¿Alguna vez te has preguntado cual es tu misión real en la vida? Yo si, estaba acostado en mi cama con una laptop gris sobre mi pecho, viendo un video que le había tomado a mi profesora de historia hacia unos años, no queria apuntar asi que la grabé, ese dia estaba hablando de la cultura gótica y leyendas que se habían generado con el paso del tiempo, era mi maestra favorita, incluso llegamos a tener charlas acerca de de nuestros gustos varias veces, era una maestra joven, siempre vestía con faldas negras muy juveniles para ser de una maestra y su pelo era de un rojo amarillento muy vivo, tenia el pelo quebrado y era muy blanca, sus ojos eran verdes y sus pecas resaltaban con el sol, era en resumen muy atractiva, le puse un poco de atención a la imagen en la computadora:
"Las leyendas cuentan que todos estamos unidos por un listón rojo amarrado a nuestras muñecas, enredando a toda la gente que conocemos y conoceremos, algunos estarán enredados, esos son nuestros amores que no llegan mas que para hacernos aprender nuestras lecciones, pero siempre va a haber alguien al final del listón y la gente común lo conoce como... el amor verdadero"
Me llegaron a la mente demasiados pensamientos atacandome, <<¿habrá personas que andan a lo largo del tiempo y se atoran varias veces? ¿sería eso una trampa? ¿a caso al final de nuestro listón podria haber mas de una persona? Por que en las peliculas de drama que veia mi padre los domingos siempre existía el triangulo amoroso; una mujer enamorada de dos hombres>> eso hizo que vinieran mas preguntas a mi mente <<¿porqué las mujeres en esta situación son pobres martires para la sociedad y si a los hombres nos ocurre algo semejante somos criticados como hijos de puta, pervertidos?>> No sabía la respuesta a ninguna de las preguntas, había tenido novias, nada serio nunca, prefería estar solo antes que herir o ser herido.
-¿puedo pasar Julián?-.resono la voz de Joss.
-Si pasa.
Joss era su mejor amiga, sabiamos todo uno del otro, nos habíamos conocido en la secundaria.
Ese dia tuve mi novatada al inicio del año, aun recuerdo cuando por venganza caminé hasta el asiento de uno de los chicos, Tomé el trabajo que habían encargado en literatura y lo destrui, Y Joss estaba parada detras de mi, con los ojos abiertos al máximo y a punto de llorar.
-¿que le hiciste a mi trabajo?
-pe...perdón no sabía que era tuyo.
Ese dia regresé a casa con la mano de Joss marcada en la mejilla derecha y con el autoestima hecha una mierda, a demas de que nunca mas pude pasar desapercibido en esa escuela. Le hice un segundo trabajo de literatura y comenzamos a hablar con el tiempo, cuando terminó con su novio yo fui su hombro en el cual llorar, y pasamos asi cuatro largos años hasta ahora.
-Tengo que contarte algo.
-Sientate y dime
-Terminé con Estefano.
-No te preocupes, tenia un nombre ridiculo, y era horrible, podras conseguir a alguien mejor.
-Tu lo dices porque nunca te has enamorado de verdad.
-¿y acaso tu si? ¿a caso eso era amor? No bromees, llevabas dos semanas con el.
-Necesito que me consueles, no que me hagas sentir como una estupida.
-Oh ven aqui.
Se le iban a escapar unas lágrimas justo cuando la abracé, como si fuera la hermana que nunca tuve, se secó las lágrimas que lograron abrirse paso sobre sus mejillas.
-¿Sabes?
-¿que?-pregunté extrañado.
-Necesitas una novia.
Sonreimos y nos quedamos acostados en la cama platicando de muchas cosas hasta que el cielo oscurecio.
-Debo irme, mi hermana y yo nos veremos en una cafetería.
-Bien, con cuidado.
Era domingo, mañana voy a entrar al tercer semestre de la preparatoria, tenía pereza de bañarme por la mañana asi que decidí meterme a bañar en ese momento, saqué una toalla azul oscuro de la cajonera que estaba a lado de la entrada del departamento, y abri la puerta del baño que era de vidrio mate desde abajo hasta arriba, coloque la toalla sobre una silla de metal que había en el baño desde que rente el departamento, abrí el botiquín y saqué mi rastrillo para rasurar mi barba que ya estaba un poco larga. Cuando terminé deje en visto un rostro mas definido de una persona que no consideraba atractiva, mis ojos eran un mar oscuro, mi cabello era castaño claro y era quebrado, mi piel es blanca y mis labios comunmente palidecen ante los demás, me metí a la regadera para terminar de enjuagar mi cara y sentir el agua ardiente cayendo sobre mi espalda, a muchos les habría ardido pero a mi me gustaba la sensación. Cuando acabé de bañarme me seque y me puse los boxers flojos que utilizaba para dormir y cerré los ojos.
<<No se si esté listo para mañana>> Pensé
***
esta historia comencé a escribirla hace unos años espero que les guste! denle en favoritos y compartanla con sus amigos
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Liston Rojo
RomanceJulian es un chico solitario que decide emprender un viaje en la legendaria supersticion del liston rojo que, atado a tu muñeca rige tu vida. En su primer dia de clases conoce a Valery, la amante perfecta y a Keidy, la chica que invoca su lado roman...