, guapo, exclusivo, majo conmigo etc. También es detallista. Es que le amo tío.

Corrí hacía donde él y le dí un abrazo tan grande que casi le dejó al pobre sin respirar.

- Para la mejor mujer del mundo.

- ¡¡ Te quiero!!.- Le grité emocionada.-. Te prometo que no te voy a fallar. Me pondré hoy mismo el hijab y no me lo quitaré nunca.

- Eso espero.

- Te he preparado la comida.

- Ya si huele muy bien, qué has preparado?

- Un bizcocho.- Dijé guiandole a la cocina.

- Que buena pinta tiene.

- Lo sé y está buenísimo.

- Obviamente, si lo ha hecho mi mujer, cómo no va a estar bueno?

Terminamos de comer y yo la verdad es que estaba muy contenta por mis hijabs, ahora no me pondré siempre el mismo. Rezamos, estuvimos en videollamada un rato con nuestras madres y nos fuimos a dormir.

AL DÍA SIGUIENTE

Me levanté un poco temprano, así que me dí una ducha, me fui a rezar y me puse mi outfit para hoy.

Sencilla y guapa

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Sencilla y guapa. Lo que quería. Aymen y yo salimos a desayunar a un restaurante precioso y después fuimos a la casa de Nihan y Hakim a pasar el rato. Se vistieron y nos llevaron a unas montañas y bueno... cómo Nihan y yo éramos un poco vagas nos montamos en el tranvía con Yasmin, mientras que Loqman y Rayhan iban con los chicos.

- Mira, mamá. Ahí están papá y el tío.- Dijó señalandoles desde casi lo más alto de la montaña.

- Sí, si son ellos. Madre mía como se enfermé la nena. Les mato, encima ain avisar de que íbamos a venir aquí, que sino les habría vestido con ropa más caliente y cómoda.

- Ya, es que cuando salimos Aymen y yo de casa tampoco lo teníamos previsto.

- Bueno, ya da igual. Pero como se enfermé la cuidan ellos, por que no me pienso quedar 3 noches sin dormir como la última vez.

- Qué pasó la otra vez?.- Pregunté dubitativa.

- La llevo a comer helados en pleno invierno y ni la abrigo ni nada.

- Joe, pues normal que se enfermé la niña.

- Ya.

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